El individuo como tal no puede vivir
aislado, sino en continua interacción con sus semejantes, por tanto es un ente
sociable. Los individuos tienen que cooperar unos con otros, por sus
restricciones personales, y deben constituir organizaciones que les permitan
lograr algunos objetivos que en el trabajo individual no alcanzaría realizar.
Entonces, una organización se define
como: un sistema de actividades conscientemente coordinadas formado por dos o
más personas. La cooperación entre ellas es esencial para la existencia de la
organización, y ésta existe cuando:
§ Hay personas capaces de comunicarse
§ Que estén dispuestas a actuar
conjuntamente
§ Para obtener un objetivo común.
Existen dos tipos de sistemas:
1- Sistema Abierto:
Conjunto de elementos dinámicamente
relacionados, en interacción que desarrollan una actividad para lograr un
objetivo o propósito, operando con datos, energía, materia, unidos al ambiente
que rodea el sistema y para suministrar información, energía, materia.
Posee numerosas entradas y salidas.
Para relacionarse con el ambiente externo, sus relaciones de causa y efecto son
indeterminadas.
Un sistema consta de cuatro elementos
primordiales:
Entradas: Mediante ellas el sistema
consigue los recursos e insumos necesarios para su alimentación y nutrición.
Procesamiento: Transforma las entradas
en salidas o resultados
Salidas: Resultado de la operación del
sistema. Por medio de ella el sistema envía el producto resultante al ambiente
externo.
Retroalimentación: Constituye una
acción de retorno; es positiva cuando la salida por ser mayor estimula y amplía
las entradas para incrementar el funcionamiento del sistema, es negativa cuando
la salida por ser menor restringe y reduce la entrada para disminuir la marcha
del sistema.
2- Sistema Cerrado:
Tienen pocas entradas y salidas en
relación con el ambiente externo, que son bien conocidas y guardan entre sí una
razón de causa y efecto: a una entrada determinada (causa) sigue una salida
determinada (efecto).
Denominado también mecánico o
determinista.
No existe un sistema totalmente
cerrado, ni uno totalmente abierto.
Todo sistema depende en alguna medida
del ambiente.