domingo, 24 de agosto de 2025

Crítica Académica: Evaluación De La Clase Estado, Género Y Derecho

Crítica Académica: Evaluación De La Clase Estado, Género Y Derecho


Critian Beltrán Barrero


Introducción


La asignatura Estado, Género y derecho, impartida en la Universidad Nacional de Colombia, presenta serias deficiencias en su desarrollo, contenido que comprometen su calidad académica y su alineación con los principios de rigor científico, pluralidad y respeto que deben caracterizar a una institución de educación superior de prestigio. Quiero exponer los principales puntos de crítica, organizados en aspectos estructurales, metodológicos y éticos.


1. Ausencia De Dirección Académica Adecuada


La asignatura, en sus primeras sesiones, fue dirigida por un grupo de estudiantes sin formación docente ni experiencia profesional relevante, en ausencia de la profesora titular, quien se encontraba en un periodo sabático. Esta decisión resultó problemática, ya que delegar la responsabilidad de una asignatura de tal complejidad en personas no calificadas afectó la calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje. Una clase universitaria debe estar liderada por profesionales con experiencia y formación pedagógica para garantizar un enfoque riguroso y objetivo.


2. Sesgo Ideológico En El Contenido


El enfoque de la asignatura se centró predominantemente en una perspectiva feminista que, en lugar de promover un análisis crítico y plural sobre las relaciones de género, derivó en un discurso marcadamente misándrico. Los contenidos presentados durante las sesiones incluyeron afirmaciones generalizadas y deshumanizantes sobre los hombres, tales como calificarlos como "los hombres no son gente (y por lo tanto no son humanos)" o responsables de todos los males sociales, sin sustento empírico ni espacio para el debate. Este enfoque no solo careció de rigor académico, sino que fomentó un ambiente de hostilidad y exclusión, contrario a los principios de una educación inclusiva.


Por ejemplo, se promovió la idea de que los hombres no merecen derechos ni debido proceso en casos de acusaciones, lo cual contradice principios fundamentales del derecho y la justicia. Asimismo, se criticó a mujeres que eligen libremente estilos de vida no alineados con la perspectiva feminista impartida, lo que plantea una contradicción con el supuesto objetivo del feminismo de defender la autonomía de las mujeres. Este sesgo ideológico limitó el análisis crítico y convirtió la clase en un espacio de adoctrinamiento más que de aprendizaje.


3. Falta De Rigor Científico


Muchas de las afirmaciones presentadas en la clase carecieron de evidencia científica o histórica. Conceptos como la “opresión” “el sistema” “victima” "patriarcado" “sexismo” “acoso” etcétera (atribuidos todos exlcusivamente a los hombres), fueron utilizados como premisas incuestionables, sin proporcionar datos empíricos ni permitir un debate informado. Además, se promovió una narrativa de victimización perpetua de las mujeres, negando su agencia y responsabilidad en sus decisiones, lo cual resulta reduccionista y desempoderante. La ausencia de fuentes académicas sólidas y la falta de contraste con otras perspectivas teóricas comprometieron la calidad del curso.


4. Problemas Éticos En El Discurso


El tono empleado por las facilitadoras estudiantiles incluyó expresiones de desprecio y odio hacia los hombres, lo cual generó un ambiente académico tóxico. Frases como "los hombres no son gente (personas)" o la negación de su derecho a defenderse en casos de acusaciones públicas ("escrache") no solo son éticamente reprobables, sino que refuerzan estereotipos y polarización. Este tipo de discurso contradice los valores de respeto y diálogo que deben prevalecer en un aula universitaria.


Además, la profesora titular, al reintegrarse, hizo comentarios sobre colegas despedidos, sin permitir un contexto que permitiera evaluar la veracidad de sus afirmaciones, con esto no afirmo su inocencia ni mucho menos, pero tampoco alabo el hablar de alguien a sus espaldas sin darle la oportunidad de narrar su versión de los hechos. Esta actitud, junto con su autoproclamación como víctima de un supuesto "pacto patriarcal", careció de profesionalismo y contribuyó a un ambiente de confrontación en lugar de reflexión académica.


5. Contradicciones En La Narrativa De Opresión


Un aspecto particularmente problemático fue la presentación de una de las facilitadoras como "oprimida", a pesar de su evidente posición de privilegio socioeconómico (perteneciente a un estrato alto, con acceso a múltiples carreras universitarias y sin necesidad de trabajar). Esta narrativa de victimización personal, sin sustento en experiencias concretas de marginación, resultó poco convincente y debilitó la credibilidad del discurso impartido. Asimismo, la afirmación de que las mujeres que eligen relaciones heterosexuales o roles tradicionales son "traidoras" al feminismo refuerza una visión normativa que limita la libertad individual, contradiciendo los principios de autonomía que el feminismo debería defender.


6. Comparaciones Descontextualizadas


Durante la clase, se hicieron referencias triviales a conceptos como el “perdón” en contextos de reconciliación, especialmente cuando los hombres se equivocan (como todos los seres humanos) y según una de las facilitadoras “ella no perdonaba” ya que “los hombres no merecían el perdón”. Sobre el tema de la reconciliación y construcción de paz (que incluye perdón, justicia, verdad, reparación, no repetición) es un asunto en el cual he estado en bastante cercanía por seguir de cerca las audiencias de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). Sin embargo, estas declaraciones fueron superficiales y descontextualizadas, no puedo evitar comparar las experiencias de dolor real y colectivo suscitadas en las audiencias de la JEP con las posturas personales mezquinas de las facilitadoras, que seguramente nunca han vivido una real tragedia como las verdaderas victimas del conflicto armado en Colombia. Este tipo de discursos trivializa problemáticas complejas y desvia la discusión de los objetivos académicos del curso.


7. Recomendaciones Para La Mejora


Para que la asignatura Estado, Género y Derecho cumpla con los estándares de calidad de la Universidad Nacional de Colombia, propongo las siguientes medidas:


  1. Dirección Docente Calificada: La clase debe ser impartida por profesores con formación y experiencia en los temas tratados, evitando delegar responsabilidades en estudiantes sin preparación.

  2. Pluralidad En Los Contenidos: Incorporar diversas perspectivas teóricas sobre género, incluyendo enfoques críticos que permitan un análisis equilibrado y fundamentado; como el postfeminismo, y algunos compañeros propusieron el masculinismo. 

  3. Rigor Académico: Basar las discusiones en fuentes científicas y abrir espacios para el debate respetuoso, evitando generalizaciones y discursos de odio.

  4. Ética En El Aula: Promover un ambiente de respeto mutuo, donde no se toleren expresiones discriminatorias ni posiciones personales.

  5. Revisión Del Plan De Estudios: Evaluar la pertinencia de los contenidos actuales y su alineación con los objetivos de formación de la carrera.


Conclusión


La asignatura Estado, Género y Derecho presentó graves falencias en su ejecución, derivadas de una dirección inadecuada, un enfoque sesgado y una falta de rigor académico y ético (citaban opiniones sin rigor científico entre ellas mismas, lo que al final no produce conocimiento nuevo sino que retroalimenta creencias preexistentes). En su estado actual, no cumple con los estándares de calidad esperados en una institución como la Universidad Nacional de Colombia. Es imperativo que se realicen ajustes estructurales y metodológicos para transformar esta clase en un espacio de aprendizaje crítico, plural y respetuoso, que contribuya efectivamente a la formación de profesionales comprometidos con la justicia y la equidad.