Internet está acelerando la
evolución del sector de medios, que ha estado siempre muy influido por los
desarrollos tecnológicos. Internet afecta sobre todo a la distribución de los contenidos.
La naturaleza inmaterial de éstos aumenta su potencial para ser distribuidos a
través de Internet creando una amenaza de desintermediación para las compañías
tradicionales. Internet, como canal de comunicación, presenta unas
características novedosas que le hacen superar los canales tradicionales:
comodidad, instantaneidad, ubicuidad e interactividad.
El acceso a contenidos de calidad
será un factor clave para conseguir diferenciarse y evitar la
desintermediación. El comercio electrónico supone una nueva fuente de ingresos
para las compañías tradicionales. Se espera una migración del gasto
publicitario desde los soportes tradicionales hacia Internet, debido a las
ventajas que Internet presenta para la publicidad: potencial para conocer los
hábitos de los clientes y para establecer segmentaciones de mercado, potencial
para establecer estrategias de marketing directo o disminución de los costes de
distribución.
El impacto de Internet se sentirá de
forma desigual en los distintos medios, afectando principalmente a la televisión
abierta (debido a la convergencia entre televisión e Internet), a la prensa
generalista y especializada (debido a la migración de los anuncios clasificados
hacia Internet) y a la música. Estimamos que el impacto ser más limitado en los
libros y en la radio. La aparición de Internet ha acelerado la evolución del
sector de medios, que tradicionalmente se ha visto muy afectado por los cambios
tecnológicos. Buena muestra de ello son los recientes acontecimientos, como la
fusión de AOL con Time Warner para crear la mayor compañía de medios del mundo,
o la alianza de Vodafone y Vivendi para crear una plataforma de acceso múltiple
a distintos contenidos, conocida como MAP (Multi Access Portal) que contará con
más de 70 mn de clientes en todo el mundo. Las compañías de medios ha de hacer
frente al difícil dilema estratégico de adaptar los modelos de negocio a la
nueva realidad o mantenerse fieles a las antiguas reglas del juego.
Gran número de compañías están
demostrando su compromiso con la primera opción, acometiendo importantes
inversiones en proyectos para ganar presencia en la red, aunque todavía muchas
de estas iniciativas tienen un carácter más defensivo que ofensivo.