INSTITUCIONES FINANCIERAS
El impacto de Internet en el sector
financiero es evidente en el mercado puesto que el sector financiero está
siendo pionero en el uso de Internet como nuevo canal de distribución, ya que
la distribución de productos financieros no requiere un intercambio físico de
bienes. Internet supone una considerable disminución de las barreras de entrada
del sector. El proceso de convergencia europeo está llevando a las entidades europeas
introducirse en España a través de Internet. Además, están apareciendo nuevo competidores
para las entidades tradicionales, como los brokers on-line y los por tales
financieros. Internet tendrá un mayor impacto en los productos más sencillos y
sensibles a precio, como la negociación de acciones, los depósitos a plazo y
las hipotecas el impacto será menor en las cuentas corrientes, los seguros de
vida y ciertos fondos de inversión.
Se dejará sentir más en volumen que
en márgenes, ya que, en la actualidad, los márgenes del sector son estrechos.
Internet ofrece importantes oportunidades a las entidades financieras, como la
posibilidad de reducir costes, conocer mejor las necesidades de los clientes y
aumentar el rango de productos aprovechando el contacto con los clientes. La
distribución multicanal será un factor crítico de éxito para las entidades que aspiren
a diferenciarse mediante un alto nivel de servicio.
DE BANCO A PORTAL FINANCIERO
El sector financiero está siendo
pionero en el uso de Internet como nuevo canal de distribución y es uno de los
sectores en los que es posible analizar con más claridad su impacto, el desarrollo
del canal Internet mantendrá un crecimiento sostenido debido a que la distribución
de productos financieros no requiere un intercambio físico de bienes, ya que
desde hace muchos años el dinero es, principalmente, un bien electrónico. De
hecho, la banca por Internet es ya una realidad. Según Jupiter Communications,
en EE.UU. 14,2 millones de americano utilizan los servicios de banca
electrónica (un 5,2% de la población). En España estimamos que existen 644.000
usuarios, un 1,6% de la población y que en el año 2003 se alcanzará la cifra de
2,4 millones de usuarios (lo que representa un 6,1% de la población y un 25% de
internautas).
El impacto de Internet en la
distribución de productos financieros es doble: se trata de un nuevo canal para
distribuir productos tradicionales, pero, por otra parte, permite la aparición de
nuevas áreas de negocio. La disminución de las barreras de entrada facilita la
penetración de nuevos competidores... ... y supone un riesgo de
desintermediación para las entidades financieras.
•
Internet, entendido como nuevo
canal, supone una importante amenaza de entrada de nuevos competidores. En este
sentido, y dado el proceso de convergencia de las economías europeas en el
entorno del Euro, Internet se convertirá en la vía de entrada en el sector
español de banca comercial preferida de las entidades extranjeras y de otros
sectores (brokers, aseguradoras), que ejercerán presión sobre los precios.
Además, existe un riesgo enorme de que los bancos sean des—intermediados como
distribuidores de productos financieros y aparezcan nuevos distribuidores (los
portales verticales y los agregadores de información). Como consecuencia de esta
fuerte competencia se producirá, además, una pérdida de volúmenes en favor de
los nuevos participantes.
•
Internet está contribuyendo a
acelerar la transición de los bancos como organizaciones basadas en productos
hacia organizaciones basadas en el consumidor. Cobra cada vez más importancia
la innovación, el talento, la calidad del servicio y la eficiencia. Los bancos
ya no compiten con otros bancos, sino con todo tipo de entidades que ofrecen servicios
financieros:brokers on-line, portales generalistas, aseguradoras, bolsas de valores,
ECNs, etc. Todas estas entidades tenderán a convertirse en portales financiero que
ofrecerán todo tipo de productos al cliente. Por ello, para los bancos
tradicionales es clave establecer una presencia en la red de calidad, variada y
competitiva en precio. Los recién llegados no corren el riesgo de canibalizar
sus negocios tradicionales, lo que les está permitiendo ser más agresivos y
rápidos que los bancos establecidos.
•
Por otra parte, Internet permite
desarrollar nuevos negocios, cuyo mejor ejemplo es la negociación de acciones
por Internet. Podemos considerar este servicio como nuevo: el cliente ahora no
sólo es capaz de dar órdenes directamente por Internet, sino que dispone de
información en tiempo real, análisis, noticias, alertas, consulta de órdenes,
acceso a bolsas extranjeras, etc. Este servicio totalmente nuevo ha dado paso a
la aparición de un nuevo segmento de mercado, del que se han beneficiado nuevas
compañías de Internet, así como algunas sociedades de valores que han migrado a
esta nueva plataforma. En EE.UU. una de cada seis órdenes se introduce por
Internet (una de cada tres en el caso de los particulares). En Europa este
fenómeno no está tan desarrollado, pero estimamos que en Alemania hay 750.000
clientes de brokerage on-line actualmente.
Sin embargo, los bancos
tradicionales siguen encontrándose en una posición privilegiada para aprovechar
este movimiento, ya que cuentan con dos ventajas: los clientes y una re – establecida
(tanto de sucursales como de cajeros) que les permite dar un servicio añadido que
la nueva competencia no va a poder ofrecer. Por ello, aunque Internet
representa una amenaza sustancial para las entidades financieras establecidas,
también es una oportunidad para aquellas que entiendan el reto que supone y
realicen una apuesta decidida por impulsar este canal dentro de su propia
organización. Para las entidades tradicionales no tiene sentido establecer
entidades independientes para competir en Internet, ya que no contarían
entonces con la ventaja competitiva que supone una red ya establecida. La clave
en este negocio maduro no es el precio, sino el servicio, y la capacidad de acceder
a una entidad por múltiples canales es el mejor servicio que se puede ofrecer a
un cliente.