TEORÍAS ECONÓMICAS Gloria M. Delgado Cantú La Economía Clásica La ciencia moderna de la economía tiene su origen en el conjunto de ideas expresadas por el escocés Adam Smith en su libro investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones, publicado en 1776, mediante el cual estableció los fundamentos de lo que más tarde consideraría la “escuela clásica” de esa disciplina. Smith defiende la filosofía del laissez-faire (dejar hacer) y, en consecuencia, los principios de división de trabajo y la libertad de comercio, con base en la idea de que el origen de la riqueza de las naciones proviene, no de la cantidad de metales preciosos que se posean, como lo
ADAM SMITH Adam Smith Defendía los principios de la división del trabajo y la libertad del comercio, con base en la idea de que el origen de la riqueza de las naciones proviene, no de la cantidad de metales preciosos que se posean, sino del trabajo productivo…. El trabajo Constituye la medida real del valor de toda mercancía y la verdadera fuente de la riqueza de las naciones porque, según explica Smith, al comprar un producto en realidad se está adquiriendo la cantidad del trabajo contenida en él. Smith estableció que el sistema de mercado está conducido por una “mano invisible” que armoniza el conjunto de intereses egoístas de innumerables individuos que buscan su propio beneficio, para lograr como resultado el beneficio de la población en general. De los planteamientos de Smith se deriva la idea de que los gobiernos no deben de intervenir en la economía pues, al hacerlo restringen las libertades de los empresarios para producir y comerciar, y entorpecen el mecanismo de las “leyes naturales” de la economía. La teoría laisser faire adoptada por el liberalismo económico, en la que el llamado Estado “gendarme” tenía un papel hasta cierto punto inactivo, fundamentó la política económico capitalista, cuyos rasgos egoístas establecía el mercantilismo, sino del trabajo productivo, el mismo que daría mayor rendimiento, entre más diversificación exista en los tipos de actividades. Para Smith, la división del trabajo constituye el origen de la más alta productividad, al especializar a los obreros en las sucesivas operaciones concretas del proceso de producción. Además, el trabajo constituye la medida real del valor de toda mercancía y la verdadera fuente de riqueza de las naciones porque, según explica Smith, al comprar un producto en realidad se está adquiriendo la cantidad de trabajo contenida en él. En relación con lo anterior, Adam Smith consideraba indispensable la libertad del comercio, con la finalidad de que el intercambio de mercancías funcionara libremente a escala internacional, sin trabas importantes en las aduanas y con la posibilidad de tener acceso a todos los puertos, lo cual suponía además la libertad de navegación. La libertad debía de aplicarse también al individuo, porque si de acuerdo con Adam Smith, la conducta humana está dirigida en “forma natural” por motivaciones como el egoísmo, la conmiseración, el deseo de ser libre, el sentido de la propiedad, el hábito del trabajo y la tendencia a cambiar un objeto por otro, tales impulsos de la iniciativa privada no deberían restringirse, porque constituyen la base del sistema económico. Smith suponía que la satisfacción del propio interés individual –limitado por el interés de los demás- es el medio adecuado que permite alcanzar el máximo de provecho para el mayor número de personas. Estableció que el sistema de mercado, más allá de su aparente caos, contiene un elemento de orden conducido por una “mano invisible”, que armoniza el conjunto de intereses egoístas de innumerables individuos que buscan su propio provecho, para lograr como resultado el beneficio de la población en general. De los postulados anteriores se deriva la idea de que los gobiernos no deben intervenir en la economía pues, al hacerlo, restringen las libertades de los empresarios para producir y comerciar y entorpecen el mercantilismo de las “leyes naturales” de la economía. Para Smith, según el sistema de la libertad natural, el estado sólo tiene que cumplir 3 deberes: Defender a la sociedad contra la violencia e invasión de otras sociedades independientes; proteger en lo posible a cada uno de los miembros de la sociedad de la violencia y de la opresión dentro de la misma sociedad, estableciendo una recta administración de la justicia y Eregir y mantener ciertas obras y establecimientos públicos, además de legislar sobre la libertad de empresa y comercio.
EL MARXISMO La lucha de reivindicación obrera alimentaron la crítica al sistema liberal- capitalista e hicieron surgir propuestas alternativas, de las cuales la de mayor trascendencia fue desarrollada por el filósofo alemán Karl Marx (1818 - 1883), principalmente a través de su obra El capital, publicada en 1867. La obra de Marx presenta un análisis detallado de la economía capitalista, así como de las relaciones socioeconómicas en todos los tiempos de la historia humana, enfocado en una estructura económica donde se encuentran dos clases sociales opuestas: una integrada por quienes se apropian de los medios de producción, y otra, la de los expropiados y explotados. Estas dos clases entran en conflicto cuando la explotación alcanza niveles excesivos, y surge entonces la lucha de clases, que termina con el triunfo de la clase oprimida, la cual impone entonces un nuevo modo de producción. De acuerdo con Marx, este conflicto entre clases ha producido los sucesivos cambios vividos por la humanidad desde sus orígenes, cuando existía la comunidad primitiva, antes de que surgiera la propiedad privada y, con ella, la diferencia de clases y la lucha consecuente que para Marx constituye el motor de la historia.
KARL MARX La lucha por la reivindicación obrera alimentaron su crítica al sistema liberal-capitalista y motivaron propuestas alternativas, de las cuales la mayor trascendencia fue la desarrollada por Marx. Desarrolló un análisis detallado de las relaciones socioeconómicas en todos los tiempos de la historia humana, enfocándose en una estructura económica integrada por dos clases sociales opuestas, que entran en conflicto cuando la explotación de la clase trabajadora alcanza niveles excesivos. Al abordar el capitalismo, su verdadero objeto de análisis, Marx concluye que la plusvalía es el medio básico de explotación, porque representa la parte del trabajo que el burgués capitalista sustrae del salario del trabajador, apropiándose así del trabajo no retribuido. Con base a su análisis sobre la evolución histórica, Marx pronosticó el final de la lucha de clases, a través de un proceso revolucionario entre obreros y capitalistas, y una dictadura del proletariado transitoria que prepararía el camino hacia la sociedad sin clases sociales. Al estudiar el capitalismo, su verdadero objeto de análisis, Marx concluyó que la plusvalía es el medio básico de explotación, porque representa las horas de trabajo no pagadas por el empleador, quien se apropia de la parte del salario no retribuida al trabajador. De esta manera, aun cuando el capitalista compra la fuerza de trabajo del obrero por todo el valor que representa como mercancía en el mercado, obtiene siempre de ella más valor que corresponde al “tiempo socialmente necesario” que se requiere paras para producir las cosas que el obrero consume, tales como alimentos, muebles, ropa, etcétera, que son indispensables para mantenerlo en condiciones de seguir proporcionando trabajo. Dicho tiempo equivale al salario mínimo de subsistencia del obrero. A pesar de oponerse a una interpretación idealista, como pretendidamente altruista de los socialistas utópicos, Marx no era partidario de una sociedad materialista, ya que básicamente criticaba los excesos del materialismo en la sociedad de su época. Inspirada en el máximo beneficio sobre la base de la explotación del proletariado. Con base en su análisis sobre la evolución histórica, Marx pronosticaba el final de la lucha de clases, a través de un proceso revolucionario en que se enfrentarían obreros y capitalistas, y una dictadura del proletariado transitoria que prepararía el camino hacia la sociedad sin clases sociales. Sin embargo, el pronóstico de Marx acerca del derrumbe del capitalismo y el arribo de la humanidad a una sociedad sin clases no se cumplió; en los países industrializados continuó desarrollándose el sistema de producción capitalista, sin que surgiera en ellos una
EL MODELO KEYNESIANO Los difíciles años posteriores a la Primera guerra Mundial, y a la gran depresión originada en Estados Unidos en 1929, fueron el trasfondo de la revolución en la ciencia económica protagonizada por el economista inglés John Maynard Keynes (1883 – 1946), quien fuera el principal ideólogo de las medidas de solución utilizadas por el presidente estadounidense Franklin D. Roosvelt, en contra de la severa crisis económica de la década de 1930. En su obra Teoría General del empleo el interés y el dinero, publicada en 1936, Keynes puso en duda las ideas de los economistas clásicos acerca del mecanismo autorregulador de las economías de mercado, y trató de encontrar las medidas capaces de lograr la recuperación económica de los países afectados por la Gran Depresión. Esto llevó a Keynes a la tarea de construir una nueva teoría a partir de un enfoque macroeconómico del sistema, en sustitución del enfoque microeconómico propuesto en 1890 por el inglés Alfred Marshall, perteneciente a la llamada “escuela neoclásica”. Al estudiar las determinantes del nivel de empleo y del ingreso nacional, Keynes comprobó que el estado debería participar de la actividad económica para compensar el descenso de las inversiones privadas, durante los periodos depresivos de las crisis económicas. Porque, al caer la demanda y reducirse la actividad productiva, se genera el desempleo, lo cual refuerza a la vez la tendencia a la recesión y, para combatir ésta, es necesaria la intervención activa de los gobiernos mediante la planeación, la política fiscal y monetaria, y la inversión pública, como medios para lograr la recuperación de la economía, hasta llegar al pleno empleo. Por lo tanto, Keynes propuso incrementar la inversión pública, incluso con déficit presupuestario, incentivar el empleo, y desarrollar el seguro de desempleo, para que los desocupados pudieran seguir consumiendo bienes. De esta manera, las inversiones del estado, como suplementarias de la inversión privada, se transformarán en los medios de recuperación económica y garantizarían (como determinantes del nivel y de la expansión del ingreso y del empleo) un nuevo equilibrio de la actividad. Además de estas ideas, que constituyen la base de la teoría keynesiana, su autor analizó los instrumentos de la política económica en las áreas monetaria y tributaria. El modelo keynesiano prevaleció por largo tiempo en la política económica estadounidense, coincidiendo con una fase prolongada de crecimiento de la economía mundial (1946-1973), durante la cual se relaciona con el modelo de economía mixta, propuesto principalmente por el teórico Paul Anthony Samuelson, donde coexiste el sistema económico de mercado con un fuerte componente de intervención estatal.
JOHN MAYNARD KEYNES John Maynard Keynes comprobó que el estado debería participar de la actividad económica para compensar el descenso de las inversiones privadas, durante los periodos depresivos de las crisis económicas, para lograr la recuperación de la actividad hasta llegar al pleno empleo. Según Keynes, las inversiones del Estado, como suplementarias de la inversión privada, se transformarán en los medios de recuperación económica y garantizarían –como determinantes del nivel y de la expansión del ingreso y del empleo- un nuevo equilibrio de la actividad. El modelo Keynesiano prevaleció por largo tiempo en la política económica estadounidense, coincidiendo con una fase prolongada de crecimiento de la economía mundial, durante la cual se relaciona con el modelo teórico de la economía mixta propuesto por Paul Anthony Samuelson.
lucha de clases que le diera el poder al proletariado. No obstante el pensamiento Marxista debería de interpretarse como una llamada de atención que, en cierta medida, condujo a una mejor relación entre empresarios y obreros, con base en las leyes que obligan al respeto de los derechos de estos últimos. En Rusia, tras el triunfo de la revolución bolchevique, se estableció un régimen de base marxista, con un sistema económico que abolía la propiedad privada de los medios de producción, los cuales fueron absorbidos por el Estado en una supuesta dictadura del proletariado.
Bibliografía Delgado de Cantú, gloria m. México Estructuras Política, Económica y Social Tercera Edición Pearson Educación, México 2009. Pp. 136 a 140.
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