Guías Análisis Técnico El análisis técnico se concentra en el estudio del comportamiento del mercado en sí mismo, pues supone que toda la información relevante, en cuanto a los beneficios y expectativas de una determinada compañía, sector al que pertenece, economía en general, entorno socio político, está ya reflejada en el precio del título y, por tanto, es el propio mercado el que proporciona la mejor información sobre la evolución futura del mismo. 1. Introducción 1.1. Análisis técnico: definición y fundamentos El análisis técnico se concentra en el estudio del comportamiento del mercado en sí mismo, pues supone que toda la información relevante, en cuanto a los beneficios y expectativas de una determinada compañía, al sector al que pertenece, a la economía en general, al entorno socio político, está ya reflejada en el precio del título y, por tanto, es el propio mercado el que proporciona la mejor información sobre la evolución futura del mismo. El precio del mercado de un título viene determinado únicamente por la interacción de la oferta y la demanda, afectadas a su vez por factores tanto racionales como irracionales. "Toda la información económica, incluidos todos los miedos y esperanzas de los operadores, se reflejan en el precio. Y el análisis técnico proporciona el único mecanismo para medir el componente irracional (emocional) en los mercados." El mercado no refleja el valor real de los títulos, sino lo que la gran masa de inversores piensa que valen los títulos y, por tanto, es un reflejo de la psicología de los inversores que "...se mueven entre pánico, terror y pesimismo, por un lado, y confianza, excesivo optimismo y ansia, por otro". Se trataría, así pues, de observar la conducta de los individuos que integran el mercado y tratar de anticiparse a sus movimientos, es decir, a las futuras tendencias de los precios.
Las tres premisas en las que se basa el análisis técnico son: Todo lo que puede afectar al precio de cualquier valor está totalmente descontado. Dado que todo está descontado en el precio, el análisis del gráfico de este valor será todo lo que necesitemos. Los precios se mueven en tendencias. El análisis técnico trata de identificar las posibles tendencias que comienzan a dibujarse y de operar a favor de ellas. Otro de los objetivos del análisis técnico es determinar el momento en el que la tendencia empieza a cambiar. La historia siempre se repite. Casi todas las figuras chartistas vienen a mostrar el estado de ánimo o la psicología bajista o alcista de los inversores. Dado que el precio descuenta todo, también refleja los temores y miedos del mercado y las expectativas de los miles de inversores que lo forman. En consecuencia, si una figura ha funcionado bien en el pasado, se asume que funcionará bien en el futuro, siempre y cuando no haya habido un cambio sustancial en estos factores, que de otro modo se hubiera reflejado en el precio.
El análisis técnico permite vigilar, analizar y efectuar entradas en largo y corto en un gran número de mercados y valores, sin conocer con detalle sus fundamentos económicos. Nos muestra también de forma temprana signos de agotamiento de una tendencia alcista o bajista y permite optimizar el timing de la entrada o salida del mercado con extraordinaria precisión. Es también un método eficaz de seguimiento, vigilancia y actuación en un amplio número de mercados. Según lo mencionado anteriormente, el análisis técnico, se podría definir como el conjunto de técnicas (gráficas y cuantitativas) que tratan de predecir la evolución futura de los precios a partir de su comportamiento histórico, y también a partir de determinadas magnitudes como es el VOLUMEN y el OPEN INTEREST (este último en los mercados de futuros). Esta definición es un claro contraste con la del análisis fundamental, que requiere un estudio detallado de los estados contables de la empresa, planes de expansión, expectativas futuras y factores del entorno socioeconómico que puedan afectar a la marcha de la empresa.
1.1.1 Teoría de Dow Charles Dow y su socio Edward Jones fundaron Dow Jones & Company en 1882. La mayoría de los técnicos y estudiosos de los mercados coinciden en que gran parte de lo que hoy en día llamamos análisis técnico tiene sus orígenes en las teorías propuestas por primera vez por Dow. El 3 de julio de 1884 Dow publicó por primera vez una media del mercado de valores o índice sectorial, compuesta por los precios de cierre de 11 valores: 9 empresas de ferrocarriles y dos empresas de fabricación. Dow pensaba que estos 11 valores proporcionaban una buena indicación acerca de la salud económica del país. En 1887 Dow determinó qué dos índices separados representan mejor esa salud, y creó un índice industrial de 12 valores (DJIA: Dow Jones Industrial Average) y un índice de ferrocarriles de 20 valores (DJTA: Dow Jones Transport Average). Hacia 1928, el índice industrial incluía 30 valores, número que mantiene actualmente. Su índice, precursor de lo que hoy se considera el barómetro indicador de la actividad bursátil, sigue siendo una herramienta vital para los técnicos. Dow describió todas sus ideas sobre el comportamiento bursátil en una serie de artículos editoriales publicados en The Wall Street Journal a comienzos del siglo XX.
Dow aplicó su trabajo a las medias bursátiles que había creado, pero casi todas sus ideas analíticas se pueden aplicar igualmente bien a todas las medias del mercado. Los principios básicos que constituyen la Teoría de Dow son 6: Las medias lo descuentan todo El mercado tiene tres tendencias Dow definía una tendencia ascendente como una situación en la que cada sucesiva recuperación cierra más alto que el nivel alto de la recuperación previa, y cada sucesivo nivel bajo de la recuperación también cierra más alto que el nivel bajo de la recuperación previa. En otras palabras, una tendencia ascendente sigue un patrón de picos y valles cada vez más altos. La situación opuesta con picos y valles cada vez más bajos define una tendencia descendente. Dow consideraba que una tendencia tenía tres partes, primaria, secundaria y menor, que él comparaba con la marea, las olas y las ondas del mar. Dow consideraba las mareas del mercado con duración superior a un año (o más). La tendencia secundaria o intermedia representa correcciones en la tendencia primaria y suele durar de 3 semanas a 3 meses. Estas correcciones intermedias generalmente corrigen entre un tercio y dos tercios del movimiento anterior de la tendencia y, con mayor frecuencia, alrededor de la mitad o 50 por ciento del movimiento anterior. La tendencia menor, o duración corta, suele durar menos de tres semanas y representa las fluctuaciones de la tendencia intermedia.
Las tendencias principales tienen tres fases: Dow concentró su atención en las tendencias primarias o principales, las que consideraba desarrollándose en tres fases claramente diferenciadas: una fase de acumulación, una fase de participación pública y una fase de distribución. FASE DE ACUMULACIÓN. Compra de los inversores más astutos. En este momento de la tendencia, ya sea al alza o a la baja, estos inversores reconocen que el mercado ha acabado de asimilar todas las "malas" y "buenas" noticias. FASE DE PARTICIPACIÓN PÚBLICA. Empiezan a participar la mayoría de los que siguen tendencias. En estos momentos los precios empiezan a avanzar rápidamente. FASE DE DISTRIBUCIÓN. Empieza cuando los periódicos publican noticias progresivamente alcistas, cuando las noticias económicas son mejores que nunca y cuando se incrementa el volumen especulativo y la participación pública. En esta última fase, los inversores astutos mencionados anteriormente comienzan a "distribuir", antes de que nadie empiece a vender, todo lo que comenzaron a "acumular", cuando nadie quería comprar.
Las medias deben confirmarse entre ellas: Dow quería decir que no podía darse ninguna señal importante, a no ser que ambas medias dieran la misma señal, confirmándose así la una a la otra. No creía que las señales tuvieran que darse a la vez, pero sí que un intervalo más corto entre señales proporcionaba una mayor confirmación. Cuando ambas medias divergían, Dow asumió que todavía la tendencia no había comenzado. El volumen debe confirmar la tendencia: El volumen es un factor importante a la hora de confirmar la tendencia. El volumen debería expandirse o incrementarse en la dirección de la tendencia principal. Dow consideraba que el volumen era un indicador secundario. Él basaba sus verdaderas señales de compra y venta en los precios de cierre. Se presume que una tendencia está en vigor hasta que da señales definitivas de que ha retrocedido: La tarea más difícil para un seguidor de la Teoría de Dow, o para cualquier seguidor de tendencia, es ser capaz de distinguir entre una corrección secundaria normal en una tendencia existente, y el primer tramo de una nueva tendencia en la dirección opuesta. Los valores como indicadores económicos: Aparentemente, Dow nunca tuvo la intención de usar su teoría para pronosticar la dirección del mercado de valores. Su verdadero valor era usar la dirección del mercado de valores como un indicador barométrico de las condiciones generales de los negocios. Dow estuvo entre los primeros en reconocer la utilidad de los promedios bursátiles como claros indicadores económicos.
1.2. Algunas críticas al enfoque técnico En cualquier debate sobre el enfoque técnico aparecen preguntas, una de las cuales está relacionada con la profecía del autoconocimiento. Otra de las cuestiones es si los datos sobre precios pasados se pueden usar para pronosticar la futura dirección de los mismos. Los críticos generalmente dicen algo así: "Los gráficos nos dicen dónde ha estado el mercado, pero no nos pueden decir dónde va". Por el momento, dejaremos de lado la respuesta obvia de que un gráfico no le dirá nada a quien no sepa interpretarlo. La teoría del paseo aleatorio cuestiona que los precios presenten tendencias y duda de que cualquier técnica de pronósticos pueda superar a una sencilla estrategia de comprar y mantener. Todas estas preguntas merecen una respuesta. La profecía del auto cumplimiento La cuestión de si funciona una profecía del autocumplimiento parece preocupar a mucha gente porque se plantea con frecuencia. Ciertamente se trata de una preocupación válida, pero de una importancia mucho menor de lo que la gente piensa. Tal vez la mejor forma de tratar esta cuestión es citar un texto que discute algunas de las desventajas de utilizar patrones de gráficos: El uso de la mayoría de patrones de gráficos ha sido ampliamente publicado en los últimos años. Muchos operadores están familiarizados con dichos patrones y a menudo actúan sobre ellos de forma concertada, lo que crea una "profecía del auto cumplimiento", del mismo modo que se crean olas de compras y ventas como respuesta a patrones "alcistas" o "bajistas"... Los patrones de gráficos son casi completamente subjetivos. No hay ningún estudio que haya podido cuantificarlos matemáticamente. Literalmente existen en la mente de quien los ve.
Estas dos críticas se contradicen y el segundo punto en realidad anula al primero. Si los modelos de gráficos son "completamente subjetivos" y existen "en la mente de quien los ve", resulta difícil imaginar cómo todo el mundo podría ver lo mismo al mismo tiempo, que es la base de la profecía del auto cumplimiento. Los críticos de los gráficos no pueden pretender ambas cosas. Por un lado, no pueden criticar los gráficos por ser tan objetivos y obvios que todo el mundo reacciona de la misma manera al mismo tiempo (causando así que el patrón de precios se cumpla) y también criticar los gráficos por ser demasiado subjetivos. La realidad de la cuestión es que los gráficos son muy subjetivos. Interpretar gráficos es un arte (aunque probablemente la expresión "habilidad" sería más adecuada). Los patrones de gráficos pocas veces son tan claros como para que incluso chartistas experimentados se pongan de acuerdo en su interpretación. Siempre hay un elemento de duda y desacuerdo. Existen muchos enfoques diferentes del análisis técnico que a menudo no concuerdan el uno con el otro. Aunque la mayoría de los técnicos estuvieran de acuerdo en un pronóstico de mercado, no todos entrarían a dicho mercado necesariamente en el mismo momento y de la misma manera. Algunos intentarían anticipar la señal del gráfico y entrar al mercado temprano; otros aprovecharon el "ataque" señalado por un patrón o indicador dado. Y también están los que esperarían a la retirada posterior al ataque antes de entrar en acción. Todo esto indica que la posibilidad de que todos los técnicos actúen al mismo tiempo y del mismo modo es realmente bastante remota. Incluso si la profecía del auto cumplimiento fuera muy preocupante, probablemente se auto corregiría por naturaleza. En otras palabras, los operadores se basaron mucho en los gráficos hasta que sus acciones concertadas comenzarán a afectar o distorsionar a los mercados. Cuando se dieran cuenta de lo que estaba sucediendo, o bien dejarían de utilizar los gráficos o ajustarán sus tácticas negociadoras. Por ejemplo, podrían intentar actuar antes de que llegara la multitud o esperar un poco para mayor confirmación. Por lo tanto, aunque la profecía del auto cumplimiento fuera un verdadero problema a corto plazo, tendería a autocorregirse. Debe tenerse en cuenta que los mercados al alza y a la baja sólo se dan y se mantienen cuando están justificados por la ley de la oferta y la demanda. Los técnicos no tienen posibilidad de causar un movimiento importante del mercado con su mera fuerza de compra y de venta, porque si esto fuera así, todos serían muy ricos en poco tiempo. De mucha mayor preocupación para los chartistas es el tremendo crecimiento del uso de sistemas técnicos de contratación computarizada en el mercado de futuros. Estos sistemas mayoritariamente siguen las tendencias por naturaleza, lo que significa que están todos programados para identificar y contratar las tendencias más importantes. Con el crecimiento de la gestión de tesorería profesional en el sector de los futuros, y la proliferación de fondos públicos y privados de múltiples millones de dólares que utilizan estos sistemas técnicos en su mayoría, existen enormes concentraciones de dinero detrás de un puñado de tendencias existentes. Dado que el universo de los mercados de futuros es todavía bastante pequeño, el potencial que tienen estos sistemas de distorsionar el movimiento de los precios a corto plazo está creciendo. De todos modos, incluso en los casos que existe distorsión, generalmente son a corto plazo por naturaleza y no crean grandes movimientos. Una vez más, hasta el problema de sumas concentradas de dinero que usan sistemas técnicos probablemente se autocorrige, y si todos los sistemas comenzarán a hacer lo mismo al mismo tiempo, los operadores realizan ajustes y sus sistemas serían más o menos sensibles. La profecía del auto cumplimiento se considera generalmente como una crítica de los gráficos, pero sería más adecuado calificarla de cumplido. Después de todo, para que una técnica de pronósticos sea tan conocida que comience a influir sobre los hechos, tiene que ser bastante buena. Sólo podemos especular con respecto a los motivos por los que esta preocupación pocas veces se expresa con relación al uso del análisis fundamental.
¿Se puede usar el pasado para predecir el futuro? Otra cuestión que se plantea a menudo es la validez de usar información sobre precios antiguos para predecir los precios futuros. Resulta sorprendente la frecuencia con la que los críticos del enfoque técnico plantean esta cuestión, porque cualquier método conocido de hacer pronósticos, desde los del tiempo atmosférico hasta los de análisis técnico, se basan completamente en el estudio de datos anteriores. ¿Qué otra clase de datos hay para trabajar? El campo de la estadística distingue entre la estadística descriptiva y la inductiva. La estadística descriptiva se refiere a la representación gráfica de los datos, por ejemplo, datos sobre precios en un gráfico de barras común. La estadística inductiva se refiere a las generalizaciones predicciones o extrapolaciones que pueden resultar de los datos. Por lo tanto, el gráfico de precios aparece bajo el epígrafe de descriptivo, mientras que el análisis que realizan los técnicos de esos datos sobre precios pertenece al campo de lo inductivo. Como dice un texto sobre estadística: "El primer paso en el pronóstico del futuro empresarial o económico consiste en recoger observaciones del pasado" (Freund y Williams). El análisis de gráficos es simplemente otra forma de análisis de series temporales basada en el estudio del pasado, que es exactamente lo que se hace en todos los tipos de series temporales. El único tipo de información sobre el que alguien puede trabajar es información pasada, y sólo podemos hacer una estimación del futuro mediante la proyección de experiencias pasadas hacia dicho futuro. Parece, entonces, que el uso de datos sobre precios antiguos para predecir el futuro en el análisis técnico se fundamenta en unos conceptos estadísticos sólidos. Si alguien quisiera cuestionar seriamente este aspecto del pronóstico técnico, tendría que cuestionar también la validez de todas las otras formas de hacer pronósticos que se basan en datos históricos, algo que incluye todos los análisis económicos y fundamentales.
La teoría del random walk (paseo aleatorio) La Teoría del Paseo Aleatorio, desarrollada e impulsada en la comunidad académica, dice que los cambios en los precios son "serialmente independientes" y que la historia de los precios no es un indicador de confianza de la futura dirección de los mismos. En resumen, los precios se mueven de forma aleatoria e impredecible. La teoría se basa en la hipótesis del mercado eficiente, que dice que los precios fluctúan de forma aleatoria alrededor de su valor intrínseco. También mantiene que la mejor estrategia de mercado a seguir, sería una estrategia sencilla de "comprar y mantener", en contraposición a cualquier intento de "vencer al mercado". Aunque hay pocas dudas de que existe una cierta cantidad de aleatoriedad o "ruido" en todos los mercados, simplemente no es realista creer que todos los movimientos de precios son aleatorios. Ésta puede ser una de esas áreas en las que la observación empírica y la experiencia práctica resultan más útiles que las sofisticadas técnicas estadísticas, que parecen ser capaces de probar cualquier cosa que el usuario tenga en mente o ser incapaces de refutar nada. Valdría la pena tener presente que la aleatoriedad sólo se puede definir en el sentido negativo de la incapacidad de descubrir modelos sistemáticos en los movimientos de precios. El hecho de que los académicos no hayan podido descubrir la presencia de estos patrones no prueba que no existan. Los académicos debaten si la tendencia de los mercados tiene poco interés para el analista u operador medio que se ve obligado a actuar en el mundo real donde las tendencias del mercado son claramente visibles. Si el lector tiene alguna duda sobre este punto, un vistazo a cualquier libro de gráficos (elegido al azar) le demostrará la presencia de tendencias de una forma muy gráfica. ¿Cómo explican los "paseantes aleatorios" la persistencia de estas tendencias si los precios son serialmente independientes, lo que significa que lo sucedido ayer, o la semana anterior, no tiene relación con lo que puede suceder hoy o mañana? ¿Cómo explican el provechoso historial de "vida real" de muchos sistemas que siguen las tendencias? Parece dudoso que la evidencia estadística alguna vez vaya a probar o refutar totalmente la teoría del paseo aleatorio. Sin embargo, la idea de que los mercados son aleatorios es completamente rechazada por la comunidad técnica. Si los mercados fueran realmente aleatorios, ninguna técnica de pronósticos funcionaría. Lejos de refutar la validez del enfoque técnico, la hipótesis del mercado eficiente está muy cerca de la premisa técnica de que los mercados lo descuentan todo. Los académicos piensan, sin embargo, que debido a que los mercados descuentan rápidamente toda la información, no hay forma de sacar partido de dicha información. La base del pronóstico técnico, ya vista es que la información importante del mercado aparece descontada o reflejada en el precio del mercado mucho antes de que sea conocida. Sin quererlo, los académicos han expresado de forma harto elocuente la necesidad de seguir de cerca los movimientos de los precios y la inutilidad de intentar beneficiarse de información fundamental, al menos a corto plazo. Finalmente, parece justo observar que cualquier proceso resultará aleatorio e impredecible para aquellos que no comprendan las reglas con las que opera dicho proceso. Un electrocardiograma, por ejemplo, a un lego le parecerá como un montón de ruidos aleatorios, pero a una persona con formación médica, todas esas señales acústicas le parecerán normales y para nada aleatorias. El funcionamiento de los mercados puede parecer aleatorio a aquellos que no se han tomado el tiempo necesario de estudiar las reglas de comportamiento de los mercados. La ilusión de aleatoriedad desaparece gradualmente a medida de que mejora la habilidad para interpretar gráficos. Un cierto número de universidades norteamericanas han comenzado a explorar las finanzas conductistas, una disciplina que sostiene que la psicología humana y los precios de los valores están interrelacionados. Tal cosa, claro está, es la base fundamental del análisis técnico.
1.3. Ramas del estudio del análisis técnico 1.3.1 Análisis gráfico o chartismo El análisis gráfico o chartista es la ciencia que se dedica a la observación de la evolución de los mercados a partir de su representación gráfica. Los gráficos muestran, con todo detalle, la evolución o historia de cualquier valor cotizado, incluyendo los cambios de precios y el volumen de negociación. Dentro de este tipo de análisis se enmarca la teoría de la onda de Elliott, que viene a decir básicamente que los mercados siguen un patrón que siempre se repite. Según Elliott, los mercados describen la tendencia principal en avances de cinco ondas y continúan con correcciones desplegadas en tres ondas en contra de esa tendencia principal. 1.3.2 Análisis cuantitativo El análisis cuantitativo trata de eliminar la posible subjetividad desencadenada de la interpretación del gráfico a través del empleo de las matemáticas y fundamentalmente de la estadística. Por ello, los analistas técnicos disponen de una gama muy completa de herramientas como pueden ser los distintos osciladores e indicadores que proporcionan una información vital para el estudio del mercado. Son este tipo de indicadores y osciladores los que vienen a refrendar las posibles interpretaciones de un gráfico de precios. Hay que distinguir entre herramientas que estudian la tendencia (indicadores) y herramientas que estudian lo que puede suceder cuando el mercado se encuentra en plena fase lateral (osciladores). El estudio de estas dos ramas constituye el contenido de los dos siguientes apartados. 1.3.3 Sistemas automáticos de trading Los sistemas automáticos de trading son un conjunto de reglas que pueden ser utilizadas para generar señales de compra y venta de forma automática. La ventaja que aporta un sistema de trading es que permite fijar una disciplina al inversor que utiliza las herramientas de análisis técnico. A través de estos sistemas mecánicos es posible evitar uno de los factores que más dinero acaba contándole al inversor: el emocional. Otro de los beneficios que aporta es la utilización de una aproximación razonada, metodológica y constante a la toma de decisiones de inversión. La tercera de las ventajas que aporta la utilización de estos sistemas automáticos es la posibilidad que tiene el inversor de incorporar a la metodología un sistema de control de riesgo operativo o "money management". Sin un plan para limitar las pérdidas, una mala operación o un error pueden llevar al desastre. La clasificación de un sistema de trading es puramente arbitraria, pero generalmente se considera que la actividad del mercado tiene tres fases, que son: la fase de tendencia, la fase de volatilidad y la fase sin dirección, y cada una de ellas se caracteriza por una actividad específica en el comportamiento de los precios, de manera que para cada tipo de fase podemos crear un sistema automático. Lo que debería hacer un sistema automático es cumplir con las siguientes cuatro reglas básicas: Operar siempre con la tendencia. Cortar las pérdidas de forma temprana. Dejar correr los beneficios. Utilizar un buen control del riesgo ("money management").
No se desarrollará más detalladamente esta rama en este manual, ya que se requeriría un mayor grado de profundización y conocimiento del análisis técnico y de todas sus herramientas.
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