domingo, 10 de diciembre de 2023

Oratoria El Arte De Hablar En Público

Oratoria Profesional 

Oratoria El Arte De Hablar En Público 

© Alexander Alban Alencar 

Agradecimientos 

  1. La publicación de un libro es la conjunción de muchos factores; es como edificar una casa o construir una sofisticada maquinaria. En primer lugar están los factores de orden académico, es decir la imperiosa necesidad de compartir lo aprendido para que otros lo utilicen, transformen y enriquezcan. Ello como parte de ese monstruo del cambio llamado “dialéctica”. 

  2. Por otro lado, tenemos los de carácter económico; “dichoso aquel que en tiempos de crisis, pueda editar un libro...” me decía años atrás, un amigo escritor, y creo que tenía razón, pues muchas veces, “las buenas ideas sin dinero, no valen de mucho”. Pero, desde el punto de vista optimista podemos decir que el factor económico es importante pero no siempre determinante; siempre existirá una forma de lograr nuestros más caros anhelos. 

  3. Pero al margen de estos dos elementos, existe un tercero - el más importante quizá-: el elemento humano. Es a través del amor, cariño y comprensión -que nos prodigan las personas que nos rodean- donde uno encuentra la motivación, la fuerza y la perseverancia para concluir con éxito algo que muchas veces iniciamos como una aventura intelectual; por medio de su colaboración solidaria y moral nos animan a concretizar en un libro, nuestras ideas y experiencias. 

  1. Es en este contexto, que queremos manifestar nuestro agradecimiento a todas aquellas personas de nuestro país y del extranjero, que contribuyeron, con su apoyo decidido y desinteresado a que el presente Manual de Oratoria Profesional 

  2. vea la luz del mundo académico y llegue a las ávidas manos de los amigos lectores que hoy bregan por alcanzar el dominio práctico y efectivo del arte de la oratoria. Sin su apoyo e incentivo, quizá, este libro seguiría durmiendo el sueño de los justos. 

  3. Queremos expresar nuestro agradecimiento a Benjamín Alva Rodríguez. Él ya no esta con nosotros pero su recuerdo permanece en nuestra memoria. Él fué el padre que siempre quisimos tener pero que la vida nos negó; gracias a sus exigencias pudimos adentrarnos en el maravilloso mundo de la lectura, de los resúmenes y de las exposiciones orales. Actividades que años más tarde nos motivaron a incursionar en el campo de la oratoria profesional. ¡Donde estés, papá “Benja” recibe nuestro cariñoso saludo! 

  4. A Salomón Novoa Ortigas, compañero de innumerables cursos de capacitación en oratoria. Tuvimos la suerte de conocerlo en Trujillo y recibir de él, el apoyo para el dictado de nuestro primer curso en esa linda tierra norteña. Aprovechamos la oportunidad para agradecerle la deferencia de dedicarnos su libro “El poder de la palabra”. Juntos aprendimos a valorar el arte de la oratoria que hoy, con justicia, muchos lo consideran como la ciencia de la comunicación oral. 

  5. A las personas que, en estos cinco últimos años, nos brindaron su apoyo económico y supieron esperarnos con mucha paciencia para la cancelación de nuestras facturas. Sin esa tranquilidad creo que jamás hubiéramos tenido una producción intelectual tan significativa y cualitativa como la que hemos dado vida en estos años. Agradecemos esta comprensión, pues nos permite seguir editando nuevos textos y manuales de superación profesional para ponerlos a vuestra disposición. 

  6. A las instituciones públicas y privadas que confiaron en nosotros para lograr la capacitación profesional de su personal; instituciones de las más representativas y prestigiosas de nuestro medio, entre las que se cuentan la Policía Nacional del Perú, las universidades nacionales y privadas, cámaras de comercio, asociaciones de secretarias, bancos, financieras, ministerios públicos, etc. A ellos nuestro agradecimiento por el apoyo brindado. 

  7. A los hermanos mormones pues muchos domingos, cuando éramos niños, nos dieron la oportunidad de salir al frente con pequeños discursos religiosos. Fue nuestro primer contacto con el público; la primera vez que usamos un micrófono y la primera vez que nos sentimos observados por la mirada de un público expectante. Sin esta primera experiencia creo que nunca nos hubiéramos atrevido a seguir incursionando, durante tantos años, en este fascinante arte de la oratoria. 

  8. Nuestro agradecimiento a los colaboradores de “MARKETING MIX; Consultores de Mercadeo EIRL”, en especial a Mariza del Aguila Meléndez y al Prof. Willian Mendoza Vásquez, a este último le debemos la corrección oportuna y eficaz de nuestros más recientes trabajos publicados. Sin su apoyo esta obra no sería tan clara y amena como hemos pretendido hacerla. A él, le deseamos muchos éxitos en la Amazonía peruana, zona donde realiza sus labores culturales. 

  9. De manera especial nuestro agradecimiento a la Sra. Archelly Guzmán Gómez por el apoyo brindado en su prestigioso Centro Comercial. A los oficiales de la P.N.P. Antonio Prieto Torres y a Félix Arauco Ibarra ambos brillantes expositores de nuestra empresa. A Hipólito Guevara Tapia. A los amigos de Yurimaguas; Jorge Pérez Vela, Abdul Vela Wong, Alejandro Vásquez Torres, Alda Doza Peso y Sulmira Lozano Ramírez y en Moyobamba a Alicia Vela y Augusto Ordóñez, mis padrinos. 

  10. Y finalmente, mi agradecimiento a Lelis Vanessa Perea del Aguila, mi esposa y crítica principal de mis últimos trabajos editados, a ella le debo también, la corrección oportuna de muchos errores y las sugerencias oportunas que han permitido que mis libros se publiquen exitosamente. Asimismo mi agradecimiento a dos personas especiales, mis suegros: Alfonso Vela Olórtegui y Lidia Del Aguila García, por su apoyo constante y por su cariño sin igual; a ellos mis respetos y agradecimiento eterno. 

  11. A ellos, y a todas aquellas personas de nuestro país y del extranjero, cuyos nombres por cuestiones de espacio no podemos consignar, les quedamos eternamente agradecidos. Siempre los tenemos en nuestras mentes y en nuestros corazones y les deseamos muchos éxitos en su vida familiar, laboral y académica. Hasta pronto queridos amigos. Quiera el destino que muy pronto estemos nuevamente juntos, si no físicamente, al menos académicamente, a través de un nuevo libro. 

Introducción 

Si hay algo a lo que más temen las personas, exceptuando la muerte, es el miedo a hablar en público. Si, parece sorprendente pero encuestas científicas, realizadas por instituciones de prestigio, demuestran que un gran porcentaje de personas -de todo nivel socio-económico- experimentan un acusado miedo, algunas veces patológico, ante la acción de exponer sus ideas y pensamientos a través de un simple discurso en público. Muchos prefieren declararse “enfermos”, “indispuestos” o “de viaje” antes que enfrentar esta situación peliaguda. 

  1. Pensamos que dichas encuestas reflejan la verdad. Es más, confirmamos sus conclusiones pues, a través de los años que tenemos abocados a la enseñanza de la oratoria, hemos sido testigos de como cientos de personas deseosas de participar en nuestros cursos lo hacían bajo ciertas condiciones. _“Profesor, yo me matriculo pero... no me voy a sacar al frente”. Felizmente en nuestros cursos nunca obligamos a nadie a “salir al frente”. Tenemos un método infalible que se inicia creando confianza y seguridad en el participante, luego, él sale solo sin que nadie lo presione. 

  2. Siempre precisamos que la oratoria no es “el arte de sentarse en público” sino más bien “el arte de hablar en público”. Y somos enfáticos al decir: _ “Si usted sólo vino a sentarse y a ‘ver’ como habla el profesor, está perdiendo su tiempo y su dinero”. Aprender oratoria es como aprender a nadar, nadie aprende a nadar si no se mete al agua y nadie aprende a hablar en público sino lo hace frente a sus semejantes. En nuestras clases todo es gradual y motivador, por ello tenemos la satisfacción de haber contribuido en la capacitación exitosa de miles de personas. 

  3. Es objetivo del presente Manual de Oratoria Profesional inculcar un conjunto de principios, técnicas y procedimientos que permitan conocer, dominar y aplicar en forma objetiva el arte de hablar en público, de tal forma que podamos sobresalir como excelentes oradores en todas las esferas donde desenvolvemos nuestra vida física, social, afectiva y laboral. A través de cada una de las lecciones encontraremos las pautas teóricas que nos guiarán por el mundo de la elocuencia y junto a ellas, los ejercicios prácticos que deberán ejecutarse para un dominio efectivo de la oratoria. 

Es nuestro deseo queridos amigos, que a través de la utilización del presente manual se puedan cumplir a plenitud los siguientes objetivos específicos: 

  • Dominar el miedo y la timidez 

  • Hablar con claridad y facilidad 

  • Elaborar y exponer nuestros discursos 

  • Conocer las técnicas de presentación en público, y Ser excelentes Maestros de Ceremonias 

El arte de la elocuencia es una actividad que consideramos, debe ser enseñada desde los niveles inferiores de la educación escolar. A nuestros hijos se les enseña a escribir, a leer y algunas veces a pensar. Pero nunca, o casi nunca, se les enseña a hablar con claridad y facilidad, de ahí que cuando éstos llegan a adultos se sienten acomplejados o aterrados ante la idea de exponer sus pensamientos, conocimientos y sentimientos ante un público numeroso y desconocido. La oratoria no es un curso más para el hombre, es el mejor curso para la vida. 

  1. En el primer capítulo; “El arte de hablar en público”, abordaremos lo relacionado a este antiquísimo arte de la elocuencia, sus orígenes, sus principales forjadores y algunos aspectos teóricos y conceptuales que serán minuciosamente explicados para un mejor aprendizaje. En el segundo capítulo; “La confianza y seguridad personal”, presentaremos un estudio sobre el miedo oratorio y la forma negativa como éste influye en nuestra personalidad. Es un fenómeno psíquico - paralizante que debemos dominar para lograr confianza y seguridad personal. 

  2. En el tercer capítulo; “La voz humana”, trataremos detalladamente sobre la expresión oral; partiendo por la respiración diafragmática y continuando luego, por la vocalización y articulación correcta de los sonidos que produce la voz humana, para finalizar con efectivos ejercicios prácticos. En el cuarto capítulo; “Técnicas correctas de presentación en público”, analizaremos al público, los tipos de participantes en una reunión oratoria y sobre todo, que hacer y qué no hacer cuando se está frente al público y por supuesto, la forma de retirarse después de la participación oratoria. 

  3. En el quinto capítulo; “Técnicas de acción oratoria”, veremos como la oratoria se vale de los ademanes de nuestras manos y brazos, de los gestos de nuestro rostro y del movimiento de nuestro cuerpo, para transmitir con eficacia un mensaje o para dar mayor énfasis a las palabras. En el sexto capítulo; “Elaboración y exposición de discursos”, explicaremos minuciosamente la forma de elaborar discursos, las partes que lo componen, los tipos que existen, las precauciones que se deben tener en cuenta y las formas de disfrutarlos correctamente. 

  4. En el séptimo capítulo; “La oratoria individual”, veremos lo concerniente a la práctica oratoria en la que un solo orador hace uso de la palabra ante un grupo de personas que lo escuchan sin intervenir. Se enseñará a elaborar discursos individuales propios del ámbito social y académico. En el octavo capítulo; “La oratoria deliberativa”, incursionamos en el campo de la oratoria grupal, es decir cuando más de un orador, a su turno, hacen uso de la palabra ante un auditorio con el ánimo de buscar solución a un problema en común. Prima el debate o discusión. 

  5. En el noveno capítulo; “Las ayudas audiovisuales”, veremos como el orador se apoya en el uso de estos instrumentos para dar realce visual y auditivo a sus exposiciones. Entre las más modernas encontramos el Data Show, el Power Point, el Proyector de Transparencias, etc. En el décimo capítulo; “Organización y Conducción de Ceremonias” tocaremos lo relacionado a la maestría de ceremonias, es decir a la organización y conducción de ceremonias oficiales (protocolares), institucionales y sociales que todo orador debe conocer y dominar. 

  6. Esperamos de corazón, queridos amigos, que el presente libro satisfaga plenamente sus expectativas y les ayude a cumplir satisfactoriamente sus objetivos personales de erigirse en excelentes oradores. Las clases en él consignadas, acompañadas de su deseo ferviente por dominar el arte de la oratoria, harán de usted, con la respectiva práctica, un orador de excelencia capaz de persuadir, enseñar, conmover y agradar con la palabra hablada. ¡Adelante amigo, el mundo es de los triunfadores y usted es un triunfador! 

Alexander Albán Aléncar. 

Capítulo I El Arte De Hablar En Público 

1. Conceptos Generales Sobre Oratoria 

La oratoria ha sido utilizada por el hombre desde tiempos inmemoriales; en su condición natural de ser social y gregario, siempre ha necesitado de un medio efectivo para transmitir sus impresiones y vivencias –la oratoria constituye un medio oral que por miles de años ha demostrado su efectividad- de ahí que, aún, en nuestra moderna sociedad; computarizada e informatizada, su uso continúe vigente y sea motivo de esmerado estudio para lograr su dominio y correcta utilización. 

Para efectos de enseñanza de la oratoria nosotros planteamos la siguiente definición: 

"CONJUNTO DE PRINCIPIOS Y TÉCNICAS QUE PERMITEN EXPRESARNOS, PRINCIPALMENTE DE MANERA ORAL, CON CLARIDAD, FACILIDAD Y SIN TEMORES, ANTE UN PÚBLICO NUMEROSO Y VARIADO, CON LA INTENCIÓN DE TRANSMITIR UN DETERMINADO MENSAJE". 

Es importante precisar, también, que la Real Academia de la Lengua Española define a la oratoria como el “arte de hablar con elocuencia; de deleitar, persuadir y conmover por medio de la palabra.” Un concepto que se complementa armoniosamente con la definición que consignamos en líneas anteriores. 

Por otro lado, la palabra oratoria tiene dos sinónimos de uso frecuente; retórica y elocuencia. El primero, del griego “rhetor” (orador), “arte del bien decir, de embellecer la expresión de los conceptos, de dar al lenguaje escrito o hablado la eficacia adecuada para deleitar, persuadir o conmover” y el segundo, “facultad de hablar o escribir de modo eficaz para deleitar, conmover y persuadir”. 

 

La oratoria es el “arte de hablar con elocuencia; de deleitar persuadir y conmover por medio de la palabra.” En la imagen Al Gore, ex - vicepresidente estadounidense. Biblioteca de Consulta Microsoft ® Encarta ® 2005. 

Junto a estos términos suelen aparecer otros que parecieran estar relacionados con oratoria y que bien podríamos tomar por sinónimos, pero no. Sus significados –como bien lo hacen notar otros autores- presentan marcadas diferencias e incluso los hacen ajenos a la práctica oratoria. Estos términos son; verborrea, facundia, labia, parlotería, charloteo, prosopopeya y monserga. Todos estos tienen el común denominador de “hablar mucho y no decir nada”. No confundir al verdadero orador con un charlatán verbo elocuente. 

Finalmente, recordemos que la oratoria está enmarcada en el ámbito de las ciencias sociales, ella estudia al hombre en su relación con el medio social en el que se desenvuelve. Un medio que no siempre resulta agradable para quienes viven incomunicados con sus semejantes; pero, felizmente, la oratoria nos enseña a expresarnos con propiedad y elegancia, a conocer y a utilizar correctamente nuestro idioma y a transmitir nuestros discursos de manera eficaz. Como toda actividad humana, su dominio exitoso requiere de constante práctica. 

2. Breve Reseña Histórica De La Oratoria 

Numerosos tratados sobre oratoria y/o retórica que datan de los tiempos laborales de los griegos cobran actual vigencia en nuestra globalizada sociedad; lógicamente, a ellos se suman las contribuciones de los romanos –continuadores del esplendor cultural de los helenos- de aquellos tiempos nos han llegado importantes tratados sobre oratoria: los de Aristóteles; “Arte retórica”, los de Cicerón; “De la invención”, “Del Orador” y “De la Perfección Oratoria”, y el de Quintiliano; “Instituciones oratorias”. 

QUINTILIANO (c. 35-c. 95) 

“Institutio Oratoria” constituye su obra más famosa. En ellos trata sobre los métodos, fundamentos y técnicas de la enseñanza y de la oratoria. Encarta ® 2005

Pero, al margen de la grandeza oratoria de estas dos civilizaciones clásicas –griega y latina- podemos decir también, que nuestro país tiene un rico pasado en lo que a la práctica oratoria se refiere. Desde épocas preincaicas, según cronistas e historiadores, se hizo uso activo de la expresión oral en el territorio de nuestro actual país. No sólo para transmitir ideas o pensamientos, sino para preservar la propia “historia” de los pueblos del Tahuantinsuyo; en algunos casos, a través de los amautas y en otros, por medio de los quipucamayocs. 

La expresión oral en una sociedad ágrafa –sin escritura- se convertía más que un arte en una imperiosa necesidad para preservar el pasado, la cultura, los conocimientos y la tecnología. A través de la transmisión oral, de generación en generación, se comunicaban infaliblemente mitos, leyendas y tradiciones para su perpetuación y difusión. Sino, no nos explicamos como un pueblo sin escritura pudo conquistar gran parte del territorio americano y enseñorearse culturalmente sobre él. Indudablemente la oratoria de aquellos tiempos era completamente diferente a la usada hoy. 

En la época de la “Conquista” la retórica hispánica se orientó principalmente a insuflar valor a las huestes invasoras para que pudieran enfrentar con valor al más colosal de los ejércitos americanos. Las palabras de Pizarro, exhortando a sus hombres en la Isla del Gallo -para que no lo abandonaran- constituyen quizás, uno de los discursos más antiguos pronunciados por estas latitudes. Asimismo, los discursos de los funcionarios de la Corona exhortando a los antiguos peruanos –quechuahablantes- a someterse al Rey de España, constituían discursos formales que prolongaba, muchas veces, cruentas incursiones genocidas. 

En la época de la Colonia, luego de la “Conquista”, surge lo que bien podríamos llamar “primeros oradores profesionales”. Su labor más característica era la de componer extravagantes y rimbombantes discursos para saludar la llegada de un nuevo virrey. El pueblo entero, con los oradores a la cabeza, partía hacía el Callao para escuchar la disertación que, por turnos, hacían estos señores. Eran piezas de retórica apologística, plagadas de elogios que hacían a un personaje que ni siquiera conocían 

Durante la gesta emancipadora, los “peruanos”, es decir de aquellos que se identificaban con la tierra donde habían nacido -y ya no con la metrópoli española- iniciaron jornadas independentistas para liberarse del yugo español. Estos precursores e ideólogos de la independencia se valieron tanto de sus escritos como de sus encendidos discursos, para inflamar la vena política y crear ese sentimiento de rebeldía y nacionalismo que permitió, años después, la independencia nacional. 

Durante las luchas por la independencia, los caudillos militares supieron inflamar de valor a sus huestes con bizarros discursos militares, inculcando a través de sus palabras el amor a la patria americana y el valor y coraje para desligarse de la metrópoli española. Aun hoy se escuchan en nuestros oídos, las palabras vibrantes del Generalísimo Don José de San Martín al exclamar, en el más famoso de todos sus discursos: “¡El Perú es libre e independiente por la voluntad general de los pueblos y de la causa que Dios defiende...!” ¡Viva la patria! ¡Viva el Perú! 

Con el advenimiento de la República, la oratoria se convierte en instrumento aglutinador y forjador de la identidad nacional. Como medio de trasmitir ideas, pensamientos y doctrinas, comienza a ser utilizado por los primeros presidentes del Perú; Manuel Pardo, Nicolás de Pierola y Augusto Leguía y por supuesto por los políticos más destacados; con su verbo radical y sus nuevas doctrinas filosóficas, pretenden crear conciencia para la creación de un nuevo Perú. Entre ellos tenemos a González Prada y a Haya de la Torre. 

En épocas contemporáneas resaltan las figuras del arquitecto Fernando Belaunde Ferry -un orador inspirado que a decir de muchos, “leía” sin texto- sus palabras utilizadas con propiedad, eran un llamado constante a la defensa de los valores democráticos. Destaca también la figura de Alan García Pérez -aprista que recordaba los viejos tiempos de don Víctor Raúl Haya de la Torre dueño de una oratoria torrencial y apasionada que muchas veces caía con facilidad, en la demagogia y el dramatismo oratorio. 

De Alberto Fujimori Fujimori –penúltimo presidente- se puede decir que fué una persona carente de dotes oratorios, pero que este detalle parecía no importarle porque “otros” eran sus métodos para “convencer” a sus oyentes. En la actualidad tenemos a un Alejandro Toledo Manrique, que a decir de muchos es un destructor de las normas del buen hablar; sus alocuciones son una mezcolanza de español e inglés mal hablados y fuera de cualquier contexto lingüístico, a decir de sus críticos prima en él una predilección irrefrenable hacia la mitomanía. 

El Futuro De La Oratoria: 

Junto a esta breve reseña histórica, vemos como a nivel nacional e internacional los viejos tratados de oratoria -griega y romana- cobran inusitada vigencia para ser aplicados casi con desesperación por millones de personas que pugnan por dominar con eficacia el arte de expresarse con claridad y facilidad ante un público numeroso y variado. Por supuesto, dichos textos son modernizados y adaptados a las necesidades del hombre del siglo XXI de tal forma que el interesado pueda resaltar su personalidad y convertirse en líder del llamado Tercer Milenio. 

Tal es la importancia que reviste la elocuencia en la coyuntura actual, que personas como Salomón Novoa -con el apoyo de prestigiosos expositores nacionales- se encuentran abocados a promover la instauración del 10 de Noviembre como el “Día de la Oratoria” y por extensión como el día del orador, ello en honor a San León Magno -murió el 10 de noviembre del año 461- famoso por su intervención ante Atila, Rey de los Hunos, a quien persuadió a través de su gran verbilocuencia- a que no invadiera ni destruyera la ciudad de Roma. 

Y por si esto fuera poco, los oradores cuentan también con un “Padre”, el ateniense Demóstenes (384 – 322 a.C.) pionero de la elocuencia a quien consideramos desde hace mucho tiempo, como el Padre de la Oratoria. “Su caso - como dice Novoa- es un ejemplo de superación y perseverancia, pues a pesar de su tartamudez natural, llegó a convertirse en el más brillante orador de su época...” La efeméride, el Santo patrón y el Padre de la oratoria son elementos que identifican, cohesionan y caracterizan a todos los oradores. 

 

DEMÓSTENES: 

Uno de los grandes oradores de la antigua Grecia, pronunció convincentes discursos contra los reyes macedonios a los que consideraba una amenaza para la libertad de los griegos. Aquí aparece declamando en una playa. Encarta ® 2005 

3. Clasificación De La Oratoria 

La oratoria, como arte del buen decir, se puede clasificar un tanto arbitrariamente, en dos grandes grupos. Para esta clasificación se tiene en cuenta la gran variedad de matices de los discursos, la persona o personas que lo pronuncian y la ocasión en que se hace uso de él. Ello indudablemente se complica más, cuando entra a considerarse el tipo de público, el lugar donde se pronuncia, la forma como se pronuncia y los fines que se persiguen. Por eso, teniendo en cuenta los elementos descritos anteriormente, podemos establecer la siguiente clasificación: 

1° Según El Tema Y El Ámbito Profesional: 

 Este tipo de oratoria involucra exposiciones especializadas, es decir, las utilizadas por personas que tienen en común una misma profesión, arte u oficio y que en tal sentido desarrollan una práctica oratoria que con el devenir del tiempo se constituye por derecho de uso, en una práctica exclusiva del referido grupo humano. En ese sentido tenemos una clasificación muy amplia que comprende los siguientes tipos: 

a) Oratoria Social: 

Llamada también oratoria sentimental, ceremonial o augural. Es la que tiene por ámbito propio, las múltiples ceremonias en las que le toca participar al ser humano en general; sean estas en el hogar, comunidad o a nivel institucional, académico o laboral. 

b) Oratoria Pedagógica: 

Es el arte de transmitir conocimientos y cultura general a través de la palabra hablada. Llamada también didáctica o académica. Su objeto específico es enseñar, informar y/o transmitir conocimientos. Usada por los profesores, catedráticos y educadores. 

c) Oratoria Forense: 

Es la que tiene lugar en el ejercicio de la ciencia jurídica. Se le conoce también como Oratoria Judicial y es utilizada en exclusiva, en el ámbito de la jurisprudencia para exponer con claridad y precisión los informes orales de jueces, fiscales y abogados. 

d) Oratoria Política: 

Su esencia es exponer o debatir todas las cuestiones relacionadas con el gobierno de la actividad pública, pero partiendo de los principios e ideas políticas que ostenta el orador. Es utilizada en épocas electorales para persuadir y convencer a los votantes. 

e) Oratoria Religiosa: 

Denominada "homilía" u oratoria "sacra”. Es el arte de elaborar y disertar sermones a partir de la palabra de Dios, plasmada en la Biblia u otros libros religiosos. Trata sobre asuntos de fe y religión. Usada por predicadores, curas, pastores y misioneros. 

 

ORATORIA SACRA O RELIGIOSA 

En la foto el finado Juan Pablo II brindando un discurso sacro u homilía al mundo católico. Biblioteca de Consulta Microsoft ® Encarta ® 2005.

f) Oratoria Militar: 

Es la oratoria propia del ámbito castrense (FF.AA. y FF.PP.) tiene por objeto instruir la defensa y el amor por la patria y estimular las virtudes heroicas en los soldados. Los discursos en este tipo de oratoria son casi siempre leídos, pocas veces son espontáneos. 

g) Oratoria Artística: 

Su objeto es producir placer estético. Involucra crear belleza con la voz, de modo que regocije el espíritu de los oyentes. Es usado por cantantes y artistas: teatrales, cineastas y televisivos. Asimismo lo utilizan los animadores, maestros de ceremonia y locutores radiales. 

h) Oratoria Empresarial: 

Llamada "Management Speaking"; es usada por los hombres de negocios; empresarios, gerentes, vendedores y relacionistas públicos. Su esencia lo constituyen las relaciones humanas y la persuasión, para lograr el cumplimiento de los fines y objetivos empresariales. 

 

ORATORIA EMPRESARIAL 

En la foto un grupo de empresarios haciendo uso de sus dotes oratorias para persuadir a sus clientes. (Tomado del CLIPART de Microsoft Word). 

2° Según La Actitud De Comunicación Del Orador: 

Cuando el orador se encuentra en actitud de comunicación oral con sus semejantes, puede transmitir su mensaje de dos maneras: en forma individual; cuando sólo él hace uso de la palabra para dirigirse hacía un grupo de personas que lo escucha sin intervenir o, en forma cooperativa; cuando un grupo de oradores de forma alternada –según el turno establecido- se dirigen al público, buscando entre todos, a través de la discusión, una opinión o decisión común. 

En el primer caso la oratoria es individual y entre sus formas más clásicas encontramos: 

  • La Conferencia 

  • Discurso conmemorativo 

  • Discurso inaugural 

  • Discurso de presentación 

  • Discurso de bienvenida 

  • Discurso de ofrecimiento 

  • Discurso de aceptación 

  • Discurso de agradecimiento 

  • Discurso de despedida 

  • Discurso de augurio 

  • Discurso de sobremesa 

  • El Brindis 

  • Discurso fúnebre 

  • Discurso radiado 

  • Discurso televisado 

En el segundo caso se denomina deliberativa o de grupo y entre sus formas más saltantes encontramos las siguientes: 

  • La Conversación 

  • La Entrevista 

  • La Asamblea 

  • La Mesa redonda 

  • El Simposio 

  • El Debate 

  • El Foro 

  • El Cónclave, etc. 

Una y otra forma de oratoria, según la actitud de comunicación del orador, comprende especies propias con procedimientos particulares y acordes a las exigencias de cada una de ellas. En la oratoria individual prima por ejemplo, la exposición 

mientras que en la oratoria deliberativa se enseñorea la discusión

Vargas Llosa Y La Oratoria Peruana: 

Si bien es cierto, la clasificación de la oratoria se debe a múltiples criterios, es importante tener presente aquel que tiene como punto de referencia “la actitud de comunicación del orador” por ello, es conveniente en esta parte de nuestro manual, transcribir las apreciaciones del gran novelista peruano -Dr. Mario Vargas Llosa 

en torno al tipo peculiar de oratoria practicada en nuestro país y que él tuviera a bien consignar en su libro “El pez en el agua”. A continuación sus apreciaciones. 

“… Hablar en plazas públicas era algo que no había hecho nunca, antes de la Plaza San Martín. Y es algo para lo cual haber dado clases y conferencias no sirve o, más bien, perjudica. En Perú la oratoria se ha quedado en la etapa romántica. El político sube al estrado a seducir, adormecer, arrullar. Su música importa más que sus ideas, sus gestos más que los conceptos. La forma hace y deshace el contenido de sus palabras. El buen orador puede no decir absolutamente nada, pero debe decirlo bien. Que suene y luzca, es lo que importa. 

La lógica, el orden racional, la coherencia, la conciencia crítica de lo que está diciendo son un estorbo para lograr aquel efecto, que se consigue sobre todo con las imágenes y metáforas impresionistas, latiguillos, figuras y desplantes. El buen orador político latinoamericano está más cerca de un torero o de un cantante de rock que el de un conferencista o un profesor: su comunicación con el público pasa por el instinto, la emoción, el sentimiento, antes que por la inteligencia. 

Michel Leiris comparó el arte de escribir con una tauromaquia, bella alegoría para expresar el riesgo que debería estar dispuesto a correr el poeta o el prosista a la hora de enfrentarse a la página en blanco. Pero la imagen conviene todavía mejor al político que, desde lo alto de unas tablas, un balcón o el atrio de una iglesia, encara a una multitud enfervorizada. Lo que tiene al frente es algo tan rotundo como un toro de lidia, temible y al mismo tiempo tan ingenuo y manejable que puede ser llevado y traído por él si sabe mover con destreza el trapo rojo de la entonación y el ademán. 

MARIO VARGAS LLOSA (1936- ) 

Escritor realista. Fecundo creador y político demócrata conservador, es uno de los intelectuales peruanos más renombrados de la actualidad. Encarta ® 2005. 

La noche de la Plaza San Martín, me sorprendió descubrir lo frágil que es la atención de una multitud y su psicología elemental, la facilidad con que puede pasar de la risa a la cólera, conmoverse, enardecerse, lagrimear, al unísono con el orador. Y lo difícil que es llegar a la razón de quienes asisten a un mitin antes que a sus pasiones. Si el lenguaje del político consta en todas partes de lugares comunes, mucho más donde una costumbre secular lo mudó en arte encantatorio. 

Hice cuanto pude para no perseverar en aquella costumbre y traté de usar los estrados para promover ideas y divulgar el programa del Frente, evitando la demagogia y el cliché: Pensaba que esas plazas eran el sitio ideal para dejar sentado que votar por mí era hacerlo por unas reformas concretas, a fin de que no hubiera malentendidos sobre lo que pretendía hacer ni sobre los sacrificios que costaría. 

Pero no tuve mucho éxito en ninguna de las dos cosas, porque los peruanos no votaron por ideas en las elecciones y porque, a pesar de mis prevenciones, muchas veces noté- sobre todo cuando la fatiga me vencía- que, de pronto, resbalaba también por el latiguillo o el exabrupto para arrancar el aplauso...” (Vargas Llosa, 1,993 pp.172, 173) 

4. Importancia Y Fines De La Oratoria 

Importancia De La Oratoria 

 En año el 450 a. C. el pensador ateniense Pericles acuñó magistralmente la frase "El que sabe pensar pero no sabe expresar lo que piensa, está en el mismo nivel del que no sabe pensar" , frase inmortal que hoy cobra alarmante vigencia pues al verificar las estadísticas, comprobamos que en nuestro medio, son escasas las personas que tienen la habilidad de hablar con efectividad y firmeza, a fin de transmitir sus pensamientos e impresiones sin que el miedo les paralice el cuerpo, cuando están frente a un público numeroso y variado. 

 En nuestra condición de instructores de oratoria, podemos asegurar que hablar en público no es algo imposible o inalcanzable, la facultad elocutiva requiere como cualquier otra facultad del hombre, cultivo y educación. Tengamos presente que una persona que no sepa expresarse correctamente ante los demás, está condenada a fracasar y a ser relegada a un plano inferior, en cambio los que sí dominan el arte de la elocuencia están destinados a sobresalir y a triunfar en todas las esferas de su vida. 

Es importante recordar que el hombre es el único ser viviente que habla y que la palabra es uno de los dones más extraordinarios que posee, éste le permite manifestar la prodigiosa riqueza de su alma y establecer relación con sus semejantes. Por ello, llama la atención que en los centros escolares y de educación superior no se ponga especial atención en la enseñanza de la expresión oral. Se nos enseña a leer y a escribir pero nunca se nos enseña a “hablar” y mucho menos a hacerlo en público y con las técnicas apropiadas. 

El arte de la palabra oral se ha constituido paulatinamente y a través de los siglos en un patrimonio cultural sin dueños ni fórmulas mágicas, de tal forma que ha sido conceptualizada acertadamente como “el arte de hablar en público” toda vez que el orador es un artista que combina armoniosamente; ademanes, gestos, expresión verbal y corporal, encauzando todo ello a cumplir cabalmente los fines que ella conlleva, es decir; persuadir, educar, conmover y agradar

Los Fines De La Oratoria 

Es importante precisar que la oratoria, como toda ciencia o arte, tiene una serie de propósitos que anhela alcanzar a través de su práctica efectiva. Estos propósitos que también podemos llamar fines, han sido materia de debate desde los tiempos antiguos. Rememorar la diversidad de opiniones en torno a los fines de la oratoria, sería caer en una bizantina y fatigosa enumeración; en esencia, casi todas las teorías coinciden entre sí. La divergencia de opinión suele tener sus orígenes en el tiempo y en el espacio geográfico en el que le toca desarrollarse. En esencia cuatro son los fines de la oratoria: 

1. Persuadir: 

Implica convencer a otras personas de que nuestras opiniones e ideas son las correctas y moverlas a la acción de acuerdo con ellas. Involucra también la motivación para que otros realicen lo que en el fondo muchas veces no quieren hacer. Es el caso del vendedor que busca por medio de la persuasión que los clientes se sientan motivados a comprar sus productos o servicios. La persuasión se orienta a la voluntad de los receptores, por ello podemos decir que “es la actividad de convencer a nuestros semejantes para que tomen una decisión o hagan una acción determinada”. 

2. Enseñar: 

Comprende la acción de transmitir, a alumnos o discípulos, conocimientos y cultura general a través de la palabra hablada. Esta transmisión pedagógica se realiza en sesiones académicas, debates o incluso, en una plática común. Aquí la oratoria se orienta a la inteligencia de los receptores, su propósito es comunicar no sólo las noticias cotidianas sino, va más allá; transferir conocimientos de todo tipo por medio de un emisor y/o profesor, ya sea de manera formal; en los centros de enseñanza de diferentes niveles o, ya sea de manera informal; esto es en el hogar, la calle o la comunidad. 

ORATORIA PEDAGÓGICA 

En la foto anterior, los alumnos de una clase - en una escuela de enseñanza primaria levantan la mano para responder a una pregunta de la profesora. Biblioteca de Consulta Microsoft ® Encarta ® 2005 

3. Conmover: 

Involucra provocar por intermedio de la oratoria, determinados sentimientos, pasiones y emociones en el espíritu de las personas que escuchan nuestras palabras. El ser humano en la vida diaria llora, ríe, se asusta, se encoleriza etc. Es decir, experimenta emociones. Estas emociones también las puede crear un orador a través de sus palabras siempre y cuando estas lleguen a la fibra interna del público oyente. Si logramos conmover a nuestro público podemos cultivarlo y comunicarle satisfactoriamente nuestros sentimientos. 

4. Agradar: 

Agradar es crear belleza con la palabra hablada; es decir, producir en el alma ajena un sentimiento de placer con fines determinados. La oratoria como entretenimiento se orienta al campo del sentimiento. Por eso, cuando leemos un libro de chistes o especulamos un programa humorístico, sentimos que perdemos todo contacto con la realidad, reímos y nos alegramos. Cuando escuchamos a un cantante, su voz; o nos agrada o nos desagrada, lo mismo ocurre con un conductor radial al momento de hablarnos románticamente con su voz impostada. 

Capítulo II La Confianza Y Seguridad Personal

1. La Personalidad Del Orador 

La personalidad, es la combinación total del hombre: lo físico, lo espiritual, lo mental, sus características, sus predicciones, sus tendencias, su temperamento y el vaciado de su espíritu, también lo integran; el vigor, la experiencia, la cultura y su vida propiamente dicha. La personalidad, es el todo en una persona y contribuye más que la inteligencia, al éxito en la vida. 

 Los especialistas nos dicen que la personalidad es algo que nos individualiza, que nos hace únicos; jamás han existido dos personas que psíquicamente sean iguales, puede haber personas que físicamente se parezcan, pero lo que los diferencia siempre, es su personalidad. Un individuo que ha potenciado plenamente su personalidad, brilla por su despliegue de iniciativa, seguridad y simpatía. En cambio, aquel que no ha logrado desarrollar su personalidad, debido a su falta de confianza y seguridad personal, muchas veces está condenado a fracasar en la vida. 

La confianza y seguridad personal que posee un orador, es un estado psicológico; producto de su competencia, conocimientos y habilidades, ello le permite enfrentar situaciones adversas y salir airoso de ellas. Este estado ideal, muchas veces, está ausente en el común de las personas, ello ocurre a menudo porque durante la infancia han recibido mal trato psicológico, ora en el hogar, ora en el entorno social. Muchos padres lejos de incentivar las cualidades de sus hijos las reprimen, se burlan de ellos o lo desalientan en el logro de sus metas. Su autoestima cae al suelo creando serios complejos de inferioridad. 

Es importante a continuación, conocer las anomalías más frecuentes que se presentan en la personalidad de un futuro orador para poder enfrentarlas y vencerlas con éxito. 

Anomalías De La Personalidad: 

La personalidad anormal se caracteriza por presentar los siguientes rasgos: 

  1. Es incapaz de adaptarse al ambiente social. 

  2. Es inestable en sus reacciones afectivas. 

  3. Es voluble, cambia de metas. 

  4. No es objetivo en sus juicios. 

  5. No frena sus caprichos y apetitos 

  6. Aparenta lo que no es; y 

  7. Tiene poca capacidad para amar. 

Entre los trastornos más graves tenemos: 

La Neurosis.- 

Trastornos que provocan graves sufrimientos, puesto que rompen la tranquilidad interior. Sin embargo el individuo puede conservar su capacidad para comprender y juzgar; y es capaz de dominarse. Predominan los síntomas egodistónicos, tales como obsesiones, ataques de ansiedad y síntomas de conversión somática. El Neurótico dice: “Quiero ser Napoleón”. 

La Psicosis.- 

Esta enfermedad constituye serios trastornos profundos que alteran el juicio y la realidad del sujeto. Su conducta transforma morbosamente su personalidad llevándolo muchas veces a la enajenación. El psicótico suele ser una persona peligrosa, tanto para los que lo rodean como para él mismo. El psicótico suele decir: “Yo soy Napoleón”. 

La Esquizofrenia.- 

Grupo de enfermedades mentales correspondientes a la antigua demencia precoz que se manifiestan durante la pubertad y se caracterizan por una disociación específica de las funciones psíquicas que conduce, en los casos graves, a una demencia incurable. El esquizofrénico suele decir: “Napoleón me anda persiguiendo”. 

La persona sana en cambio, dice: ¡Yo soy yo, y tú eres tú! 

Personalidad Y Actitud Mental 

La personalidad, según el tipo de motivación que exista en nuestra mente, puede experimentar hasta cinco tipos de actitudes mentales. Si bien es cierto, cada una de ellas no se da de forma única ni exclusiva -sino más bien mezclada- lo que importa es saber el espacio que cada una de ellas ocupa en nuestra mente. Si poseemos un 51% de “independencia” y el resto de mediocridad o conformismo podemos estar seguros que nuestras acciones se encaminaron por un buen sendero. 

 Recordemos que “todo está en el estado mental de las personas” como solía decir el Dr. Christian Barnard, autor de un importante escrito titulado “La oración del éxito”. A continuación describiremos brevemente cada una de estas actitudes, para decidir personalmente cual de ellas nos conviene tener en nuestra mente. 

Independencia: 

Las personas en cuyas vidas prima esta actitud mental son positivos, dinámicos y realizan sus acciones sin que nadie se los ordene. Prima en ellos la iniciativa y el deseo por triunfar. Son extrovertidos, sinceros y dignos de confianza. 

Dependencia: 

En las personas que predomina esta actitud, vemos individuos que aún no han logrado dominar su personalidad, esperan órdenes o motivaciones para iniciar un trabajo. Se identifican con lo bueno y positivo, pero siempre necesitan de ayuda para triunfar. 

Conformismo: 

Esta actitud mental hace que las personas vivan estancadas, sin ambiciones y conformándose con lo poco que han podido obtener en la vida. Si nacieron pobres piensan que deben morir así. No se esfuerzan por sobresalir ni por triunfar. 

Mediocridad: 

Las personas en las que predomina la mediocridad tienen un carácter inestable, se entusiasman rápidamente, pero ante la primera dificultad se desaniman y abandonan lo emprendido. Nunca triunfan en sus luchas, permanecen estancados toda su vida. 

Negativismo: 

Esta es la peor actitud mental que pueda existir en el hombre, hace que las personas lo vean todo difícil o imposible. Piensan que nada es realizable y lo peor, viven contagiando sus negras ideas a los demás. Son una especie de muertos en vida, que nunca triunfarán. 

 

EVALUACIÓN DE LA PERSONALIDAD 

El test de Rorschach, basado en las manchas de tinta, es uno de los métodos de proyección y evaluación de la personalidad más discutida. El estímulo visual a través de una mancha proporciona información sobre la 'constitución interior' de la personalidad. Biblioteca Encarta ® 2005. 

2. El Miedo Oratorio

El gran enemigo del orador –dice Loprete- es el temor o miedo al público; éste paraliza la lengua, seca la boca y la garganta, produce transpiración, engendra movimientos torpes del cuerpo (brazos y piernas), traba la articulación, la voz y lo que es peor, obnubila la mente. El miedo se origina en un estado físico de nerviosidad patológica; es un complejo de inferioridad permanente o transitorio, es una sobrestimación excesiva del propio yo, que lo torna sumamente celoso e intolerante con el mínimo fracaso, 

El origen del miedo lo encontramos en la falta de confianza y seguridad personal, en la insuficiente preparación académica o en la natural reacción que experimenta toda persona al internarse en una situación inhabitual. Pero, al margen de todas estas disquisiciones “psicológicas” hay que comprender que el miedo es algo natural y parte inherente del ser humano. 

El Miedo Se Puede Vencer: 

Los especialistas manifiestan que el miedo es un mecanismo de defensa, que nos sirve de protección para no recibir daño; nos mantiene alertas en situaciones de peligro para reaccionar ante las circunstancias amenazadoras, no es un enemigo, sino un aliado leal. Lo importante es aprender a canalizarlo y a utilizarlo constructivamente. “Sentir temor de manipular los cables de electricidad –nos dice Orbegozo- nos ayudará a cogerlos con cuidado y respeto... en estos casos el miedo es para protegernos”. “En cambio, sentir miedo de pedir un aumento cuando uno cree que se lo merece, no nos ayudará de ninguna manera... en estos casos el miedo está perjudicandonos gravemente”. 

No existe persona alguna sobre la tierra, que pueda decir: ¡Yo no tengo miedo! Y si lo hubiera, de seguro sería un habitante del manicomio, del cementerio o de otro planeta (extraterrestre). Todos las personas por naturaleza experimentamos el miedo, es parte integrante de nuestro ser. Pero, eso sí, hay muchas personas que pueden afirmar: ¡Yo puedo dominar el miedo! ¡Yo domino mis temores! 

Estas personas han aprendido a controlar sus emociones, a dominar el miedo y temor oratorio, de tal forma que cuando salen a hablar frente al público, lo hacen como si fueran inmunes a este fenómeno. ¿Pero cómo lo logran? Eso es lo que vamos a analizar a continuación, sólo recordemos que, ¡Si ellos pudieron hacerlo, nosotros también podremos hacerlo! 

Los Mecanismos Del Miedo. 

El miedo es una respuesta natural del organismo. La reacción que se produce en el organismo tiene como fin prepararnos para huir del objeto o situación potencialmente agresiva o enfrentarnos a él. Cuando experimentamos este fenómeno psíquico paralizante, ocurre el siguiente proceso: 

  1. Recibimos el estímulo (una imagen o sonido) 

  2. En el cerebro el sistema límbico (que controla las emociones) procesa el estímulo. 

  3. Como respuesta, las glándulas suprarrenales segregan la hormona adrenalina. La adrenalina estimula el sistema nervioso simpático, aumenta la presión arterial, produce dilatación de las pupilas y ocasiona temblor. 

Cuando se siente miedo en la práctica oratoria -nos dicen los especialistas y lo corroboramos con nuestra experiencia-, se reflejan un conjunto de síntomas que nos impiden expresarnos con claridad y facilidad. Uno siente que el cuerpo se paraliza, la lengua se inmoviliza, se produce una transpiración excesiva, se seca la garganta, se traba la articulación y la voz, los músculos del rostro se crispan, tratamos de refugiarnos sobre nosotros mismos y se genera un vacío cerebral. Es decir, nos aborda una neurosis pasajera, pero intensa. Uno se siente angustiado, existe una gran dificultad para conexionar ideas y encontrar palabras; se encuentra uno invalido por una sensación de vacío cerebral. 

Los tipos de miedo que uno suele experimentar en oratoria, son de tres tipos, a continuación haremos una breve exposición de los mismos y daremos los consejos pertinentes para poder vencerlos. 

3. Tipos De Miedo En La Oratoria 

1° Miedo A La Primera Vez: 

Cuando una persona tiene que hacer algo por primera vez, es normal que tenga miedo, sino recordemos -nosotros los varones- la primera vez que tuvimos que declarar nuestro amor a una dama; seguro que nos pusimos “colorados” y las palabras meticulosamente estudiadas no salieron de nuestros labios como habíamos esperado. Una experiencia horrible que felizmente pudimos superarla en una segunda o tercera declaración amorosa, ya no nos fue tan traumático. Si nos hubiéramos quedado callados, vencidos por el miedo, hoy no tendríamos la esposa o enamorada que nos acompaña. 

El miedo a la primera se vence dando el primer paso. No importa lo bien o lo mal que hagamos nuestras acciones, lo importante es hacerlo. Conocemos a muchas personas que pese a su avanzada edad nunca tuvieron una enamorada, ¿por qué? porque cuando eran jóvenes no se atrevieron a declarar sus sentimientos, se dejaron vencer por el miedo. Lo mismo ocurre en la oratoria, cuando exista la oportunidad de hablar en público aceptemos el reto, la primera vez quizá no sea satisfactorio, pero las otras serán mejores; habremos adquirido experiencia y habremos aprendido a dominar nuestras emociones. 

2° El Miedo A Fracasar: 

¿Y si me equivoco? ¿Y si lo hago mal? ¡Mejor no lo hago!, suelen ser las expresiones de las personas que se dejan amedrentar por el miedo. Recordemos las palabras de Og Mandino, “El fracaso no me sobrecogerá si mi deseo por triunfar es mucho más grande”. No importa si nos equivocamos, total, la vida es una constante práctica donde algunas veces ganamos y en otras perdemos, lo importante es sacar lección de cada uno de ellas. Por ejemplo, Thomas Alva Edison para inventar el foco o lámpara incandescente, hizo 3,500 experimentos; uno tras uno fue fracasando, cuando iba en el intento N° 3,498 el foco se encendió unos segundos para luego destruirse. 

Los compañeros de trabajo instaron a Thomas a desistir, pero él, con la terquedad que lo caracterizaba, continuó adelante. En el intento N° 3,499 el foco se encendió por casi un minuto pero luego reventó. Thomas, al ver el resultado, se puso a reír descontroladamente, sus compañeros preocupados exclamaron: _ “Pobrecito, ya se volvió loco con tantos fracasos”. _ ¡Oye Thomas! ¿Porque ries como loco? – le preguntaron. Me río porque ahora conozco 3,499 fórmulas que no sirven para inventar un foco. En el intento N° 3,500 ese foco se encendió para nunca más apagarse. Thomas Alva Edison triunfó porque fue perseverante, porque no tuvo miedo a fracasar. 

3° Miedo Al Qué Dirán: 

Este miedo se basa en un hecho curioso; muchas personas viven pendientes de lo que dicen los demás y no de los dictados de su razón. Viven preocupados de las críticas y comentarios de la gente, a veces lo que hacen resulta tan ridículo, que uno se pregunta ¿cómo pueden llegar a depender tanto de la opinión pública? La presente historia gráfica muestra este tipo de miedo. 

“Un anciano y su nieto compran un burro en Piura y deciden irse montado en él hasta Sechura. Ambos se suben al burro y cabalgan hasta el distrito de La Arena, la gente al verlos, exclama: _ ‘¡Miren a ese par de miserables! Los dos subidos en el pobre burrito. No les da pena, ¡bájense de ahí desgraciados!’. Avergonzados deciden que sólo el niño lo montará. Cuando llegan al distrito de La Unión, la gente al ver al niño montado y al anciano caminando, exclaman: _ “Miren a ese niño desvergonzado, él está bien subido en el burro y el pobre viejito caminando. ¡Bájate de ahí!” –le gritaron coléricos. 

El niño avergonzado le dice al abuelo: _ “Mejor montarlo usted abuelo para que la gente deje de criticar”. Al pasar por la zona del Tablazo, los pobladores exclamaron: _ “Miren a ese viejo desgraciado, él está bien subido en el burro y la pobre criatura caminando. ¡Bájate de ahí viejo sinvergüenza! El abuelo molesto le dice a su nieto: _ ¿Sabes hijo?, mejor que nadie montó al burro, ¡Vámonos caminando! Y así, horas después llegan caminando a Sechura. Sus paisanos al verlos exclamaron: _ ¡Miren a ese par de sonsos, tienen burro y no se suben en él! 

4. Como Vencer Al Miedo De Hablar En Público: 

 Para vencer el miedo de hablar en público, podemos utilizar dos métodos infalibles; el primero es usado en los cursos de capacitación dictados por nuestra Escuela de Oratoria y el segundo, es una contribución del Dr. David Fischman, el cual transcribimos para su conocimiento y aplicación. 

1° La Actitud Mental Positiva 

Este método consiste en utilizar nuestra mente para vencer el miedo, es una técnica 100% infalible para dominar el miedo de hablar en público. Es infalible porque utiliza nuestro cerebro, el instrumento más poderoso, complejo y eficiente que existe en el mundo. A través de ella nos imbuimos de ideas positivas para encontrar la fuerza y aplomo que suele hacernos falta cuando hablamos en público. La Biblia nos dice: _“Según sean tus pensamientos, así serán tus acciones…” y el Dr. Christian Barnard lo complementa diciendo: _“Todo radica en el estado mental de las personas, si piensas que puedes, podrás...” A esto llamamos nosotros -los instructores de oratoria- Actitud Mental Positiva o sucintamente A.M.P. 

Cuando el orador tiene que salir al escenario y ubicarse frente a sus oyentes para transmitir un discurso determinado, su cerebro juega un papel importante en su motivación personal. Cada uno de los pensamientos o ideas que logre interiorizar en su mente, permitirán que tenga pensamientos y acciones positivas o en su defecto, pensamientos y acciones negativas. Estas formas de razonar suelen “apoderarse” de su mente y manifestarse de la siguiente manera: 

1.- Negativamente: 

El orador miedoso y motivado negativamente, dirá: _ “Lo voy a hacer mal...” “Me voy a equivocar...” “Se van a reír de mí...” “Para que me comprometo...” “Mejor me regreso a casa...” “Voy a fracasar…” “¡Soy un perdedor…!” Este individuo, desde el momento en que se declara perdedor -antes de haber iniciado la lucha- ya perdió, no podrá dominar el miedo, ni mucho menos podrá tener una exposición satisfactoria. Dará pena verlo parado en el escenario; nervioso, tartamudeando, luchando por pronunciar las palabras que se resisten a salir de sus labios. ¿Por qué ocurre esto? Simplemente porque desarmó su mente, porque no lo blindó con ideas positivas que le dieran valor. 

2.- Positivamente: 

En cambio, el orador temeroso pero imbuido de ideas positivas, exclamó: “Saldré adelante y pondré todo mi esfuerzo para hacerlo bien... si me equivoco, que importa; la próxima oportunidad lo haré mucho mejor...” “¡Voy a triunfar!”, “¡Soy un ganador!” Este señor saldrá adelante, expondrá su tema con pasión y convicción, derrotará al miedo y brindará una excelente exposición. ¿Por qué? Porque la actitud mental positiva asumida le permitirá derrotar el miedo y la timidez, le permitirá encontrar la fuerza que le hacía falta para enfrentarse a ese “monstruo de mil cabezas” llamado público. Dos preguntas importantes suelen surgir a raíz de estos planteamientos teóricos en nuestros cursos: 

¿Cómo se logra la Actitud Mental Positiva? ¿Cuál es el secreto para mantenerse optimista y para adquirir la fortaleza necesaria que nos permita enfrentar con éxito las vicisitudes de la vida? Nuestra respuesta es sencilla: _ Se logra, única y exclusivamente, a través de la Autosugestión Positiva; un complemento de la Actitud Mental Positiva y que consiste en “una sugestión que nace espontáneamente en una persona, independientemente de toda influencia extraña”. A continuación una explicación más detallada. 

La Autosugestión Positiva: 

La Autosugestión Positiva es la acción de motivarse uno mismo a través de palabras positivas y reconfortantes; ello nos proporciona el valor y la entereza que nos permiten enfrentar los retos que la vida nos pone a diario. Por ejemplo, ante una situación oratoria en la que el miedo o temor nos motive a desistir, repitamos mentalmente y con fuerza: _ ¡Yo lo haré! ¡Nací para ganar! ¡Nací para triunfar! ¡Soy el número uno!, ¡A mi nada, ni nadie me va a ganar! ¡Soy un triunfador! 

Estas palabras u otras, de corte positivo, las debemos repetir mentalmente; “con fuerza”, convicción y de forma repetida – machacándose en nuestra mente- a la par que pasamos inmediatamente a la acción, es decir a la ejecución de la tarea o compromiso propuesto. Recordemos que buenos deseos sin acciones, no valen de nada. 

Armados de ideas positivas –a través de la autosugestión-, nuestra participación como oradores será impactante y fructífera, pues la Actitud Mental Positiva nos ayudará a adquirir valor, confianza y seguridad personal. Tengamos presentes que “no hay nada difícil ni imposible en este mundo, para aquel que cree poder hacerlo”. Todo es posible, todo se puede realizar, lo único que se necesita es decisión, valor y perseverancia. ¿Y a todo esto, existe un proceso práctico para lograr una eficaz motivación positiva? ¡Por supuesto! y a continuación pasamos a explicarlo: 

1. Relájese y respire profundamente (Una respiración lenta, profunda y pausada que bien puede durar hasta un minuto o más). Puede hacerlo sobre su cama, acostado de cubito dorsal; sentado en un sillón, con los brazos colgando a los costados o de pie, en un ambiente discreto. Mantenga los ojos cerrados. 

2. Repita mentalmente y con fuerza interna, la acción que se desea realizar: ¡Hoy daré el mejor discurso de mi vida...! ¡Nada ni nadie me detendrá! ¡Soy el mejor orador del mundo...! ¡Expondré sin miedo ni temor…! ¡El miedo no existe…! ¡Soy un ganador! (Las palabras se repiten al compás de la respiración). 

3. A medida que se va respirando y repitiendo las palabras de motivación, acumule toda la energía interna que le sea posible obtener, siéntase fuerte y poderoso (su respiración debe hacerse más prolongada y enérgica tanto al inhalar, como al exhalar el aire) mantenga su concentración sin que nada lo interrumpa. 

4. Ahora pase a la acción; abra los ojos y observe el mundo que tiene que enfrentar y vencer. ¡Usted es el milagro más grande del mundo! ¡Usted es un triunfador! Enfrente a su auditorio y exponga su discurso como el más fogueado de los oradores y al final retírese orgulloso, con la satisfacción de haber cumplido a plenitud su misión. 

2° El Método De David Fishman 

Un importante artículo de David Fischman titulado: “HABLANDO DEL MIEDO A HABLAR”, -Publicado en el diario “El Comercio”- nos grafica, objetivamente, el miedo que experimenta el común de las personas cuando se ve frente al público para transmitir un determinado discurso y la forma de neutralizar eficazmente. Acto seguido, reproducimos parte de él con fines pedagógicos. 

Antídoto Para Vencer El Miedo

Piense en servir y no en pedir: 

  1. Recuerde alguna vez, que usted le haya hecho un pedido a una persona que tenia autoridad sobre usted y que no conocía mucho. ¿Cómo se sintió? Ahora recuerde alguna oportunidad en la que usted quiso servir con amor y de forma desinteresada a una persona en las mismas condiciones que la anterior. ¿Cómo se sintió? Lo más probable es que en el primer caso tuviera miedo y en el segundo no. 

  2. Cuando nos paramos al frente de un público, para pedir aprobación, admiración y aceptación, nuestro ego tiene mucho que perder. Nuestro ego entra en pánico al exponerse a una posible tragedia, a sentirse no querido ni aceptado. En cambio cuando nos paramos al frente del público con una actitud de servicio, el miedo disminuye. Si nos enfrentamos al público con una actitud de entregarle lo mejor que podemos ofrecer, de enriquecerlo y de ayudarlo, el miedo no tiene cabida. 

  3. Prepárese: 

  4. Otro antídoto contra el miedo es prepararse. Los expertos recomiendan decir en voz alta el discurso, por lo menos seis veces antes de darlo. Otra cosa que contribuye a reducir el miedo es conocer anticipadamente a nuestra audiencia ¿Quiénes son?, ¿Cuánto saben sobre el tema?, ¿Vienen obligados o por propia voluntad?, ¿Qué preguntas pueden hacer? Como dice Malcolm Kushner: “La audiencia es como una rosa. Si la agarras bien, puedes disfrutar su belleza, pero si la recoges mal, te hincas”. 

  5. No pierdas la perspectiva: 

  6. Una mosca, bajo una lupa de gran aumento, parece una bestia horripilante, pero cuando la vemos volar en su tamaño natural es un insecto insignificante. El miedo de hacer una presentación es similar. Lo vemos como un problema enorme, pero en realidad debemos poner las cosas en perspectiva. Es solo una presentación de 30 minutos o una hora ¿qué puede significar este tiempo en una vida? 

  7. El miedo a hablar en público se basa en tigres imaginarios que llevamos en la mente y que no tienen sustento en la realidad. Para vencer el miedo tenemos que arriesgarnos y enfrentarlo, aprovechando todas las oportunidades que se presenten para hablar. Cuando lo hagamos, descubriremos que el tigre es sólo un espejismo. Como dijo Franklin D. Roosvelt “no tenemos nada que temer excepto al temor en uno mismo”. (David Fischman –UPC. El Comercio, Miércoles, 9 de junio de 1,999). 

Capítulo III: La Voz Humana 

1. La Voz Humana: 

La voz tiene un significado especial en la oratoria, es la base de la expresión oral. Una buena voz –natural o cultivada- facilita la labor del orador y le da un apoyo sólido durante su exposición. Por lo general, se descuida o no se toma en cuenta este aspecto de la expresión oral, disminuyendo de esta manera la habilidad de comunicación eficaz. 

Para hablar en público –como dice el Dr. Loprete-, lo ideal sería tener “una voz expedita, llena, suave, flexible, sana, dulce, amable, clara, limpia, penetrante y que dure en los oídos”. La voz humana –según los especialistas- debe tener las siguientes características: 

Tono: 

Es la altura musical de la voz. Según el tono, las voces humanas se clasifican en agudas o graves. La escala de registros de altura permite clasificar a las voces masculinas, por lo común, en tres categorías: tenor, barítono y bajo. Existen también tipos de voces intermedias. Desde el punto de vista oratorio, la mejor voz es la del barítono. 

Timbre: 

Es el matiz personal de la voz. Es un fenómeno complejo y está determinado por el tono fundamental y los armónicos o tonos secundarios. Por el timbre se reconoce a la persona que habla, aun cuando no se la perciba. Hay voces bien timbradas y agradables, mas las hay también blancas, roncas y chillonas. 

Cantidad: 

Es la duración del sonido. Según la cantidad, los sonidos pueden ser largos o breves, con toda la gama intermedia de semilargos, semibreves, etc. La cantidad suele depender, en general, de las características de cada idioma, de los hábitos lingüísticos de las regiones o países, de la psicología del habitante, etc. 

Intensidad: 

Es la mayor o menor fuerza con que se produce la voz. Hay voces fuertes y voces débiles. En fonética, se denomina acento al conjunto de los anteriores elementos, cuya combinación especial en cada idioma, en cada región de un mismo idioma y aun en cada individuo, da a ese idioma o habla una característica distintiva. 

El Orador Y Las Cualidades Para Una Buena Voz 

La voz de un orador –según los especialistas- debe reunir los siguientes requisitos: calidad, alcance, intensidad, claridad, pureza, resistencia y flexibilidad. Muchos de estos requisitos son innatos, pero otros se pueden adquirir a través de la práctica constante. 

Calidad: 

Una voz hermosa, es una gracia de la naturaleza, pero una voz desagradable, puede corregirse en gran parte mediante ejercicios y educación. Una voz de buena calidad estética produce sobre el auditorio efectos cautivadores. Quien no posea esta gracia, deberá esforzarse al máximo para superar los defectos mediante una ejercitación adecuada. 

Alcance: 

El orador debe estar en condiciones de hablar a cualquier distancia para superar las contingencias de las salas grandes o la falta de amplificadores. Recordemos que el alcance de una voz no es lo mismo que la sonoridad o la fuerza, son cosas diferentes; Hay voces fuertes que no llegan lejos, mientras que hay débiles que si lo consiguen. En ausencia de condiciones favorables, es una necesidad hacer llegar la voz hasta la última fila del público. 

Claridad: 

Una buena voz debe ser clara, esto es perfectamente perceptible. Deben escucharse todas y cada una de las palabras del discurso, aún las de tono bajo y de menor intensidad. Esto requiere que se articulen perfectamente todos los sonidos, con las diferencias naturales que existen entre ellos, para evitar confusiones. 

Pureza: 

La claridad tiene relación con la pureza de la voz. Una buena voz debe ser pura, en el sentido de no estar viciada por defectos del aparato vocal o fallas de articulación y fonación. Estos vicios -que deben curarse, corregirse o evitarse- suelen ser: la gangosidad, el tartamudeo, la nasalización, el jadeo, el bisbiseo, el hablar sibilante y el tartajeo. 

Resistencia: 

El orador tiene que hacer grandes esfuerzos para hablar durante largo tiempo y esto no podrá realizarlo sin una voz durable y resistente. La condición fundamental reaparece: la impostación. Las voces mal colocadas se fatigan y se agotan, por eso, en nuestras clases de oratoria, solemos entrenar a los alumnos para que estén en condiciones de hablar hasta un mínimo de 45 minutos sin fatigarse. 

Flexibilidad: 

La última cualidad de la voz es la flexibilidad o sea la capacidad que debe tener de variar el tono, la intensidad, el alcance, la velocidad, la entonación y las pausas, para darle una fisonomía variable y atrayente. Nada es tan contrario a la oratoria como una voz monótona, siempre igual a sí misma, que no se modifica a lo largo de una disertación. Esto fastidia la atención del público y provoca el desinterés. 

2. La Respiración 

 La respiración es un proceso fisiológico por el cual los organismos vivos toman oxígeno del medio circundante y desprenden dióxido de carbono. Asimismo, la respiración es el mecanismo que permite que los seres humanos puedan hablar, es decir, pronunciar vocales y consonantes que unidas forman palabras de un determinado idioma, constituye práctica fundamental para el dominio efectivo de la oratoria. La respiración consta de dos partes: La inspiración (toma de aire) y la expiración (expulsión del aire) con esta última se produce la voz. 

 A decir de los especialistas, existen dos tipos de respiración; una llamada “clavicular” y la otra “diafragmática” o “abdominal”. La primera es la que realizamos cuando levantamos los hombros e hinchamos la caja toráxica para inhalar la mayor cantidad posible de aire, esta respiración es buena para practicar deportes, más no así para la oratoria. En cambio, la segunda, si es apta para la oratoria pues permite inspirar más aire y utilizar el diafragma al momento de hablar, en líneas posteriores explicaremos brevemente sus características más saltantes. 

La Respiración Diafragmática. 

La respiración diafragmática es la que consiste en tomar aire sin levantar los hombros y llevarlo a la parte inferior de los pulmones; ahí se encuentran las costillas flotantes que por ser movibles permiten el ingreso de mayor cantidad de aire y por consiguiente poder hablar más. A continuación brindamos un método sencillo para aprender a respirar diafragmáticamente: 

  1. Con los dedos índice y pulgar toque las últimas costillas de ambos lados de su cuerpo. 

  2. Inspire lenta y profundamente sin levantar los hombros tratando de llevar el aire a la parte inferior de los pulmones. 

  3. En la parte inferior se halla un músculo llamado “diafragma” el cual actuará como pistón cuando usted comience a hablar. 

  4. Su voz debe salir al compás del aire expirado; si habla fuerte, hará presión en el diafragma; si habla despacio, distendió el diafragma. 

  5. Recuerde, mientras más aire inspire mas tiempo y fuerza tendrá para hablar. 

Este tipo de respiración permite hablar con claridad y facilidad sin fatigar el aparato de fonación y sin el peligro de quedar afónicos. Inicialmente, este ejercicio de respiración diafragmática puede hacerse también acostado sobre la cama, practíquese de la siguiente manera 

  • “Antes de levantarse por la mañana, quite la almohada y recostado a lo largo de su espalda coloque una mano en las costillas bajas y la otra ligeramente sobre el abdomen. Relájese. Descanse todo su cuerpo en la cama. Ahora, inhale a través de las ventanas de la nariz; lenta, pausada y profundamente, mientras cuenta mentalmente: uno, dos, tres, cuatro, etc. 

  •  Mientras inhala, advierta: (a) el abdomen gradualmente se expande, (b) los lados se extienden a través de la expansión de las costillas inferiores, (c) el pecho se levanta mientras inhala. Los hombros no se levantan. Guarde la respiración mientras cuenta mentalmente hasta cuatro (cuatro segundos), luego deje salir el aire de pronto y advierta la caída del abdomen y el pecho inferior. Recuerde, la inspiración debe ser lenta y profunda, la expiración súbita y completa”. 

Esquema De La Respiración Diafragmático

 

Diafragma Y Respiración: 

Cuando el diafragma se contrae y se mueve hacia abajo, los músculos pectorales menores y los intercostales presionan las costillas hacia fuera. La cavidad torácica se expande y el aire entra muy deprisa en los pulmones a través de la tráquea para llenar el vacío resultante. Cuando el diafragma se relaja, adopta su posición normal, curvada hacia arriba; entonces los pulmones se contraen y el aire se expele. 

3. La Articulación Y La Fonación 

Por articulación entendemos la pronunciación clara y distinta de las palabras y tiene que ver con la posición de los órganos de la voz para la pronunciación correcta de una vocal o consonante. Un problema bastante frecuente, entre los que se inician en el campo de la oratoria, lo constituye la articulación; muchos llegan con una serie de incorrecciones que tienden a desvirtuar el mensaje pronunciado. 

La mala pronunciación de consonantes o vocales, o una pronunciación a medias, dan como resultado una pobre expresión oral. A continuación un ejemplo de mala articulación: 

  • Oe, ontá Pedro 

  • ¿Pa’qué lo buscas? 

  • Pa’ darle un candao que me dejó su cuñao. 

  • El tá en cama, tá enfermo. 

  • ¿Oe, pero ta’ bien o ta’ mal? 

Aquí vemos, como muchas consonantes son omitidas y como muchas vocales al unirse producen un sonido cacofónico que muchas veces no son entendidas con facilidad por los oyentes. Esta expresión es pobre y desagradable. Por ello, tengamos presente que articular bien, es pronunciar distintamente todas las consonantes y vocales; articular bien nos permite, entre otras cosas, hacernos comprender con claridad, incluso cuando hablamos en voz baja. 

Una buena articulación proporciona la debida comprensión de lo que se dice, lo cual constituye la mejor manera de mantener y desarrollar el interés de los oyentes hacía nuestro mensaje. 

Ejercicios Prácticos De Articulación: 

A continuación presentamos una serie de ejercicios, cuya práctica y dominio nos permiten lograr una correcta pronunciación de las vocales y consonantes. 

  • Lleve los labios hacia atrás pronunciando mentalmente la vocal “i” y luego llévalos hacia delante pronunciando la vocal “u”, hacerlo rápidamente durante treinta segundos, ayuda a fortalecer los músculos de la boca para una correcta vocalización. 

  • Realice movimientos circulares con la lengua por la paredes internas de la boca, como sacando chocolate alojado en las encías. Hágalo durante 30 segundos. 

  • Parado delante de un espejo -para observar el juego de los labios comience por vocalizar primero las cinco vocales (a, e, i, o, u) esmerandose para que suenen claras, sin levantar, ni forzar el tono de voz. A intervalos descanse. 

  • Realice la siguiente gimnasia vocálica. 

    • AA - AE - AI - AO - AU 

    • EA - EE - EI - EO - EU 

    • IA - IE - II - I O - IU 

    • OA - OE - OI - OO - OU 

    • UA - UE - UI - UO – UU 

  • Siempre delante del espejo, vocalice las sílabas así, es, is, os, us, hasta conseguir que la “s” suene clara, pero no silbante. 

  • Vocalice palabras con consonantes líquidas (l y r) tales como: clamor, clero, clima, clon, club, práctica, precoz, privado, producto, prusiano, etc. 

  • Muerde un lápiz a modo de freno para caballos, para obstaculizar la articulación de las palabras y lea, con una sola respiración, un texto cualquiera esforzándose por pronunciar lo mejor posible a pesar de la traba. 

  • Lea libros cuya temas salgan de lo común, sin pronunciar sonidos, pero usando los labios y la lengua para modular palabras. 

  • Vocalice palabras terminadas en “do” (asado, cansado, pelado), etc. Para evitar decir: asao, cansao, pelao. 

  • Lea en voz alta, primero pronunciando clara y correctamente el texto y luego dándole expresividad. 

  • Juegue con el sonido de las letras m, n, ñ produciendo resonancia en su pecho, sintiendo profundidad. Ejemplo: 

    • Tam - bién, - Cam -bio, 

    • Ram - pa, - Can - ción, 

    • Cen - tau - ro, - Con - ven - to, 

    • Cum - ple - años, - Cun - dir, 

    • Cu - ña, - Pu - ñe - te, 

    • Ca - ña, - Ca - ñe – ría. 

  • Habitúate a cantar todos los días para conocer su voz y cultivarla. También es importante cantar con los labios cerrados, haciendo uso de los resonadores (expulsando las notas musicales por las fosas nasales) 

El Sonido Articulado: 

El sonido articulado se origina en los pulmones; el aire expulsado por los órganos sale a través de los bronquios y la tráquea. Al llegar a la laringe, se encuentra con las cuerdas vocales, dos tendones que al paso del aire se aproximan entre sí, o bien comienzan a vibrar, dando lugar al sonido. El sonido se modifica por último, al llegar a los órganos situados fundamentalmente en la cavidad bucal: lengua, labios, dientes y paladar, originando como resultado final el sonido articulado, base del lenguaje verbal humano. 

El estudio de la articulación indica el lugar exacto donde se producen las vocales y las consonantes y los órganos que intervienen, o sea, la producción misma de esas vocales y consonantes, solas o combinadas; en sílabas, en palabras o en frases. Estos procesos son estudiados, principalmente por la fonética. 

Conviene, sin embargo, tener presente que deben ser consideradas como aceptables, la articulación y pronunciación del hombre culto medio, conforme a las modalidades idiomáticas del país. En nuestro país se ha de tomar por modelo el habla de la gente de cultura general media, también sin vulgarismo ni pedantismo. A propósito, estas recomendaciones nos traen de jalón el asunto de los regionalismos, forma peculiar de hablar de una determinada población ubicada en un espacio geográfico determinado 

Los Regionalismos: 

 En las diferentes regiones del Perú se utilizan y se entonan en el habla popular, una serie de palabras que por ser privativas de una determinada zona devienen en regionalismos; dándole una peculiar característica a nuestro idioma español. Citemos algunas oraciones que utilizan vocablos, modismos y giros propios de una región para confirmar nuestro planteamiento. 

En Tarapoto: 

  • ¿Qué ya vuelta estás haciendo Fan?, mira tu cara, esta toda posheca, parece que te hubiera dado manchari, chó. 

  • ¿Que estas haciendo Juan?, mira tu cara, está toda pálida, parece que te hubiera dado “susto”. 

En Piura: 

  • Wa, antes yo te he visto llevando acucho a un churre feicisísimo. _ Oye, yo te he visto llevando sobre tus hombros a un niño muy feo. 

En Cajamarca: 

  • Llasque, si yo te he visto ashuturado comiendo tu chane de cecinas shilpidas

  • ¡Que va a ser!, si yo te he visto en cuclillas comiendo tu fiambre de cecinas deshilachadas 

Esta forma peculiar de expresarse y al conjunto de palabras utilizadas en su expresión verbal –ajenas a la norma estándar del español- es lo que podríamos llamar regionalismo. 

Cómo Utilizar Los Regionalismos En Las Comunicaciones Formales: 

Qué hacer si soy selvático y tengo que dar un discurso en Lima, ¿tendré que hablar como lo hacen los limeños? o, simplemente hablar como hablan en mi tierra y punto. Ante esta situación hay que tener en cuenta las siguientes recomendaciones: 

  • De acuerdo a las nuevas corrientes lingüísticas, uno debe de hablar como se habla en su tierra; la lengua no es algo inmutable, está en constante cambio de ahí que no podamos afirmar arbitrariamente cual forma de hablar es la buena y cual es la mala. Por consiguiente no debemos, necesariamente, ceñirnos a una norma estándar establecida. 

  • Para efectos de una mejor emisión y recepción del discurso, nosotros sugerimos que uno tiene que hablar adecuándose a las características idiomáticas del público al que se dirige, es decir según su nivel cultural, según su forma peculiar de hablar y con las palabras que éste entienda. Si nos vemos precisados a utilizar nuestros regionalismos, hagámoslo precisando sus equivalentes en la lengua general. 

4. La Impostación De La Voz. 

Toda persona que haga uso profesional de la palabra, debe tener su voz impostada, es decir, colocada correctamente. Impostar es fijar la voz en las cuerdas vocales para emitir el sonido en su plenitud sin vacilación, ni temblor. Cuando no lo está, se habla con esfuerzo y se producen trastornos que el orador debe evitar. Hablar con la voz impostada es hablar sin esfuerzo, con naturalidad, aprovechando al máximo las condiciones fisiológicas del aparato de fonación. 

La impostación de la voz consiste en apoyarla en la base de la caja toráxica, respirando de manera que descienda la tráquea, el aire salga con libertad y produzca los sonidos con amplitud y en su mejor calidad. Esto requiere una educación especial que suele estar a cargo de médicos foniatras, profesores de canto u otros especialistas. Sólo así conseguirá el orador colocar su voz en un tono natural para mantener la palabra, por mas tiempo sin fatigarse y matizarla con amplitud, en su grado óptimo. 

 

IMPOSTACIÓN VOCAL 

La impostación vocal se utiliza tanto en el canto como en la oratoria, ella permite fijar la voz en las cuerdas vocales para emitir el sonido en su plenitud sin vacilación ni temblor. En la foto, Los tres tenores; Luciano Pavarotti (a la derecha), Plácido Domingo (a la izquierda) y José Carreras (en el centro). Encarta ® 2005. 

El Dr. Loprete, a quien pertenece la mayoría de ideas vertidas en el presente capítulo, manifiesta que hay tres elementos determinantes de la voz humana: el organismo, el ambiente y la personalidad. 

La parte orgánica condiciona la voz, pues esta depende en gran parte de la conformación del aparato vocal y del estado físico general. El ambiente tiene también su importancia, pues muchos hábitos elocutivos provienen de la imitación o del contagio, como por ejemplo, la típica tonada o acento regional. Por último, la personalidad también influye, pues revela indudablemente el temperamento, el carácter y el yo del hablante. 

 Impostar la voz es colocar nuestro timbre (matiz personal de la voz) de acuerdo a los requerimientos del auditorio. Nos permite adoptar nuestro propio timbre de voz y hablar sin fatiga durante un largo período. Es necesario conocer la amplitud de nuestra voz en tres niveles: agudo, medio y grave a través del siguiente método: 

  1. Realizar una profunda respiración abdominal. 

  2. Expresar el sonido de la vocal “a” de diferentes maneras posibles, sin apretar o forzar la garganta. 

  3. De esas emisiones, escoger la que resulte más fácil de expresar y la que es más vibrante. 

  4. Tome ese sonido como nota media y lea un escrito, tratando de que su voz gravite alrededor de esa nota. 

  5. Trate de evitar las desviaciones, que, a causa de su amplia escala, generan riesgos más extremos. 

Otras Características De La Elocuencia: La Velocidad: 

Se llama rapidez o tiempo, a la velocidad ordinaria de la conversación o discurso. La rapidez del discurso varía según la personalidad del orador, las circunstancias y principalmente, según las emociones o ideas que se expresan. Habitualmente las personas se expresan con distinta rapidez y lo que en unas es natural y agradable, en otras es falsa y desagradable. En ese sentido podemos recomendar que al dirigirnos a un público numeroso, la velocidad deberá ser menor que cuando nos dirigimos a un público pequeño. 

Asimismo, la exposición de ideas abstractas, de estadísticas, de razonamientos difíciles o complicados, debe ser lenta; mientras que las ideas sencillas puedan decirse con mayor rapidez. En cuanto a las emociones; las de alegría, gozo, etc., son más rápidas que las de dolor, pena y tristeza. Los discursos solemnes exigen también un ritmo majestuoso, lento, mientras que las arengas militares o la polémica permiten más rapidez. 

Las Pausas Y Silencios: 

En íntima relación con la rapidez y duración de un discurso – según Loprete- están las pausas. Estas se anuncian en lo escrito por los signos de puntuación y en el discurso oral, por la duración relativa del silencio. En el discurso leído, las pausas se hacen normalmente en mayor número que los signos escritos. Deben aprovecharse en todos los casos para aspirar aire. Las pausas no deben ser largas, deben guardar relación con los signos que normalmente se respetarán en una lectura. 

Las pausas se utilizan para separar los grupos naturales de ideas de un párrafo, para anticipar palabras, frases o ideas que deseamos destacar y para meditar lo que se va a decir a continuación en el último caso, el oyente no deberá notar esta estratagema. Existe por ejemplo la fórmula 7 – 7 que consiste en pronunciar siete palabras y hacer una pausa, otras siete palabras y otra pausa. Pero existen oradores que hacen pausas largas con cada dos o tres palabras pronunciadas, convirtiendo su discurso en un monumento a la desesperación y al aburrimiento. 

Recomendaciones Importantes: 

La voz, es un valioso aliado que debemos utilizar con propiedad para que nuestras alocuciones resulten exitosas y satisfactorias, en ese sentido debemos tener presente las siguientes recomendaciones: 

  • Evitar fumar cigarrillos y todo tipo de tabaco. 

  • No abusar de las bebidas alcohólicas. 

  • Evitar la ingesta de líquidos muy calientes. 

  • Evitar la ingesta de líquidos muy fríos. 

  • No exponerse a bajas temperaturas de frío. 

  • No “hablar” con la garganta y mucho menos gritar. Realizar ejercicios de inspiración y expiración. 

  • Ejercitar el diafragma con una correcta respiración abdominal. Ejercitar los músculos cercanos a la boca. 

  • Realizar ejercicios de articulación y vocalización. Y finalmente, ejercite su voz a través del canto o de las lecturas a viva voz. 

A continuación queridos amigos, prepárense para el estudio de uno de los capítulos más importantes sobre el arte de hablar en público. 

Capítulo IV: Técnicas Correctas De Presentación En Público 

1. El Público O Auditorio 

El público, es una reunión de personas que conservan su propia personalidad y espíritu crítico, participan de una misma afición y con preferencia concurren a un determinado lugar para asistir a una conferencia, espectáculo o actividad semejante. El público se da normalmente en un local cerrado, asiste sentado a la disertación y se presenta en actitud intelectiva, antes que emocional o instintiva como la multitud. 

 

EL PÚBLICO 

El público es una reunión de personas que al participar en una reunión oratoria conservan su propia personalidad y espíritu critico. En la foto, el poeta español José Hierro y el novelista Mario Vargas Llosa, ambos premios Cervantes, durante la ceremonia de entrega del citado galardón al chileno Jorge Edwards. Encarta ® 2005. 

El número de integrantes de un público, puede variar desde la limitada cantidad de alumnos de una clase, hasta un gran auditorio ubicado en una sala de espectáculos. La diferencia no radica en el número de personas, ni en las características del local, sino en la actitud psicológica con la que los oyentes participan del acto. En todo público hay que reconocer la existencia de personas remisas, indiferentes, contrarias y escépticas y sobre todo, hay que tener presente la asistencia de ciertas personas en actitud antagónica. 

Las Multitudes: 

Desde un punto de vista más analítico conviene diferenciar la “multitud” (o masa) del “público”, porque revelan signos propios. No es lo mismo un grupo de veinte o treinta personas que escuchan una conferencia magistral, que la presencia de miles de personas en un mitin político. En el primer caso, se habla de público, mientras que en el segundo, se está en presencia de una multitud o masa, cuyo comportamiento es diferente. 

 

NEHRU SE DIRIGE A LA MULTITUD 

Jawaharlal Nehru fue elegido primer ministro de la India en enero de 1950. Fue un personaje clave en la lucha por la independencia de la India del dominio británico. Biblioteca de Consulta Microsoft ® Encarta ® 2005. 

Las multitudes se caracterizan por “el orgulloso sentimiento de número que embriaga a los hombres reunidos y los hace despreciar al hombre aislado que habla”. El orador se encontrará en dificultades, sino canaliza en su mensaje la opinión y los intereses propios de esa masa; estará aislado en medio de una muchedumbre. La experiencia demuestra que por esta razón los hombres que hablan a grupos multitudinarios lo hacen en su lenguaje y de acuerdo a su estado anímico. Y como dice Bernard Grasset: No se convence a las masas con razonamiento, sino con palabras”. 

2. Tipología De Participantes En Una Reunión

En toda reunión oratoria encontraremos diferentes tipos de participantes: habrán personas alegres, complacientes, burlonas, conflictivas y hasta indiferentes. Debemos conocer las acciones que suelen realizar cada una de estas personas y la manera de tratarlos para salir airosos de cualquier lance oratorio. A continuación, describiremos “zoológicamente” los diferentes tipos de público que solemos hallar en una reunión oratoria. 

1° Perro Agresivo: 

Es el participante que “muerde”, que ataca, que ve al orador como a un enemigo al que hay que vencer. Si el orador demuestra superioridad y tacto, en su trato con él, el “perro agresivo” se replega y no lo vuelve a atacar. Suele subordinarse ante quien considera superior. Si uno se enfrasca en una discusión con él, se estará creando un enemigo peligroso. 

Acciones que realiza: 

  • Frases agresivas 

  • Quiere ridiculizar al orador. 

  • Crea atmósfera negativa en la reunión. 

Cómo tratarlo: 

  • No tomar sus ataques como algo personal. 

  • Recordarle los acuerdos pactados. 

  • Preguntarle soluciones concretas. 

  • No luchar con él, elevar y/o respetar su ego personal 

2° Caballo Positivo. 

Es el participante educado, con él se puede iniciar un debate serio y alturado. Es una persona que tiene conocimientos básicos sobre la materia que se expone y que quiere incrementarlo a través de su condición de oyente y por medio de preguntas correctamente formuladas para absolver sus dudas. Si ve que el orador domina el tema le hará preguntas, si ve que no lo domina no lo molestara. 

Acciones que realiza: 

  • Asiente positivamente. 

  • Es educado. 

  • Preguntas y respuestas concretas. 

  • Es constructivo. 

Cómo tratarlo: 

  • Pedir su ayuda. 

  • Protegerlo de sus atacantes. 

  • Agradecer sus acciones. 

  • No encargarle trabajos sin importancia. 

3° Mono: 

Es un participante muy peculiar, quiere demostrar que “todo lo sabe”, incluso se atreve a dar recomendaciones al expositor. El “mono” interviene en toda oportunidad que se le presenta -sólo para lucirse- interrumpiendo muchas veces, la exposición del orador. Suele hacer preguntas y dar respuestas que nada tienen que ver con el tema central. Es un exhibicionista irreprimible. 

Acciones que realiza: 

  • “Lo sabe todo”. 

  • Parece que aprende 

  • Preguntas y respuestas intrascendentes. 

  • Le encanta lucirse. 

Cómo tratarlo: 

  • Ser concreto. 

  • Preguntar detalles. 

  • Establecer reglas claras. 

  • No darle mucho papel protagónico 

4° Rana: 

Es el participante que tiene predilección por intervenir en todo momento, no por el hecho de contribuir con sus ideas u opiniones sino por el solo hecho de escuchar su voz; le gusta hablar todo el rato. Si bien la “rana” no representa un peligro para el orador, si resulta un peligro para la reunión propiamente dicha pues interfiere con el tiempo o cronograma establecido. 

Acciones que realiza: 

  • Le gusta oírse. 

  • No respeta el tiempo establecido. 

  • Interviene a cada momento. 

  • Aburre a los otros participantes. 

Cómo tratarlo: 

  • Establecer reglas para las intervenciones. 

  • Nombrar un controlador del tiempo 

  • Interrumpirle tajantemente. 

  • Poner un reloj en la habitación 

5° Ciervo: 

Es un participante tímido y muchas veces callado. Intelectualmente es bueno, sabe bastante pero no tiene el valor suficiente para exponer sus ideas o puntos de vista. Este participante es colaborador pero hay que motivar para que intervenga o participe. Hay que protegerlo de los “perros” y otros “animales” que pueden yugular sus iniciativas o contribuciones. 

Acciones que realiza: 

  • Evita las miradas directas. 

  • Se mantiene quieto y pasivo. 

  • Reacciona con vergüenza. 

  • Actúa a la defensiva 

Cómo tratarlo: 

  • Hacerle preguntas fáciles. 

  • Protegerlo. 

  • Integrarlo. 

  • Darle seguridad. 

  • Que intervenga con papeletas de preguntas. 

6° Puercoespín: 

Es un participante que durante las exposiciones se mantiene a la ofensiva; preparándose para reaccionar ante cualquier ataque. No participa por iniciativa propia, pero si se ve forzado a hacerlo, lo hace de manera rápida y con mucha seriedad (a veces con cólera). Cuando se le integra al grupo y se le demuestra que no correrá peligro se torna colaborador y constructivo. 

Acciones que realiza: 

  • Comportamiento defensivo; ataca si se ve amenazado. Se mantiene cerrado como una ostra. 

  • Se cierra más si uno se dirige directamente a él. 

  • No colabora voluntariamente. 

Cómo tratarlo: 

  • Integrarlo por medio de dinámicas de grupo 

  • Usarlo como “arma” y hacerlo nuestro aliado. 

  • Hacerlo partícipe del éxito grupal. 

  • No minimizar su participación, puede ser tímido. 

7° Hipopótamo: 

Es un participante que no representa problema serio para el expositor; no ataca pero tampoco colabora. Ojo, esto no significa que pueda ser fácilmente maniobrable o persuadido a través de nuestra exposición. Es una persona muy observadora y poco motivada a exteriorizar sus ideas. A él hay que acercarse sin muchos rodeos, preguntándole directamente. Puede ser un buen aliado. 

Acciones que realiza: 

  • Quieto 

  • Pasivo 

  • Observador 

Cómo tratarlo: 

  • Acercamiento directo 

  • Hacerle preguntas abiertas 

  • Usarlo como “soporte” o apoyo 

  • “Despertarlo”: cambiar de voz sin atacar. 

8° Jirafa: 

Es el participante “exclusivo” (VIP). Es conocedor de la importancia que reviste su persona merced a sus conocimientos, personalidad o cargo. Suele ser una persona con sólidos conocimientos y muy segura de sí misma. Le gusta dar sus puntos de vista y poner orden cuando ve que una reunión cae en el anarquismo. Hay que tratarlo con deferencia y potenciar sus intervenciones como colaborador. 

Acciones que realiza: 

  • Ordenador. 

  • Superior. 

  • Suele criticar. 

  • Demuestra su posición. 

Cómo tratarlo: 

  • Integrarlo y conducirlo. 

  • Hacer contacto previo y posterior con él. 

  • Hacer que emplee su experiencia y hacerle preguntas. Tratarlo como un VIP (Importante). 

9° Zorro: 

Es un participante astuto, el “vivo”, al que le gusta escuchar y preguntar con mucha atención la exposición del orador para descubrir sus debilidades y contradicciones. Luego que ha reunido toda la información necesaria se dedica a atacar sin compasión. Hay que evitar caer en su juego, lo que es más, hay que atacar con sus propias armas. 

Acciones que realiza: 

  • Realiza constantes preguntas. 

  • No da información. 

  • Recolecta información. 

  • Evita dar opiniones personales para que no lo ataquen. 

Cómo tratarlo: 

  • Referirse a los acuerdos establecidos. 

  • Darle la “vuelta” a lo que exponga. 

  • Solicitar su opinión para comprometerse. 

  • Usar sus habilidades en su contra. 

10° Tigre: 

Es uno de los participantes más peligrosos, a diferencia del “perro” que ataca por atacar, el tigre es más selectivo sólo ataca a los que están a su nivel académico y/o personal. Suele ser una persona arrogante, segura de sí misma pero imbuida de un negativismo casi congénito. La mejor forma de tratarlo es haciéndole constantes preguntas y si se equivoca cuidar de no ofender. Pese a su peligrosidad puede ser “domado” 

Acciones que realiza: 

  • Es arrogante. 

  • Demuestra elegancia. 

  • Suele ser negativo. 

  • Pone a la defensiva al orador.