sábado, 21 de febrero de 2015

¿Cómo debe ser el formato del Plan de Negocios?

Toma nota de los factores de estilo que te ayudarán a presentar un documento profesional para tu empresa.


Existen numerosas claves que pueden llevarte al éxito, más allá del contenido de tu plan de negocios. En este importante documento debes dar a conocer de qué se trata tu negocio y las características de éste; sin embargo, es esencial que tengas en cuenta ciertos factores de presentación que son fundamentales para alcanzar el éxito: 


1. La estructura debe ser similar a la de la presentación realizada a los potenciales inversionistas, con el fin de facilitar el seguimiento del plan. 


2. La extensión debe ser de 15 a 20 páginas máximo, pues lo importante es la calidad y que concretes lo esencial de tu proyecto. 


3. La gramática debe ser correcta y debe estar escrito con buena redacción. Trata de repasarlo muchas veces con el fin de encontrar errores que pueden dar mala imagen. 


4. Incluye siempre fuentes de referencia internacionales o marcas del sector, pues te verás más creíble y profesional. 


5. Tu diseño debe ser profesional, pues escribir en fuente Comic Sans o hacer un gráfico en Paint no es la mejor forma de impresionar a tus inversores. Utiliza plantillas y softwares profesionales. 


6. Debes escribir pensando que el receptor es el posible inversionista y no el cliente. 


7. Demuestra que tu proyecto es bueno. Trata de utilizar términos especializados, para hacer mostrar que estás capacitado para llevar el negocio adelante.


8. Haz una versión de tu plan de negocios en inglés, de esta forma los inversores lo verán con buenos ojos y estarás listo para dar el salto a otros países. 


9. Incluye fotografías, gráficos e infografías. Toma en cuenta que una imagen vale más que mil palabras, por lo que el primer vistazo de un plan de negocios tiene que mostrar que no es un texto arduo, sino que tiene imágenes y gráficos fáciles de entender. 


10. Actualiza regularmente el plan de negocios, pues debes tener en cuenta que tu trabajo no termina cuando pones punto final; sino que continúa con el tiempo.