Guías Análisis Técnico 4. Análisis Cuantitativo 4.1. Osciladores Son las herramientas matemáticas y estadísticas que utiliza el analista técnico, junto a los indicadores, para eliminar la subjetividad derivada del análisis gráfico. El oscilador se trata de un instrumento extremadamente útil en mercados sin tendencias en los que los precios se mueven en una banda de fluctuación horizontal, creando una situación de mercado en la que la mayoría de los sistemas que siguen tendencias no funcionan tan bien. El oscilador le proporciona una herramienta al operador técnico que le permite beneficiarse de estos periódicos movimientos laterales y sin tendencia. El valor del oscilador no está limitado a las bandas de fluctuación horizontales. Usado en conjunción con los gráficos de precios durante las fases con tendencias, el oscilador se transforma en un aliado extremadamente útil cuando alerta al operador ante extremos del mercado a corto plazo conocidos comúnmente como condiciones sobre compradas o sobrevendidas. El oscilador también puede advertir de que una tendencia está perdiendo ímpetu antes de que dicha situación se haga evidente en las propias acciones de los precios. Los osciladores pueden indicar que una tendencia está a punto de finalizar mediante la descripción de ciertas divergencias.
Los tres usos más importantes del oscilador Hay tres situaciones en las que el oscilador es sumamente útil. Cuando su valor alcanza una lectura extrema cerca de su límite superior o inferior. Se dice que el mercado está sobrecomprado cuando es cerca del extremo superior y sobrevendido cuando es cerca del extremo inferior. Es una advertencia de que la tendencia del precio está sobre extendida y es vulnerable. Una divergencia entre el oscilador y el movimiento del precio cuando el oscilador está en una posición extrema, generalmente es una advertencia importante. 3. El cruce de la línea cero (o media) puede dar importantes señales para operar en la dirección de la tendencia de los precios.
4.1.1 RSI (Índice de fuerza relativa) Fue creado en 1978 por J.Welles Wilder y desde entonces ha sido muy utilizado por los analistas técnicos. El valor de RSI oscila entre 0 y 100. Si toma un valor por encima de 70, indica una sobrevaloración del mercado y es posible que tenga lugar un techo principal en los precios. Si desciende por debajo de 30 es muy probable que se desarrolle un suelo principal en los precios, pues el mercado está siendo infravalorado. La evolución de la tendencia del RSI es parecida a la de los precios y, por tanto, cuando se produce una divergencia entre ambas se está produciendo un aviso de vuelta de tendencia en los precios. Si los precios suben o se mueven lateralmente y el RSI baja, se producirá seguramente una vuelta bajista en la tendencia, y si los precios descienden o forman un movimiento horizontal mientras el RSI sube, se espera una vuelta alcista. En este gráfico se puede ver cómo mientras el precio continúa registrando nuevos máximos, la línea de RSI muestra de forma paralela máximos descendentes obteniéndose de esta manera una potencial doble divergencia bajista que nos alerta del riesgo de desaceleración de la tendencia en curso (en este caso alcista). RSI también ha generado en este caso una señal de venta al introducirse por debajo de la línea soporte en la que se había apoyado anteriormente, para dibujar el mínimo entre los dos máximos que componen la divergencia bajista.
4.1.2 Momentum El momentum es el oscilador más básico del análisis técnico, aunque no por ello deja de ser muy eficaz. Mide la variación entre el precio actual y el precio de hace n períodos. Este tipo de oscilador pretende medir la "velocidad" del movimiento de los precios. Su construcción se realiza a partir de la sustracción al precio de cierre de hoy del precio de cierre de hace n períodos. Este valor puede ser positivo o negativo, y oscila en torno de la línea cero.
La fórmula es la siguiente: Momentum n = Precio cierre hoy – Precio cierre de n periodo La principal ventaja de la línea del momentum es que se anticipa a los cambios de tendencia de los precios. Por ello, si tenemos una serie de precios en ascenso y la línea de momentum se encuentra también en tendencia ascendente, y comienza a descender, nos muestra una señal de desaceleración que puede alertar de un cambio de tendencia en los precios. A esto se le llama divergencia (entre la actual tendencia del mercado y la desaceleración de la línea de momentum). No obstante, hay que tener en cuenta que el análisis de cualquier oscilador nunca debe contradecir la tendencia dominante. Esto es, sólo se debe comprar al cruzar la línea de cero hacia arriba, cuando la tendencia es al alza. Y al contrario, vender únicamente cruzando la línea de cero hacia abajo, cuando la tendencia sea a la baja.
4.1.3 MACD Este oscilador consiste en dos medias exponenciales que van girando en torno a la línea de cero. Estas dos líneas se llaman MACD (Moving Average Converge Divergence) y Signal. La línea del MACD no es más que la diferencia entre una media móvil exponencial larga y una media móvil exponencial corta. Por supuesto, los periodos a utilizar pueden ser optimizados con cada valor. Generalmente y al ser un oscilador para detectar movimientos a medio y largo plazo, se suele utilizar un periodo de veintiséis días para la media larga y un periodo de doce días para la media corta. La línea Signal no es más que la media exponencial de la línea del MACD, para tratar de determinar posibles cambios en su tendencia a corto plazo (se suele utilizar un período de nueve días). En resumen, la línea MACD nos aporta información a medio y largo plazo sobre la evolución del valor, y la línea Signal nos aporta información sobre el comportamiento de la línea MACD a muy corto plazo. La interpretación de este oscilador es tan sencilla como interpretar dos medias móviles. La señal de compra se producirá cuando la línea del Signal corte hacia "arriba" a la línea de MACD. La señal de venta se producirá cuando la línea del signal corte hacia "abajo" a la línea MACD. La mayor utilidad que tiene este oscilador es confirmar que la tendencia será alcista o bajista. Como ya hemos visto, hay osciladores que pueden detectar un cambio en la tendencia con más antelación como puede ser el RSI, el momentum o el cruce de medias. El MACD tiene mucha utilidad, para confirmar que la tendencia tendrá vigor a medio y largo plazo.
INDICADOR MACD E IBEX35 CON DATOS SEMANALES A parte de las señales de compra y venta que aparecen reflejadas en este gráfico, MACD también puede proporcionar señales de desaceleración de la actual tendencia en curso, desplegando divergencias alcistas o bajistas.
4.1.4 Estocásticos Estos dos osciladores fueron desarrollados por George Lane. Su premisa fundamental es que en el desarrollo de una tendencia alcista, los precios de cierre tienden a estar cerca de los máximos y, cuando la tendencia es bajista, los precios de cierre tienden a estar cerca de los mínimos de la sesión. Estos osciladores utilizan dos líneas; % K y % D, siendo la más importante esta última, ya que es la que genera las señales de compra o de venta. Lo que se intenta determinar a través del estocástico es cómo está el precio de cierre actual en comparación con la gama de precios de un período determinado. Estocástico rápido o línea % K. La línea % K es la más sensible de las dos. El resultado es una línea. Un resultado muy alto (si sobrepasa la zona de 70) situaría el cierre cerca de la cima de la gama de precios y un resultado muy bajo situaría el cierre en los mínimos de la gama de precios. De la misma manera que en otros osciladores aplicamos medias móviles a los propios indicadores, aquí utilizaremos la línea de % D para alisar la línea % K. Estocástico lento. Este estocástico es una versión más alisada, en donde el % K del estocástico lento es la línea % D del estocástico rápido, y la línea % D del estocástico lento es una media móvil de tres días de la línea % K del estocástico lento. Para la correcta interpretación de los estocásticos hay que aclarar que la ventaja principal que ofrecen no está en las señales de compra o venta, sino en las "divergencias" respecto de la serie de precios. No olvidemos que se trata de comparar el precio de cierre respecto de la gama de precios de un determinado período. Cuando la línea % D se sitúa por encima de 70 y forma cada vez "máximos más bajos" mientras que los precios forman "máximos cada vez más altos", se produce lo que se denomina una "divergencia bajista". Cuando la línea % D se sitúa por debajo de 30 y forma cada vez "mínimos más altos", mientras que los precios forman "mínimos cada vez más bajos", se produce lo que se denomina una "divergencia alcista”. En cualquier caso, las señales de compra o de venta se pueden producir cuando la línea del % K corta a la línea del % D. Estas señales sólo serán significativas si se producen en los máximos o en los mínimos del estocástico, siempre traspasada la línea del 70 (hacia arriba) o del 30 (hacia abajo). Los mejores resultados suelen obtenerse en los gráficos semanales.
4.2. Indicadores de tendencia 4.2.1 Medias móvilesLa media móvil es uno de los indicadores técnicos más versátil y cuyo uso está más extendido. Por la forma en que se hace y por el hecho de que puede cuantificarse y verificarse tan fácilmente, es la base de muchos sistemas mecánicos de seguimiento de tendencias en uso hoy en día. El análisis gráfico es muy subjetivo y difícil de comprobar. Por el contrario, las reglas de las medias móviles se pueden programar fácilmente en un ordenador, que a su vez genere señales específicas de compra y venta. Aunque dos técnicos estén en desacuerdo en si un determinado patrón de precios es un triángulo o una cuña, o si el patrón de volumen favorece la parte alcista o bajista, las señales de tendencia de las medias móviles son precisas y no permiten discusión.
La media móvil: una forma de suavizar con un desfase cronológico Comencemos definiendo una media móvil. Como la primera palabra indica, es un promedio de un cierto bloque de información que va variando en el tiempo. La media móvil es, esencialmente, una forma de seguir una tendencia. Su propósito es hacer saber o indicar que ha comenzado una tendencia nueva o que una vieja ha finalizado o ha cambiado de dirección. Su propósito también es seguir los avances de la tendencia, y podría considerarse como una línea de tendencia curva, pero no pronostica la acción del mercado en el mismo sentido que intenta hacerlo el análisis gráfico común. La media móvil es un seguidor, no un líder. Nunca anticipa, sólo reacciona. La media móvil sigue un mercado y nos dice que ha comenzado una tendencia, pero sólo después de producirse el hecho. La media móvil es un mecanismo que suaviza. Haciendo un promedio de la información sobre precios, se produce una línea más suave, facilitando así la visión de la tendencia subyacente. Por su propia naturaleza, no obstante, la línea de la media móvil también va por detrás del movimiento del mercado. Una media móvil más corta, como un promedio de 20 días, se acercará más al movimiento del precio que un promedio de 200 días. El desfase cronológico se reduce con medias más cortas, pero nunca se puede eliminar del todo. Las medias a más corto plazo son más sensibles al movimiento de los precios, mientras que las que cubren períodos más largos son menos sensibles. En ciertos tipos de mercados resulta más ventajoso utilizar medias más cortas, y en otros momentos es más útil recurrir a una media más larga y menos sensible. Las medias móviles son indicadores muy sencillos y fáciles de utilizar. Son indicadores retrasados que confirman el movimiento una vez que ya ha empezado.
4.2.2 ADX (DMI) Índice de movimiento direccional Una posible solución es usar algún tipo de filtro o dispositivo que determine si el mercado está en fase de tendencia. La línea ADX de Wilder valora el movimiento direccional de los diferentes mercados en una escala de 0 a 100. Una línea ADX ascendente significa que el mercado tiene una tendencia y es un buen candidato para un sistema de seguimiento de tendencia. Una línea ADX descendente indica un entorno en el que no hay tendencias, inadecuado para el enfoque que se basa en seguirlas. Dado que la línea ADX está en una escala de 0 a 100, el operador que se basa en tendencias podría simplemente operar en aquellos mercados con la calificación de tendencias más altas. Los sistemas sin tendencias (los osciladores, por ejemplo) se podrían utilizar para mercados de movimiento direccional lento. El movimiento direccional se puede usar como sistema en sí mismo o como filtro del sistema parabólico o de cualquier otro basado en seguir las tendencias. En el estudio del movimiento direccional se generan dos líneas, +DI y –DI. La primera línea mide los movimientos positivos (ascendentes) y la segunda, los negativos (descendentes). Cuando la línea +DI cruza la línea -DI por encima, hay una señal de compra, y si la cruza por debajo, hay una señal de venta. El parabólico (SAR, se verá más adelante) es un sistema claramente más sensible, lo que significa que las señales aparecen antes y son más frecuentes. De todos modos, usando el movimiento direccional como filtro se podrían evitar muchas de las malas señales del sistema parabólico siguiendo sólo aquellas señales que vayan en la misma dirección que las líneas del movimiento direccional. Parece, entonces, que los sistemas parabólicos y de movimiento direccional deberían usarse de forma conjunta, éste último como filtro del parabólico, que es más sensible. El momento más adecuado para usar un sistema que siga las tendencias es cuando la línea ADX sea ascendente. La advertencia previa, no obstante, es que cuando la línea ADX empieza a caer desde por encima del nivel 40, es señal de que la tendencia se está debilitando. Si vuelve a subir y traspasa el nivel 20, es frecuente que la señal indique el comienzo de una nueva tendencia (la línea ADX es, en esencia, una diferencia suavizada entre la línea +DI y –DI).
4.2.3 Parabolic SAR El sistema parabólico (SAR) de Wilder es un sistema del cambio tiempo/precio siempre presente en el mercado. Las letras SAR significan "paro y retroceso", que quiere decir que la posición se da la vuelta cuando se alcanza el límite de protección. Es un sistema que sigue la tendencia, y su nombre proviene de la forma que adoptan los límites en su tendencia a curvarse como una parábola. Obsérvese que a medida que los precios siguen la tendencia al alza, los puntos ascendentes debajo del movimiento del precio (los puntos de paro y retroceso) tienden a comenzar más lentamente y luego a acelerar con la tendencia. En una tendencia a la baja ocurre lo mismo, pero en la dirección contraria (los puntos están por encima del movimiento del precio). Los números SAR se calculan y quedan a disposición del usuario para el día siguiente. Wilder incorporó un factor de aceleración al sistema. La parada se desplaza cada día en la dirección de la nueva tendencia. Al principio, el movimiento de la parada es relativamente lento, para que la tendencia tenga tiempo a establecerse, pero a medida que el factor aceleración se incrementa, el SAR comienza a moverse más rápido y en un momento dado alcanza el movimiento del precio. Si la tendencia falla, o no se materializa, el resultado suele ser una señal de paro y retroceso. Así pues, el sistema parabólico funciona muy bien en mercados con una tendencia definida. Cabe destacar que, mientras las partes con tendencia se cogen bien, el sistema no paraba de dar señales de compra / venta durante los períodos laterales o de no-tendencia. Esto demuestra la fuerza y la debilidad de la mayoría de los sistemas que siguen la tendencia. Funcionan bien cuando hay períodos de tendencia fuerte, algo que el propio Wilder estima que sucede sólo alrededor del 30 por ciento de las veces. Si dicha estimación se acerca siquiera a la realidad, significaría que un sistema que sigue la tendencia no funcionaría un 70 por ciento de las veces. En tal caso, ¿cómo hacerle frente a este problema?
4.3. Indicadores de volatilidad 4.3.1 Bandas de Bollinger Se trata de una técnica desarrollada por John Bollinger. Se establecen dos bandas de fluctuación alrededor de una media móvil más dos desviaciones típicas por encima y por debajo de ésta, que generalmente es de 20 días. La desviación típica es un concepto estadístico que describe cómo se dispersan los precios alrededor de un valor promedio. El uso de dos desviaciones típicas asegura que el 95 por ciento de la información sobre el precio caerá dentro de las dos bandas de fluctuación. Como regla, los precios se consideran sobre extendidos en el lado superior (sobre comprados) cuando alcanzan la banda superior. Se consideran sobre extendidos en el lado inferior (sobrevendidos) cuando alcanzan la banda inferior.
Las Bandas de Bollinger usadas como metas La forma más sencilla de utilizar las bandas de Bollinger es usar las bandas superior e inferior como metas de los precios. En otras palabras, si los precios remontan a partir de la banda inferior y cruzan por encima la media de los 20 días, la banda superior pasa a ser el objetivo del precio más alto. Un cruce por debajo de la media de 20 días identificaría la banda inferior como el objetivo de la parte inferior. En una fuerte tendencia al alza, los precios suelen fluctuar entre la banda superior y la media de 20 días. En tal caso, un cruce por debajo de la media de 20 días avisa de un cambio de tendencia a la baja.
El ancho de la banda mide la volatilidad Las bandas de Bollinger se expanden y se contraen según la volatilidad de los últimos 20 días. Durante un período de volatilidad creciente en los precios, la distancia entre las dos bandas se ensanchará. Y a la inversa, durante un período de baja volatilidad del mercado, la distancia entre las dos bandas se contraerá. Hay una tendencia de las bandas a que se alternan entre expansión y contracción. Cuando las bandas están usualmente separadas, es señal de que la tendencia actual puede estar cambiando, y cuando se han acercado mucho, es señal de que el mercado puede estar iniciando una nueva tendencia. Las bandas de Bollinger tienen su mejor rendimiento cuando se las combina con los osciladores sobre comprados/sobrevendidos.
4.4. Indicadores de volumen 4.4.1 Volumen El volumen es el número total de títulos negociados durante un período de tiempo y, por tanto, permite valorar la fuerza o debilidad que contiene la tendencia. Se puede representar en un gráfico, situando el volumen en euros o en número de títulos de un valor en el eje vertical y el tiempo en el eje horizontal, por lo que se suele estudiar conjuntamente con el precio. El volumen se mueve por la tendencia de precios y es útil, por tanto, a la hora de confirmar la misma: "...el volumen se considera el combustible necesario para mover los precios hacia arriba y hacia abajo," ya que si el volumen es fuerte mientras los precios siguen una tendencia alcista o bajista, es probable que los precios continúen su tendencia actual; sin embargo, un descenso en el volumen se consideraría como una señal de que la tendencia se está debilitando y puede tener lugar una consolidación o un giro de precio. Así pues, el volumen permite determinar la fuerza de la tendencia en un determinado momento. La figura de volumen es muy importante debido a que indica qué cantidad de transacciones se han registrado para cada rango de precios. El volumen siempre aporta consistencia al movimiento de la cotización, y por tanto debe utilizarse como confirmación del movimiento y de las distintas pautas gráficas. Otra característica de la relación precio-volumen es que, cuando los precios han estado subiendo o bajando durante un período considerable de tiempo, la tendencia suele agotarse y girar acompañada de una fuerte expansión del volumen. Según el sistema de precio-volumen, se deben comprar aquellos títulos cuyo precio esté en ascenso junto con el volumen de negociación, y no se deben vender mientras experimenten retroceso con bajo volumen. Por el contrario, conviene vender aquellos títulos cuyo precio desciende con fuerte volumen de contratación, y no comprarlos mientras las recuperaciones que experimenten vayan acompañadas de bajo volumen. Una manera de medir el volumen de contratación puede ser a través de un índice acumulativo, que se calcula como la diferencia entre volumen de valores en ascenso y el volumen de valores en descenso, para añadir después ésta cifra al valor acumulativo total. Otro indicador de volumen parecido es el denominado "On Balance Volume", que consiste en sumar el volumen del período actual acumulativo total cuando el precio del cierre del valor en el período actual sea superior al precio al que cerró el período anterior, mientras que se resta si el valor cierra en el período actual por debajo del cierre del período anterior. Estos índices se comparan con un índice de precios, normalmente para analizar las posibles divergencias entre ambos. Casi todos los técnicos de los mercados financieros aplican un enfoque multidimensional al análisis de mercado siguiendo los movimientos de tres grupos de cifras: precio, volumen e interés abierto. El análisis de volumen se aplica a todos los mercados, y el interés abierto se aplica a los mercados de futuros.
Interpretación del volumen para todos los mercados El nivel de volumen mide la intensidad que hay detrás del movimiento de precios. Un volumen mayor refleja un grado más alto de intensidad o presión. Controlando el nivel de volumen junto con los movimientos de precios, el técnico está mejor capacitado para medir la presión compradora o vendedora que hay detrás de los movimientos del mercado. Dicha información se puede utilizar para confirmar movimientos de precios o para advertir que un determinado movimiento del precio no es de fiar. Para expresar la norma de forma más precisa, el volumen debería aumentar o expandirse en la dirección de la tendencia actual de los precios. En una tendencia al alza, el volumen debería ser mayor a medida que los precios suben, y debería disminuir o contraerse cuando los precios bajan. Mientras este patrón continúe, se dice que el volumen confirma la tendencia de los precios. El volumen siempre tiene que confirmar el movimiento. De esta forma, cualquier impulso al alza que no vaya acompañado de un incremento claro en el volumen de negociación debe hacernos dudar de la fiabilidad del movimiento.
4.4.2 Interés abierto (Open Interest) El número total de contratos pendientes o no liquidados al final del día es lo que se llama interés abierto. El interés abierto representa el número total de posiciones largas o cortas abiertas en el mercado, pero no la suma de ambas. Interés abierto quiere decir número de contratos abiertos. Un contrato tiene que tener un comprador y un vendedor, o sea que dos participantes del mercado se combinan para crear un solo contrato. La cifra de interés abierto publicada cada día va seguida de un número de contrataciones de ese día. Son esos cambios en los niveles de interés abierto, hacia arriba o hacia abajo, los que le dan al analista técnico pautas sobre el carácter cambiante de la participación en el mercado y los que hacen que tengan fuerza de pronóstico. Cada vez que se completa una operación, el interés abierto se ve afectado de una determinada manera: aumenta, disminuye o permanece inalterado. Veamos cómo ocurren esos cambios. En el primer caso, tanto el comprador como el vendedor están iniciando una nueva posición y se establece un nuevo contrato. En el caso 2, el comprador está iniciando una nueva posición larga, pero el vendedor está simplemente liquidando una vieja posición larga. Uno está entrando en una operación y el otro está saliendo. El resultado es un empate en el que no hay cambios en el número de contratos. En el caso 3 sucede lo mismo excepto que en esta ocasión es el vendedor el que inicia una nueva posición corta y el comprador el que está sólo cubriendo una vieja posición corta. Como uno de los operadores entra y el otro sale, tampoco hay cambios. En el caso 4, ambos operadores están liquidando una vieja posición larga y por lo tanto el interés abierto disminuye de forma acorde. En resumen, si los dos participantes de una operación están iniciando una nueva posición, el interés abierto aumentará. Si ambos están liquidando una vieja posición, el interés abierto disminuirá. Pero si uno está iniciando una nueva operación mientras que el otro está liquidando una vieja, el interés abierto permanecerá sin cambios. Si el volumen y el interés abierto están aumentando, entonces es probable que la tendencia de precios actual continúe en la dirección que tiene (alcista o bajista). Pero si el volumen y el interés abierto están disminuyendo, la acción se puede entender como una advertencia de que la actual tendencia de precios puede estar llegando a su fin. El analista técnico también está atento a las señales de divergencia. La divergencia ocurre si la penetración de un máximo anterior por parte de la tendencia de los precios tiene lugar con un volumen en declive.
|