jueves, 7 de octubre de 2021

Análisis fundamental y bursátil: El Balance IV

ANÁLISIS FUNDAMENTAL Y BURSÁTIL 


Análisis fundamental y bursátil: El Balance IV  

Concluimos el estudio del balance, analizando la valoración de una empresa según su balance y destacando las limitaciones que tiene el mismo. Y con un glosario de  términos y sinónimos.  

LA VALORACIÓN DE LA EMPRESA  

Examinaremos el problema de valorar una empresa. Podemos considerar el valor de una  empresa desde dos puntos de vista: su valor como negocio en marcha o bien como  empresa que tiene que liquidarse. En ambos casos será preciso calcular el valor neto de la  empresa. Valor neto es el valor total de los activos menos aquellos pasivos que la empresa  está obligada a satisfacer. En otras palabras, el valor neto es la diferencia entre el activo  total y la suma del pasivo circulante y del pasivo fijo.  

Si deseamos conocer el valor de una empresa en liquidación el balance puede dar el  valor activo total y de las obligaciones exteriores. Probablemente las cifras de las  obligaciones exteriores serán exactas, pero no pasa lo mismo con los valores del activo.  Normalmente los valores del activo de un negocio están basados en el supuesto de que la  empresa continuará operando como un negocio en marcha. Si una empresa ha de  liquidarse el balance no puede dar una idea razonable del valor de sus activos. Por tanto, el  balance no nos permite calcular el valor de una empresa que ha de liquidarse.  

Por otra parte, si necesitamos conocer el valor de una empresa en funcionamiento,  también necesitaremos conocer su valor neto. Como el balance nos da el valor del activo  total y las obligaciones exteriores, en circunstancias normales el balance nos permitirá  calcular el valor neto de un negocio en marcha. Sin embargo cuando se valora una  empresa como negocio en marcha es preciso considerar no solo su valor neto, sino  también la rentabilidad de la empresa.  

Sin embargo, al valorar una empresa será mucho más importante conocer la rentabilidad  futura. Así pues, al valorar una empresa como negocio en marcha, los dos factores más  importantes que han de tenerse en cuenta son su valor neto y su rentabilidad futura.  Teniendo en cuenta que la rentabilidad futura depende de un gran número de factores,  que incluyen, por ejemplo: las cualidades del producto, las actividades de la competencia, la situación económica general, etc. Luego tampoco es posible hacer un cálculo exacto de la  rentabilidad futura de la empresa fundándose exclusivamente en su balance.  

Resumiendo, para calcular el valor de una empresa necesitamos conocer su valor neto. Un  balance no nos permite calcular el valor neto exacto de una empresa que tiene que  liquidarse, y el balance tampoco permite calcular el valor neto de un negocio en marcha.  Sin embargo, para conocer el valor de un negocio en marcha, necesitamos considerar,  además del valor neto, la rentabilidad futura de la empresa. El balance dará una indicación  razonable del valor neto de un negocio en marcha, pero no indicará la rentabilidad futura.  En otras palabras, no es posible valorar una empresa basándose solamente en el balance.  Esto nos lleva a analizar las limitaciones del balance.  

LIMITACIONES DEL BALANCE  

Quizá la primera limitación del balance, la más obvia, es que ofrece una imagen  incompleta de las actividades de la empresa, ya que solo tiene en cuenta aquellos factores  que pueden expresarse en dinero. Una segunda limitación es que los valores de algunos  activos nunca serán exactos.  

Hemos visto que el balance puede ejercer una imagen solamente parcial de la situación de  los negocios de la empresa, sin embargo hay algunos detalles que nos pueden indicar si un  balance nos ofrece información fidedigna. En primer lugar hay que comprobar si el  balance está presentado con claridad. Ha de ser posible determinar por separado el valor  de los distintos grupos de elementos del activo y del pasivo. En segundo lugar, al  comparar balances de una empresa en distintas fechas es preciso asegurarse de que los  activos se han valorado siempre con el mismo criterio, y el balance siempre debe indicar el  criterio que se ha seguido para valorar los activos. Además el balance debe haber sido  aceptado por todos los directivos de la empresa y debe estar auditado por una empresa  homologada de auditoría. Los auditores tienen la libertad para hacer cualquier clase de  comentario o salvedad y se debe leer cuidadosamente cualquier salvedad que hayan hecho  los auditores.  

Ahora bien hay otros factores que no aparecen en el balance, pero que hay que tener  en cuenta para decidir si es aceptable como información válida y fidedigna. El más  importante es la reputación o prestigio, tanto de la empresa como de los auditores, así  como la independencia entre ambos. En resumen se puede decir, que cuando se decide si  cierto balance representa o no información fidedigna sobre la empresa, es preciso  considerar algunos detalles que aparecen en el balance, pero también deberá tener en  cuenta otros factores que no aparecen en el balance.  

GLOSARIO

Los términos que se emplean en los balances varían fácilmente y tienen muchos  sinónimos.  

La siguiente tabla ofrece algunas alternativas:  

TÉRMINOS 

SINÓNIMOS

Activo circulante 

Activo a corto plazo

Activo inmovilizado 

Activo a largo plazo  

Valores inmovilizados

Beneficio 

Utilidad

Activo disponible 

Caja y bancos

Capital autorizado 

Capital nominal  

Capital social  

Acciones emitidas  

Capital suscrito  

Acciones pagadas

Cuentas de clientes 

Cuentas a cobrar

Depreciación 

Amortización

Descubierto bancario 

Crédito en cuenta corriente 

Existencias 

Inventario 

Stocks  

Almacenes 

Fondos de los accionistas 

Recursos propios  

Reservas 

Obligaciones exteriores 

Pasivo exigible 


Pasivo circulante 

Pasivo a corto plazo  

Exigible a corto plazo 

Pasivo fijo 

Pasivo a largo plazo 

Plusvalía 

Reserva capital

Remanente 

Beneficios no distribuidos  Beneficios acumulados