Observemos que el post anterior muestra la autoestima, como uno de los
elementos que se encuentran en la base de los tres estilos expuestos.
En el caso de quienes tienden a comportarse agresivamente, su
vulnerabilidad e inseguridad para mostrarse tal como son, los puede llevar
amenazar e intimidar a otros, como una forma de protegerse y tener control de sí
mismos y de la situación.
Lograr humillar y disminuir a los demás puede darle a la persona, así
sea momentáneamente, un falso sentido de poder y de seguridad del cual carece,
que posteriormente puede convertirse en sentimientos de vacío y hasta de padecimientos físicos por los niveles de
tensión que esto conlleva.
Las personas cuyo comportamiento tiende a ser sumiso, en ocasiones se
sienten más protegidas y seguras, estableciendo relaciones de dependencia. Esto
ocurre en razón al temor a perder el afecto o considerar que los otros son más
valiosos; evitando así, el riesgo de asumir posiciones que las lleven a comprometerse,
a ser desaprobadas, juzgadas o confrontadas.
Estos pensamientos y sentimientos de insuficiencia, muchas veces llevan
a las personas a asumir un costo alto, que se traduce especialmente en
insatisfacción consigo mismo y en las relaciones que establecen con los demás.
Sin embargo, y dado que nuestra cultura no promueve la asertividad, su
ejercicio conlleva en nuestro medio, riesgo. Entre otros, el de ser considerado
mal educado, descortés, petulante o
hasta ser tildado de hostil cuando frente a situaciones de conflicto
interpersonales, se niega a alguien una petición, se expresan desacuerdos o se
actúa con firmeza para hacer valer los derechos.
En nuestro medio tiende a confundirse la asertividad con la agresión y
la sumisión con la cortesía. De esta manera se privilegia y alienta a las
personas a que actúen conforme a las expectativas ajenas, a que digan sí a
todo, o se sacrifiquen por los demás, aunque no los mueva el altruismo, sino el
temor a ser rechazados. Es necesario aprender
a diferenciar la genuina consideración por los demás, de la no asertividad
disfrazada.
Rendimos culto al pensar y a la razón y hemos atrofiado y descalificado
su complemento humano. La vivencia y expresión de las emociones como una forma
importante de procesar de manera afectiva la realidad de la que hacemos parte
Como dice Riso, las emociones han sido sometidas a un proceso de
desnaturalización tal, que la valoración cultural ha desvirtuado su significado
original convirtiéndola en indeseables
El acto de postergar las manifestaciones de las emociones no lo
consideramos asertivo. Algunas razones que mueven a esto, puede ser el temor a
el qué dirán o que el otro se disguste, a creer que no tenemos derecho a
hacerlo para no sentirnos culpables más tarde, por vergüenza o por otras muchas
razones. Guardar o reprimir emociones por mucho tiempo como la ira lleva a que
esta se convierta en rencor, la tristeza en depresión, el miedo en ansiedad
permanente o el amor en frustración. Por supuesto esto ocurre al no saber cómo
manejarlas y entre otras cosas porque socialmente hemos aprendido a ocultarlas.
Sin embargo el resultado de la actitud de echarles tierra se asemeja a
el efecto que produce la olla spress. Necesita una válvula para dosificar la
salida del air. Si esta se bloquea o atasca, puede estallar y causar destrozos.
El bloque mental de las emociones puede transformarlas en sentimientos
negativos o estados crónicos, que sobrecargan el organismos de stress e inducen
en este reacciones fisiológicas a veces irreversibles Algunas de las
alteraciones psicosomáticas asociadas con los estados de tensión emocional son:
hipertensión arterial asma bronquial úlcera gastroduodenal, trastornos
menstruales, entre otros.
Procesar la emoción emocional expresarla adecuadamente dejar que ella
siga su curso natural, fluya y no se acumule, permite que las emociones cumplan
su función de equilibrio en la persona para tener una vida plena y armónica en
la relación con los otros.
No se trata de caer en las exageradas expresiones emotivas en aras de
sentir las emociones, pero sí de fomentar actitudes más abiertas y espontáneas
que permitan su expresión en lugar de sepultarlas. Tampoco de aprovecharnos de
la libertad de tales expresiones para chantajear emocionalmente y obtener propósitos egoístas, Expresiones
como: si haces esto es porque eres mi amiga.
Lo que pasa es que tu ya no me quieres. Nos dan indicios del interés
porque el otro se comporta como queremos.
Ser asertivo implica el respeto genuino por si mismo, por el otro y por
la naturaleza. El respeto comienza por la comprensión fundamental de la no
intervención y el reconocimiento de los derechos ajenos obviamente
salvaguardando los propios, de lo contrario entraríamos en los áridos terrenos
de la sumisión. Por definición el respeto sano es reciproco.
Darle curso natural a las emociones así como expresarlas equivale a un
acto de libertad reflexionada como se manifiesta en este blog permite
trascender las circunstancias, estar por encima de ellas y no ser producto de
las mismas. Quienes se sienten impulsados a trascender y conquistar mayores
niveles de autonomía son en esencia personas con ideales emprendedores. Si bien
la comunicación verbal es un factor imprescindible para la convivencia, como
soporte para la expresión del afecto resulta en ocasiones insuficiente o abecés
hasta innecesaria, cuando en el rencuentro con el otro hay una mutua necesidad
de compartir profundos sentimientos y emociones Un abrazo dice más que mil
palabras. Es comprensible la resistencia a tocar o ser tocados cuando en el
aprendizaje de las pautas de expresión afectiva a predominado la verbal sobre
lo físico, esto no quiere decir que no lo necesitemos, sino que el bloqueo
psicológico nos lo impide y nos da temor hacerlo.
La comunicación del afecto mediante la expresión corporal sonrisas
gesticulaciones y vocalizaciones de ternura suspiros ronroneos gritos tarareos
y el contacto físico, caricias, besos, apretones, cargar, apretar abrazar. Nos
suelta y tranquiliza nos ayuda a disolver tensiones nos permite ser personas más
sanas y satisfechas, porque al estrechar al otro y entrar en contacto también
lo hacemos con nosotros mismos. Una expresión con otro significa un acto de amor con nosotros
mismos.
No somos fracciones o partes somos seres humanos totales, cuando
elegimos comunicarnos solo verbalmente, o solo desde la racionalidad, nos
escindimos, nos descuartizamos, nos fragmentamos. Cuando progresivamente nos
atrevemos a explorar y descubrimos que podemos vivir las relaciones
interpersonales desde diferentes dimensiones, estaremos logrando mayor contacto
con nosotros mismos y con el mundo.
Comunicación, emoción y acción
Las emociones cumplen una misión adaptativa en la relación que el
individuo establece con su medio. En este sentido la ira el temor la euforia
surgen como respuesta a las interpretaciones de amenaza armonía etc. Que la persona hace de su
realidad estas acciones emocionales a su vez se convierten en causa de las
acciones que este lleve a cabo.
La afirmación de Maturana, no hay acción humana sin una emoción que la
funde como tal y la haga posible como acto nos recuerda la influencia con que
las emociones han tenido en las experiencias personales y sin embargo la poca
validez que culturalmente se les ha otorgado. Cuando a diferentes personas se
les pregunta acerca de los hechos han marcado u hito en su historia personal,
se refieren especialmente aquellos que estuvieron acompañados de intensas
emociones el nacimiento de un hijo, la pérdida de un ser querido, la
finalización de la carrera, una tragedia familiar o ambiental un viaje lleno de
aventuras, entre otros convirtiéndose las emociones, en el principal factor de
recordación e tales eventos tal vez es en el que hacer de una persona
emprendedora en el que se revela con mayor certeza l impacto de las emociones, provocan
en el comportamiento humano. En afecto las acciones difíciles y riesgosas que
esta lleva acabo están precedidas por estas no es la razón lo que nos lleva a
la acción Sino la emoción
Escribir un blog crear una obra de teatro, escalar el Everest, iniciar
una empresa, rescatar niños de las alcantarillas o de la calle del cartucho
investigar y proponer teoría que amplíen las comprensiones de neuropsicológica
del cerebro crea un movimiento para preservar
el medioambiente. Diseñar un nuevo producto o realizar una cruzada para
reivindicar socialmente los enfermos del
sida. Con seguridad han estado fundamentados en una emoción que se transformó
en la fuerza propulsora de los emprendedores hacia la acción.
Estos hechos en sí mismo constituyen los actos comunicativos, mediante
los cuales el emprendedor se expresa, influye en otros y provoca cambios en su
entorno.
La pasión y el ímpetu que lo impulso a emprender tales proyectos,
también están presentes cuando los comunica. Cuando da a conocer su obra, toca
puertas para obtener los recursos necesarios logra que otros se adhieran a ella
forma equipos de trabajo, pero
especialmente cuando logra que otros la continúen, porque la siente como suya.
Que significa esto? Las emociones no solo movilizan las acciones del
emprendedor su expresión estimula e induce a los demás a crear, a emprender.
Nos referimos a la comunicación emocional autentica y veraz la que no se vale
de artificios para persuadir a que otros realicen algo que represente solo un
beneficio personal. El emprendedor no tiene que inventar sus emociones.
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