miércoles, 12 de julio de 2023

Habilidades de Hipnotización Igor Ledochowski

Habilidades de Hipnotización 

Igor Ledochowski

Prólogo 

Gracias por comprar el . Se  trata de un método práctico, estructurado y eficaz de formarnos sistemáticamente a nosotros mismos y a los demás en experimentar los  fenómenos del trance profundo de manera rápida y sencilla. Este libro  se centra en las habilidades esenciales y las habilidades de hipnotización. Espero que ello nos permita extraer un gran provecho de la  práctica y el estudio de la hipnosis y de los diferentes fenómenos de  trance profundo que la hipnosis puede generar. 

Este manual da por sentado que tenemos alguna experiencia  práctica y algunos conocimientos sobre hipnosis. Dado que existen  muchas escuelas de hipnosis que subrayan diferentes enfoques, el  manual abarca dos cosas: principios y ejercicios. Los principios  incluyen algunos de los aspectos fundamentales de los modelos de  hipnosis correspondientes tanto a las escuelas más autoritarias como  a las escuelas más permisivas tales como, por ejemplo, el enfoque  ericksoniano. Ello tiene por objeto facilitar la suficiente comprensión  de los principios esenciales de la hipnosis, de forma que podamos  desarrollar nuestro propio estilo, lenguaje y enfoque cuando trabajemos con otras personas.

Las secciones correspondientes a los ejercicios tienen por objeto  contribuir a desarrollar de manera sistemática nuestro repertorio de  pruebas, inducciones, técnicas de profundización, etc. en el ámbito  de la hipnosis. Recomiendo seguir un modelo de formación sistema 

Utilizado en la línea explicada con detalle en la sección “Formación sistemática en hipnosis” que aparece más adelante, con el fin de poder  desarrollar un núcleo esencial de técnicas que podamos aplicar sin  necesidad de pensarlo (conscientemente). 

Este manual pretende ser únicamente una guía práctica para ayudarnos en nuestro propio desarrollo hipnótico. Estaría, pues, a leer  a fondo en relación con el mundo fascinante de la hipnosis. En consonancia con ello, al final del libro recomiendo algunos textos. 

ADVERTENCIA PARA LOS NOVICIOS (Y LOS CURIOSOS) 

La hipnosis es un ámbito fascinante malinterpretado por muchas  personas. Dado que este libro presupone que tenemos algunos conocimientos básicos de hipnosis, he decidido incluir esta advertencia  preliminar para asegurarnos de que sacaremos en claro muchas cosas  útiles de la utilización de este libro, incluso en el caso de que sea la  primera vez que hayamos decidido leer sobre el tema. 

  1. La hipnosis se puede entender de muchas formas diferentes. Es  tanto una ciencia como un arte, con un fuerte elemento subjetivo: su  utilidad se basa en la experiencia que de ella tienen las personas.  Unos piensan que la hipnosis es el invento más grande desde el pan  de molde y que ofrece remedios para todos los males. Otros la consideran un truco que la gente se limita a seguir, que la hipnosis no es  real. Después están las personas que piensan que la hipnosis es un  oscuro arte a temer y despreciar, un instrumento para controlar las  mentes y abusar de los demás o engañarlos. Hasta cierto punto,  todas estas personas están en lo cierto. En sí misma la hipnosis no es  más que una forma de amplificar la experiencia. Cualquier cosa que  sea posible en el estado normal de vigilia (si de hecho existe de verdad un estado semejante), se vuelve más poderosa, más intensa o  más inmediata en el estado de trance.

  2. De modo que, si le hablara al lector de las grandes aventuras  que viví en las junglas de Tailandia, de la belleza que cortaba la respiración de los saltos de agua que descienden en cascada a la manera de una lluvia de diamantes en medio de una selva esmeralda;  si llamara su atención a propósito del exótico pez brillante que tuve  la oportunidad de ver nadando entre los cristalinos arrecifes de coral no muy lejos del salto de agua, donde el azul del mar baña suavemente kilómetros y kilómetros de suaves y cálidas playas arenosas; si le invitara a imaginarse andando por el agua y sintiendo su  tibieza acariciando nuestra piel, la sensación del arenoso fondo del  océano en contacto con nuestros pies, el sonido de los pájaros  revoloteando por encima de nuestras cabezas –si mencionara todas  estas cosas, el lector podría comenzar a sumergirse más plenamente  en mi experiencia. Tendría la oportunidad de disfrutar de las aventuras que yo viví mucho más íntimamente de lo que lo haría en el  caso de que me limitara a exponer los hechos escuetos: Vi un salto  de agua y un pez en el mar. 

  3. Esta es la naturaleza del trance en esencia. Es la cosa más natural  del mundo. Sin el trance, no podríamos vivir. Un artista no podría  pintar, un arquitecto no podría diseñar edificios y un escritor no  podría escribir. No tendríamos ensoñaciones diurnas (¡ni pesadillas,  todo hay que decirlo!), ni tampoco esa agradable sensación que tene 

  4. mos cuando conducimos kilómetros y kilómetros, dejando que nuestros pensamientos vaguen sin ningún rumbo, libremente, con la certeza de que el coche circula firmemente bajo la atenta guía de nuestro  inconsciente –y nos preguntamos: ¿Dónde ha ido a parar toda esa  cantidad de kilómetros, qué ha sucedido en los últimos sesenta minutos, cómo se me ha podido pasar el tiempo tan volando? El trance  –esa es la razón. El trance es el factor que guía la mayoría de las experiencias humanas, y en particular las experiencias cumbre. Si queremos sentirnos fenomenal, enamorarnos o saborear hasta saciarnos  el cúmulo de pasiones que la vida nos puede ofrecer, ¡necesitamos el  trance! Todos sin excepción lo necesitamos. 

  5. ¿En qué consiste el trance? Cada experiencia será única en relación con nosotros y con la situación en la que nos encontramos. Puede que accedemos a los mismos o similares estados de trance repetidamente, o puede que jamás volvamos a acceder exactamente al  

  6. mismo estado de trance. Cada una de las experiencias que tengamos  puede ser literalmente única en el sentido de que no cabe comparar la con ninguna otra. Por último, también, nuestra experiencia del  trance puede ser tan corriente que la pasemos por alto –el estado de  absorción en que nos sumergimos cuando vemos una buena película  o leemos un buen libro, por ejemplo; la profunda concentración que  experimentamos cuando estamos pensativos, resolviendo creativa mente un acertijo o un enigma; o los momentos de genialidad en los  que nos asalta la inspiración y corremos a darle forma a las ideas que  se siguen a raíz de ello. 

  7. Todo esto no son más que algunas de las cosas que podemos  reconocer cuando entramos en trance dentro del contexto de las situaciones cotidianas. El trance tiende a ser una experiencia agradable y extraordinariamente estimulante, aunque tampoco debemos  sorprendernos si nos sentimos agotados de cuando en cuando. Al  adentrarnos en el ámbito del trance, acordémonos de limitarnos a  tener cada una de las experiencias y valorarla como algo nuevo. No  la comparemos con lo que pensamos que debería ser el trance. No  olvidemos que cualquiera que sea la forma en la que nuestra mente  nos permita tener la experiencia del trance, ¡será la mejor forma para  nosotros en este momento!  

  8. Ahora bien, si todavía tenemos algunas reservas respecto de la  hipnosis, ello se puede deber a que nos estamos preguntando: ¿Pero  la hipnosis puede ser perjudicial en algún sentido? Esta es la gran  concepción errónea que desgraciadamente sigue circulando a propó 

  9. sito de la hipnosis: lo que algunos llaman la cara oculta de la hipnosis. Toda la investigación actual en este ámbito demuestra que es difícil  perjudicar a nadie con la hipnosis (ya sea forzándola a hacer algo o  generando algún desequilibrio psíquico). Los ensayos psicológicos  han puesto de manifiesto que de hecho es más difícil hacer que  alguien cometa un acto antisocial o se perjudique a sí mismo en estado de trance de lo que lo sería en estado de vigilia. Nuestro inconsciente tiende hacia la salud y en razón de ello interpreta las sugestiones que nos hacen de la forma más beneficiosa para nosotros y nuestras creencias respecto de lo que está bien. Lo máximo que le puede  suceder a una persona normal en estado de trance cuando escucha  una sugestión a la que se opone, es que salga rápidamente del trance  ¡para darnos su opinión! Recuerdo haber participado en un ejercicio  práctico al comienzo de mi formación. Mi compañero estaba realizando una labor bastante digna hipnotizandome, hasta que me sugirió que a una señal determinada, yo “me levantaría, saldría fuera en  dirección al coche y...”. El pobre hombre jamás llegó a acabar la frase  porque mi inconsciente decidió en el acto que no sería ciertamente  una buena idea conducir en el estado en el que me encontraba. El  resultado fue que me desperté instantáneamente (para gran sorpresa  de mi compañero) y se lo hice saber. 

  10. La hipnosis no puede controlar ni perjudicar la mente de nadie  más de lo que lo pueda hacer cualquier otra conversación. Si la hipnosis tuviera ese poder, no habría crímenes (hipnotizaríamos a los  criminales para que fueran ciudadanos felices y bien adaptados) y  yo sería el amo del mundo (¡lo cual, para mi desgracia, no es el  caso!). Si abordamos cualquier interrelación hipnótica con sensatez,  una buena dosis de sentido común y unas claras intenciones positivas  hacia los demás, no es posible hacer realmente ningún daño. Cual 

  11. quier sugestión desafortunada que podamos formular, tenderá a ser  borrada o ignorada sin más, o pondrá fin a la experiencia de trance. 

  12. Este manual ha sido concebido con la intención de permitirnos  conocer la estructura de la hipnosis, y la forma como utilizamos el  lenguaje y nuestras interrelaciones con los demás, con objeto de que  podamos aprender a comunicarnos hipnóticamente y ganar pericia  en la amplia gama de modelos de hipnosis que existen hoy en día. Si  bien cada uno de los ejercicios incluye algunas fórmulas estándar para ayudarnos a dar forma a nuestra “jerga hipnótica”, por favor, no lo tomemos como si se tratase del Evangelio, ni como el guión de una suerte de encantamiento mágico. Si utilizamos las palabras de forma  ligeramente errónea o distinta (o –¿por qué no decirlo?– ¡si nos decidimos a utilizar nuestras propias palabras!) la magia seguiría funcionando. No hay demasiada magia en las palabras en sí mismas –es  más la manera de formularlas lo que verdaderamente importa. Siento un fuerte rechazo hacia los guiones hipnóticos, los modelos prefabricados de lenguaje que la gente piensa que debe utilizar para  generar este efecto o este otro. La mayoría de las personas que utilizan este enfoque acaban hipnotizando a los libros que tienen entre  las manos (¡en lugar de a la persona que tienen delante de ellos!) y  (lo que es peor) ahogando su propia creatividad y su propia expresividad hipnótica. 

  13. A menos que utilicemos nuestras propias palabras y nuestra pro pia forma de decir las cosas, y las adaptemos al sujeto con el que  estemos trabajando, siempre daremos la impresión de torpeza. La  torpeza rara vez contribuye a la hipnosis de calidad. Comprendamos  los principios, sí, pero desarrollemos también nuestro propio estilo  confiando en que nuestro inconsciente está aprendiendo a almacenar  para su posible uso las distintas palabras e ideas –y nuestro talento  hipnótico subirá como la espuma. La hipnosis, en definitiva, es un  arte además de una ciencia, de modo que nos serviremos de nuestra  actitud, nuestra pasión y nuestro carisma natural para insuflar vida  a toda la información. Descartamos, pues, todo lo que yo haya  podido escribir y lo haremos a nuestra manera –que es la mejor forma de hacer las cosas. La prueba decisiva consiste siempre en preguntarse: “¿Funciona?”. Entonces podrá este manual alcanzar finalmente su verdadero propósito: ser una fuente de referencia y una  guía respecto de las habilidades que nos haya podido enseñar. 

  14. Con todo esto en mente, estamos en condiciones de lanzarnos a  la aventura que nos ofrece la rica información que incluye el texto.  Los distintos volúmenes que componen la serie tratan de brindarnos  las habilidades para servirnos del trance, el amplificador natural, a  fin de indagar nuestra propia realidad y desarrollarnos (nosotros y  nuestros compañeros de formación) en dirección a nuevas alturas. A  la persona que practique seriamente la hipnosis le permitirá adquirir  la confianza necesaria para saber cómo inducir y utilizar los fenómenos de trance profundo, además de desarrollar un estilo hipnótico  elegante y profundo de su propio cuño. Aunque los principiantes se  pueden lanzar directamente a los ejercicios y aprender muchas cosas  extraordinarias, tenemos que preguntarnos cuál es nuestro propósito  al indagar en este libro. Si no es más que simple curiosidad, vayamos  directamente y hagamos todo aquello que vaya surgiendo de forma  natural. Si lo que queremos es aprender a hipnotizar a otras personas, también lo podemos hacer, aunque asimismo tendremos que  considerar la posibilidad de realizar algún tipo de formación adicional (www.streethypnosis.com) sugiere algunos recursos y posibilidades  de formarse). Para quienes piensen practicar la hipnosis con fines  terapéuticos o en contextos clínicos, recomiendo encarecidamente  acceder a una formación especializada. También podemos encontrar  alguna orientación sobre este tema en la página web mencionada anteriormente.

Espero que el lector disfrute y se sirva de las experiencias que el  trance puede ofrecer, tanto como yo mismo llevo haciéndolo desde  hace años. 


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