lunes, 29 de diciembre de 2025

Medidas Recomendadas por Expertos para Reducir la Evasión Fiscal en Colombia

Medidas Recomendadas por Expertos para Reducir la Evasión Fiscal en Colombia


Critian Beltrán Barrero


Introducción


Según diversas fuentes expertas, incluyendo informes de la OCDE, el FMI, la CEPAL, la Comisión de Expertos en Beneficios Tributarios de la DIAN (en colaboración con la OCDE), académicos y juristas como los citados en revisiones de la Universidad de Medellín y el Banco de la República, la evasión fiscal en Colombia representa alrededor del 6% del PIB (aproximadamente 136 billones de pesos en 2024), superando el promedio de la OCDE (2%). Esta brecha se atribuye a una baja cultura tributaria, complejidad del sistema, exenciones regresivas y debilidades institucionales. Los expertos coinciden en que una reforma integral, combinada con fortalecimiento institucional y cooperación internacional, podría reducirla a niveles OCDE, generando recursos para programas sociales sin aumentar tasas generales.


A continuación, se resumen las medidas principales, agrupadas temáticamente, con énfasis en recomendaciones consensuadas. Estas se basan en análisis multidisciplinarios (tributaristas, economistas, juristas y comisiones como la OCDE y CEPAL) que priorizan equidad, eficiencia y crecimiento inclusivo.


  1. Reforma Tributaria Integral y Simplificación del Sistema


Los expertos enfatizan romper el "círculo vicioso" de reformas fragmentadas, ampliando bases gravables y eliminando distorsiones que incentivan la elusión. Esto incluye un "benchmark" de referencia para identificar gastos tributarios (GT) ineficientes.


Medida Específica

Detalles y Justificación

Fuentes Expertas

Aumentar progresividad del impuesto sobre la renta (IRPN e IRPJ)

Reducir rangos tarifarios (ej. 0% hasta 2 SMMLV, 15% hasta 3 SMMLV, 25% resto); gravar rentas de capital (dividendos, pensiones >1.000 UVT mensuales) a tasas equitativas; eliminar exenciones regresivas (25% rentas laborales, dividendos <300 UVT, herencias hasta 7.700 UVT).

OCDE (2022); Comisión DIAN-OCDE (2021); Académicos U. de Medellín (2025).

Ampliar base del IVA y eliminar exenciones no esenciales

Unificar tarifas (aumentar reducida del 5% a 10-12% en bienes no básicos); eliminar exclusiones en sectores agrícolas, financieros y transporte; compensar a vulnerables con transferencias (ej. SISBEN cubriendo 100% IVA para 20% más pobre).

CEPAL (2023); OCDE (2022).

Eliminar regímenes especiales distorsionantes

Fusionar Zonas Francas (ZF) al régimen general IVA; eliminar Mega Inversiones y Centros de Distribución Logística Internacional (CDLI) si no generan inversión neta; reformar SIMPLES para permanencia obligatoria y topes bajos en ingresos.

Comisión DIAN-OCDE (2021); FMI (2019, vía CIAT).

Suprimir impuestos distorsionantes

Eliminar ICA (ingresos brutos) y GMF (gravamen financiero), compensando con subsidios locales; reemplazar Impuesto Nacional al Consumo por IVA en bienes con externalidades (tabaco, alcohol).

OCDE (2022); CEPAL (2023).


Impacto estimado: Podría recaudar ~2% del PIB adicional, reduciendo evasión al ampliar bases y minimizar oportunidades de elusión.


  1. Fortalecimiento Institucional y Mejora en Cumplimiento.


La DIAN debe evolucionar hacia una administración digital y proactiva, con énfasis en fiscalización y datos.


  1. Digitalización y control: Implementar facturación electrónica obligatoria para e-commerce y B2C/C2C (inspirado en Bolivia); geolocalización para gravar servicios digitales transfronterizos; reducir umbral de información exógena ($100 millones) para cubrir >80% empresas.

  2. Intercambio de información: Fortalecer CbCR (reporte país por país) para multinacionales; registro obligatorio de beneficiarios finales; cooperación con OCDE/GAFI para combatir flujos ilícitos (pérdidas ~2,8 billones USD/año en Colombia).

  3. Fiscalización selectiva: Penalizar evasión con cárcel y listas públicas de condenados (respetando privacidad); análisis costo-beneficio de GT por sector; auditorías en sectores de alto riesgo (exportaciones como oro/madera, empresas fantasmas).

  4. Formalización sectorial: Apoyar registro de propiedades rurales y SIMPLES para agricultura; incentivos no tributarios (créditos) para transición a formalidad.

Fuentes: CEPAL (2023); FMI (2018); CIAT/FMI (2019).


  1. Educación, Transparencia y Cultura Fiscal.


  1. Campañas educativas para elevar confianza en instituciones (baja percepción de eficiencia pública incentiva evasión); informes anuales independientes sobre GT para rendir cuentas.

  2. Publicar listas de GT con estimaciones de ingresos no percibidos, desagregados por impuesto y sector.

  3. Involucrar a la sociedad civil en PTLAC (Plataforma Tributaria de América Latina y Caribe, 2023) para conseguir consensos progresivos.

Fuentes: Académicos (2025); OCDE (2022); CEPAL (2023).


  1. Cooperación Internacional y Medidas contra Elusión Global


  1. Adoptar pilares OCDE (I: asignación ingresos digitales; II: mínimo 15% para multinacionales); renegociar tratados bilaterales para gravar fuente en transporte marítimo/aéreo.

  2. Negar deducciones por pagos a paraísos fiscales; implementar QDMTT (impuesto mínimo cualificado) para neutralizar erosión.

  3. Posiciones regionales en UN Tax Committee contra competencia harmful; Sur-Sur con Asia para tratados.

Fuentes: CEPAL (2023); Comisión DIAN-OCDE (2021).


Consideraciones Finales de Expertos


El FMI destaca que estas medidas deben integrarse en un plan de consolidación fiscal creíble para 2028, combinando ingresos y gastos eficientes, evitando rigideces. Juristas y economistas (ej. Fergusson y Hofstetter, UNDP 2022) advierten que sin transparencia y equidad, la desconfianza persistirá. La implementación gradual, con análisis distributivos (impacto en género/clases), es clave para evitar regresividad. En resumen, priorizar progresividad y digitalización podría recuperar 4 puntos del PIB en ingresos, beneficiando a los más pobres.


El Coste Electoral Del Progresismo Identitario Para La Izquierda Tradicional

El Coste Electoral Del Progresismo Identitario Para La Izquierda Tradicional


Critian Beltrán Barrero


 Introducción


Aunque el progresismo cultural (woke, ideología de género, feminismo contemporáneo, activismo identitario) y la izquierda política (socialismo, comunismo, lucha de clases) comparten históricamente ciertos objetivos de justicia social, hoy se confunden en el imaginario colectivo como una sola cosa. Esta asociación ha sido perjudicial para la izquierda tradicional: muchos ciudadanos perciben que votar izquierda implica aceptar obligatoriamente un paquete ideológico progresista que no resuelve sus problemas materiales cotidianos (trabajo digno, seguridad, alimentación, vivienda).


El progresismo, en su versión actual, ha generado un rechazo creciente entre sectores populares —incluidos obreros, creyentes, pequeños emprendedores y padres de familia— que se sienten juzgados, ridiculizados o directamente excluidos por su discurso moralizante. Este rechazo ha empujado votos hacia opciones de derecha que, aunque no siempre cumplan, al menos se presentan como defensores del “sentido común” y de la gente común.


A continuación, clasifico las principales causas por las cuales el progresismo moderno ha dañado la legitimidad y el apoyo electoral de la izquierda:


  1. Fundamentalismo Ideológico


El progresismo actual se caracteriza por una cultura de intolerancia hacia cualquier opinión disidente. Mediante la “cultura de la cancelación” (gaslighting social), la presión social y la censura en espacios académicos, mediáticos y laborales, se estigmatiza y silencia a quien cuestione sus postulados. 


Ejemplos concretos:


  1. Despidos o boicoteos por usar términos no alineados con el discurso oficial (casos de profesores universitarios despedidos por no utilizar “pronombres deseados”).

  2. Obligación legal o social de usar pronombres específicos o lenguaje inclusivo, lo cual es percibida como un ataque a la libertad de expresión, a la libertad de conciencia y una imposición forzada al libre desarrollo de la personalidad.

  3. Ridiculización sistemática de sectores populares: al obrero que no se aliena con el progresismo lo llaman “pobre de derechas”; al creyente en una fe, “retrógrado” (violando la “libertad de cultos” como derecho fundamental); al padre que ejerce autoridad, “patriarcal”.


Este autoritarismo moral ha convertido al progresismo en una especie de “fascismo ideológico” que utiliza el Estado y las instituciones como aparatos de represión ideológica —convirtiéndose precisamente en lo que decía combatir (el progresismos e fortalece como respuesta contra el fascismo y se convierte en una versión de ese mismo fascismo que decía combatir).


  1. Relativismo Epistemológico, Subjetivismo Moral Y Negacionismo Científico


El progresismo prioriza la autopercepción subjetiva sobre hechos objetivos y evidencia empírica. El caso más claro es la ideología de género, que sostiene que el género es una construcción exclusivamente social y que la identidad personal prevalece sobre la biología (dimorfismo sexual XX/XY, diferencias hormonales y anatómicas).


Críticos como Richard Dawkins, Abigail Shrier y biólogos evolutivos señalan que esta negación de la realidad observable genera confusión, especialmente en menores, y afecta políticas públicas (deportes, baños, tratamientos médicos). También se observa en el relativismo cultural que impone visiones occidentales fluidas del género a comunidades tradicionales (indígenas, religiosas), lo que es percibido como colonialismo cultural por parte de estas culturas. 


Este subjetivismo erosiona la confianza en la ciencia y la razón cuando contradicen la narrativa ideológica y termina deslegitimado no solo al progresismo sino a la izquierda asociada a él. 


  1. Desconexión Con Los Problemas Reales De Las Gente


El progresismo se enfoca en batallas culturales simbólicas (lenguaje inclusivo, identidades específicas, microagresiones) mientras que ignora o simplifica los problemas materiales de la mayoría: empleo, seguridad, costo de vida.


Ejemplos:


  1. Políticas de cuotas de género o inclusión forzada que, en la práctica, pueden incentivar la mediocridad o generar resentimiento sin resolver desigualdades estructurales.

  2. Ecologismo punitivo que señala al trabajador que usa vehículo como “enemigo del clima” sin ofrecer alternativas reales.

  3. Lenguaje inclusivo (“todes”, “niñes”) que complica la comunicación cotidiana y es percibido como elitista e impráctico (críticas de la RAE y lingüistas) y que finalmente no resuelve nada.


Este idealismo utópico olvida que “la gente común tiene problemas comunes” y termina presentando a la sociedad tradicional como el principal obstáculo al progreso.



  1. Victimismo Como Herramienta Política E Instrumentalización Política De Las Luchas Históricas


El progresismo ha sido cooptado por élites políticas y corporativas (“woke capitalism”) para ganar imagen pública sin atacar las causas estructurales de la desigualdad (clase, pobreza). Al mismo tiempo, fomenta una cultura de victimización perpetua que:


  1. Reduce a individuos y grupos a víctimas sin agencia ni responsabilidad personal .

  2. Crea una “jerarquía de opresión” donde se compite por quién sufre más.

  3. Hipersensibiliza la vida cotidiana: interacciones neutras (saludar, mirar, usar términos tradicionales) se interpretan como agresiones.


Esto genera la llamada “generación de cristal”: jóvenes con baja tolerancia a la frustración, alta ansiedad y percepción constante de ofensa. Lejos de empoderar, esta narrativa debilita la resiliencia y perpetúa estereotipos de fragilidad.


Además, el Estado se burocratiza para imponer la ideología (perspectiva de género en justicia, programas asistenciales sin focalización), convirtiéndose en el opresor que decía combatir.


  1. Incoherencia Ideológica


El progresismo muestra contradicciones internas evidentes:


  1. Defiende la inclusión pero excluye y ridiculiza a quienes no comparten su visión (obreros, creyentes, hombres pobres).

  2. Critica el patriarcado pero promueve estereotipos inversos (todo hombre como potencial agresor).

  3. Rechaza tradiciones como opresivas pero impone una nueva ortodoxia moral rígida.

  4. Promueve la diversidad pero homogeneiza el pensamiento mediante corrección política.


Esta falta de coherencia teórica (crítica compartida por filósofos analíticos y sociólogos críticos) facilita que sea percibido como performativo y elitista.


  1. Traumas Y Consecuencias Negativas En Sus Seguidores


Paradójicamente, el progresismo genera efectos psicológicos y sociales negativos en quienes lo abrazan con más fervor:


  1. Aumento de ansiedad, depresión y fragilidad emocional por la constante percepción de amenaza.

  2. Pérdida de resiliencia y agencia personal al atribuir todos los problemas a estructuras opresoras externas.

  3. Alienación de sectores populares que, al sentirse juzgados, migran hacia la derecha.


Conclusión


El progresismo moderno, con sus excesos identitarios, su moralismo autoritario y su desconexión de los problemas materiales, ha contribuido decisivamente a la pérdida de legitimidad y votos de la izquierda. No se trata de que la sociedad “se haya vuelto reaccionaria”, sino de que amplios sectores se sienten moralmente juzgados por una ideología que los señala como culpables por existir tal como son.


La izquierda tradicional —aquella centrada en la lucha de clases y los derechos económicos— tiene la oportunidad de recuperar terreno si se distancia claramente de este progresismo cultural y vuelve a hablar el lenguaje de la gente común: trabajo, seguridad, dignidad y sentido común. De lo contrario, seguirá perdiendo la guerra cultural… y electoral.