La estrategia es la clave
de cualquier proyecto de marketing digital, es más, es la clave para cualquier
proyecto. Pero muchas veces nos dejamos llevar por las herramientas, por los
medios, en vez de fijarnos en los objetivos, en el fin de nuestro proyecto.
Cuando hablamos de
marketing digital estamos hablando de la promoción en Internet, en el medio
digital por excelencia (sé que es más complejo pero es una forma de simplificar
para que se entienda a grandes rasgos).
Cuando hablamos de
estrategia nos referimos a cómo vamos a alcanzar los objetivos planteados por
tanto eso es lo primero que tenemos que saber, qué objetivos tenemos.
Sorprendentemente muchas veces me encuentro con personas que utilizan
herramientas de marketing digital sin tener un objetivo claro.
Por tanto las herramientas
que hemos ido comentando en los posts anteriores deben utilizarse siempre como
un medio para alcanzar el objetivo definido en la estrategia. Hay muchas formas
de plantear una estrategia en marketing digital, podemos remitirnos a una
clásica de la planificación pero aplicada al mundo digital, al fin y al cabo
sólo cambiarán las herramientas que utilicemos.
Antes de ello un consejo
que me dio hace muchos años uno de los mejores profesores que he tenido jamás,
Jose María Bernabé, en cualquier proceso de planificación el primer paso es
coger un folio en blanco y un bolígrafo y esa reflexión debe ocupar un 20% del
proceso. Si pensamos bien tenemos muchas más posibilidades de reducir la
incertidumbre de un proyecto y de optimizar nuestros recursos y por tanto
estaremos más cerca del éxito del proyecto.
– En primer lugar hemos de
pensar en el objetivo, qué queremos lograr y paralelamente en el cliente, a
quién se lo vamos a ofrecer. Hay que tener en cuenta que podemos plantear
diversas categorías, no es necesario atender a un sólo objetivo, sino que puede
haber varios y tener distinta importancia. Igualmente los clientes los podremos
segmentar para tenerlos agrupados en función de sus intereses, de esta forma
estaremos más enfocados.
– En segundo lugar hay que
plantear la metodología, cómo vamos a alcanzar esos objetivos. Eso significa
seguir unos pasos, tener lo que hoy se denomina una “hoja de ruta” que será el
Social Media Plan que desarrollaremos en el próximo post. Dentro de esta
metodología también plantearemos los indicadores, es decir, cómo vamos medir
los objetivos a alcanzar y con qué métricas lo vamos a hacer, tanto
cuantitativos como cualitativos. La importancia de medir es básica, si no
medimos no podemos tener una referencia y por tanto vamos a ciegas, hacemos las
cosas sin sentido y por tanto con escasas posibilidades de éxito.
– En tercer lugar los
medios, las herramientas que vamos a usar para alcanzar los objetivos. Aquí es
donde entran todos los medios sociales agrupados en categorías como
herramientas de conversación (Facebook, Twitter, Google Plus, Linkedin), de
contenidos (Youtube, Flickr, WordPress, Pinterest, Instagram), de
geolocalización (Google Local, Foursquare), etc.
Por tanto antes que
plantearse abrir canales de comunicación o realizar campañas de marketing es
necesario una estrategia basada en pensar y reflexionar sobre lo que queremos
hacer, no cometamos el error de muchas empresas de empezar la casa por el
tejado, un objetivo bien claro en lo alto, unos buenos cimientos, un buen plan
y comenzar a construir nuestro proyecto con esfuerzo y constancia, no hay más.