martes, 12 de octubre de 2021

NOAM CHOMSKY Y LAS 10 ESTRATEGIAS DE MANIPULACIÓN MEDIÁTICA.

NOAM CHOMSKY Y LAS 10 ESTRATEGIAS DE MANIPULACIÓN MEDIÁTICA 

El lingüista estadounidense Noam Chomsky, célebre por su militancia política progresista,  elaboró una lista de las “10 estrategias de manipulación” a través de los medios.  Prescindiendo de las consideraciones ideológicas que Chomsky agrega, las fórmulas de  manipulación que sintetiza son, en líneas generales,en forma alternativa y a veces simultánea.  

Noam Chomsky 

1 La estrategia de la distracción. 

El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en  desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las  elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas  distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente  indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de  la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. “Mantener la Atención  del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin  importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para  pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita del texto Armas silenciosas para guerras  tranquilas)”. 

2- Crear problemas, después ofrecer soluciones. 

Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una  “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante  de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se  intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el  demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una  crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales  y el desmantelamiento de los servicios públicos. 

3- La estrategia de la gradualidad. 

Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas,  por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas  (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo,  privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran  ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido  aplicadas de una sola vez. 

4- La estrategia de diferir. 

Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y  necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es  empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a  esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser  evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla  con resignación cuando llegue el momento. 

5- Dirigirse al público como criaturas de poca edad. 

La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y  entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el  espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar  engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. ¿Por qué? “Si uno se  dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la  sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también  desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad (ver  Armas silenciosas para guerras tranquilas)”. 

6- Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión. 

Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el  análisis racional, y finalmente al sentido crítico de los individuos. Por otra parte, la utilización  del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar  ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos… 

7- Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad. 

Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su  control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser  la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las  clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para  las clases inferiores (ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”. 

8- Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad. 

Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto… 

9- Reforzar la autoculpabilidad. 

Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la  insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de  rebelarse contra el sistema económico, el individuo se auto desvalida y se culpa, lo que genera  un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. ¡Y, sin acción, no hay  revolución! 

10- Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen. 

En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una  creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídos y utilizados por las  elites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema”  ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como  psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se  conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control  mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.