domingo, 5 de julio de 2009

Mercadeo social; Imagen positiva y bienestar de la comunidad



"No puede haber una empresa sana con un ambiente social insano": Adolfo Carvajal.


Debido a la necesidad de ser rentables y de aumentar el número de afiliados para garantizar la estabilidad financiera y la participación el mercado, se ha dejado de lado un componente muy importante como el mercadeo social, que no puede confundirse con la prestación de servicios a los más pobres, como es la obligación de las empresas de régimen solidario, y que es ni más ni menos que un ejercicio de acciones enfocadas a generar bienestar entre la comunidad.


Manuel Camacho, del Centro de Gestión Hospitalaria, opina que "en el mercadeo social hemos fallado a profundidad, ha habido poca voluntad de "aplicar las técnicas del mercadeo para beneficiar a los sectores sociales, generar cambios de comportamiento o reforzar conductas deseadas".Agrega, que "el tema de 'información al usuario y de información para facilitar la libertad de elección han sido más argumentos teóricos que realidades prácticas, me atrevería a decir que no ha habido una estrategia formal de mercadeo para 'apoderar al usuario' en el sector salud”.


Se hace poco mercadeo social precisamente porque es mínimo el dinero que se invierte en promoción y prevención de la salud, a pesar de que el diseño de estrategias en este sentido, divididas por grupos de edad y geográficos, podrían incidir de manera significativa en una reducción de los gastos de atención y tratamiento de pacientes en un futuro, pues si la comunidad interioriza hábitos saludables y aprende a prevenir enfermedades, mejorará su salud, consultará menos y por ende, representará un ahorro en exámenes diagnósticos, consultas y medicamentos.De acuerdo con el especialista en mercadeo de la salud, Luis Enrique Jaimes, de la Promotora Médica Las Américas, además de disminuir el gasto médico, una estrategia enfocada a la prevención y a la promoción incide en el posicionamiento de una imagen positiva entre la comunidad, en la medida en que la gente podrá entender que para la institución que realiza esas campañas, su salud y el bienestar de la población son importantes.


Eso sí, destaca Jaimes que para lograr un verdadero impacto en este sentido es necesario que EPS, IPS, el Estado y las ONG se unan para llegar verdaderamente a diferentes sectores de la sociedad, y no sólo a los que consultan, que hoy por hoy, son los que básicamente reciben algunas indicaciones sobre prevención.Cajas de compensación familiarAdemás de algunas entidades del Gobierno, ONGs y asociaciones de médicos especialistas, las cajas de compensación familiar han tenido un papel importante en la promoción y prevención de la enfermedad, rol que desempeñan desde mucho ante de que conformaran sus EPS y ARS.Jorge del Castillo Dueñas, subdirector de Salud de CAFAM, señaló que el mercadeo que realizan las cajas de compensación es generalmente de bajo perfil, porque tiene el respaldo de muchos años de vigencia en el mercado de la salud, que en el caso de CAFAM es de 36 años.


De otro lado, las cajas de compensación familiar gozan de altos niveles de satisfacción de sus clientes y en general, de una buena imagen frente a los mismos, debido a su experiencia como prestadores de servicios de salud con calidad a precios asequibles. Esa característica les facilitó la consecución de afiliados a los regímenes contributivo y solidario.En el caso de Comfenalco, el nivel de satisfacción de sus usuarios en todos sus servicios, incluyendo obviamente el de salud, es de un 92%, indicó Jaime Alberto Ochoa Castaño, jefe de mercadeo de esta caja de compensación. Al ser interrogado sobre la importancia del mercadeo en el sector salud, Del Castillo Dueñas manifestó que “es importante para sensibilizar a todos los ciudadanos sobre la necesidad de tener un aseguramiento en salud que los proteja de los altos costos que ésta representa.” Agregó que también es fundamental trabajar constantemente para tener un producto de calidad para el usuario y entregar información veraz sobre el mismo para evitar falsas expectativas y promesas que no se cumplen.Sobre la diferenciación de estrategias para el régimen contributivo y el subsidiado, Ochoa Castaño resaltó que el plan estratégico es diferente para cada uno de esos públicos.


"Mientras que para el plan contributivo se cuenta con una fuerza y esquema comercial, enfocado a la búsqueda de clientes y garantizar la fidelidad de los actuales, para el régimen subsidiado el esquema es más educativo, con el fin de asegurar la salud de la población más pobre y vulnerable".
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El aburrimiento del periodismo de internet




La radio, la tele y la prensa imitan a internet. El resultado: el periodismo actual aburre, nada imagina, poco sirve para la vida cotidiana y está mal escrito. Es el refrescante punto vista del reconocido crítico, Omar Rincón.


Escrito para el portal de información Semana.com


Fecha de publicación: 2008-07-23


Autor/Fuente: Omar Rincón. Docente e investigador de las universidades de los Andes y Javeriana (Colombia)


Si, ya sabemos que el periodismo como se hacía está en crisis total y que Internet es el futuro que ya llegó, sabemos que el periodismo digital es lo que hay que hacer, pero no se sabe cómo. El periodismo de Internet se ha convertido en el único periodismo que se puede hacer porque la radio, la tele y la prensa imitan a Internet. El resultado: el periodismo actual aburre, nada imagina, poco sirve para la vida cotidiana y está mal escrito.Las cosas que sabemos del periodismo actual De tanto oír a los investigadores, a los expertos en realidad, a los periodistas viajeros, a las frases fáciles de mercadeo, uno terminó convencido de ciertas verdades irrefutables sobre el periodismo en los tiempos de Internet. Uno sabe, por ejemplo, que los medios periodísticos habitan una crisis de credibilidad, legitimidad y narración y que por eso la gente prefiere la ficción y el entretenimiento al estar informados.


Uno sabe que cada vez más los medios de información importan menos, que los jóvenes no leen, que las telenovelas duplican en rating a los informativos, que los periódicos descienden en ventas; menos mal que los políticos y gobernantes leen la prensa.Uno sabe que la revolución se llama los medios digitales y las comunidades virtuales y que el periodista, en todas estas, viene sobrando porque se piensa “on line”; se vive en la egoteca de la propia opinión llamada blog y se celebran las nuevas comunidades juntadas por la tecnología a lo facebook.Uno sabe que hoy no es necesario saber escribir porque todo es conectivo, sólo bastan los fragmentos y los links y listo: habemus información. Así, el lenguaje debe ser el de las audiencias, el pensar es el de la gente, los temas son "on demand".Si todo esto que uno sabe es cierto, no se necesitan periodistas intérpretes, ni escritores, ni mediadores; se requiere con urgencia periodistas que sepan manejar todas las tecnologías y la convergencia digital.La paradoja está en que los gurúes concluyen que el asunto para el éxito del periodismo no es nada de lo de mencionado arriba, sino todo lo contrario, eso que viene del viejo periodismo: los contenidos. ¿Será cierto?No, los contenidos no importan. Si el contenido importara, no habría que pensar “on line”, ni trabajar “on demand”, ni saber de todas las tecnologías, ni abusar del “yoísmo”, ni de nada de lo mencionado. Si el contenido importara habría buenas y únicas historias, cada medio buscaría tener una agenda propia, se intentaría el escurridizo punto de vista diferente para ofrecer nuevos marcos interpretativos, de seguro se le encontraría poesía al mundo de la vida, por supuesto se escribiría con cuidado y emoción y cada periodista dejaría de ser masa para buscar su propio estilo.Pero no, lo que los weblólogos llaman contenido no es contenido. El contenido no es eso que uno conocía como ideas, reflexiones, historias, personajes, agendas. No, contenidos en los medios digitales son formatos, secciones, comunidades, interactividades, fragmentos.


Los contenidos han devenido lo superfluo, los modos de seducir a los perdidos navegadores de la red. El artificio ha triunfado, la nada ha llegado a ser todo el contenido posible.El resultado: un periodismo escrito, audiovisual y radial aburrido. Y un periodismo digital confuso y caótico. La calidad periodística se ha reducido. Se escribe mal, se fotografía peor, se narra perverso, el video ilustra o registra; la responsabilidad ética desaparece; la publicidad intrusiva abunda. Todo se puede, nada se comunica.Las cosas del periodismo del futuroMenos mal, ante toda avalancha de moda siempre hay resistencias y cada vez existen más periodistas contestatarios (¡más periodistas que medios!) que no se contentan con esas fórmulas de mercadotecnia digital. Y estos periodistas están avizorando que la cosa es por otro periodismo, uno que usando las tecnologías se parece más al viejo y uno más cercano a la emoción, porque puede narrar bien en diversos formatos. Esos periodistas atrevidos enfatizan que el periodismo es, desde siempre, una máquina de contar historias; que generar punto de vista y criterio para comprender el mundo de la vida es lo que requerimos; que no hay que fragmentar por devoción, sino usar cada dispositivo narrativo (fotos, videos, audios, palabras, diseño) para ganar en historias; que no porque la pantalla tenga más es mejor.El periodismo digital y el escrito y el radial y el televisivo y el comunitario debe comprender que el asunto no es de mercadeo, ni de tecnologías, ni de contenidos, sino de narración. El periodismo debe seguir siendo la fuente de la conversación colectiva para la minoría que quiere saber del mundo. Para los demás están las comunidades de mercadeo de la llamados Facebook, MySpace, Hi-Fi, Second Life.


CRISTIAN BELTRAN BARRERO
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